Latinos en la NBA: Mucho más que una estrategia de marketing

La expansión comercial de la liga ha centrado una cuota importante de sus recursos publicitarios en dirigirse a la fanaticada hispanohablante. Campañas como las “Noches Latinas” o “Guarda tu pasión”, en donde entrevistaban a varios latinos afónicos tras una noche de PlayOffs demostrando la pasión entre el público que desatan los venidos de esta parte del continente, han consagrado un modelo de inclusión que expande hasta territorios inimaginables las bondades del deporte que amamos.

En Sweet Hoops queremos reivindicar el aporte de la sangre latina en la NBA, pues consideramos que su valor representa mucho más que unas camisetas traducidas al español en un juego de temporada regular, o algunos partidos disputados en otras tierras.

Primeras Experiencias

Butch Lee es el primer jugador nacido en América Latina que firmó un contrato en la NBA. El base de Puerto Rico fue escogido en la décima posición del Draft de 1978, ocasión en la cual Atlanta Hawks se hizo con sus servicios. Si bien Lee nunca concretó sus números de secundaria en el nivel profesional, recaló tras un par de traspasos en los Lakers, equipo en el que deslumbraban por ese entonces Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar. Allí pudo consagrase como el primer latinoamericano en obtener el título de campeón el año 1980.

El primer hombre en destacar a nivel individual es el panameño Rolando Blackman. All Star en cuatro ocasiones, ostentando el record de participaciones entre sus coterráneos, “Ro” fue escogido en la novena posición del Draft de 1981 por Dallas Mavericks, conjunto al que acompañó durante 11 campañas anotando más de 20 puntos por partido y accediendo a postemporada en 6 oportunidades.

Emanuel Ginóbili es de todos el que más éxito ha cosechado. Sus cuatro títulos con los San Antonio Spurs superan al par que tiene el venezolano Carl Herrera, segundo en la lista tras sus participaciones en los campeonatos ganados por los Rockets de Olajuwon en los noventa.

La raza latina desde su incorporación se ha encargado de añadir a la competición lo que otros jugadores, sean norteamericanos, europeos, africanos o asiáticos, no cuentan entre sus atributos. La fuerza venida de esta parte del mundo colabora con empujar el nivel del deporte hacia el salto global, en donde las oportunidades para ver estrellas emergentes provenientes del centro y sur de América abren aún más las puertas de un ajetreado mercado.

Actualidad y proyecciones

Para la campaña 2013/14, fueron 14 los elementos latinos que defendieron 12 colores distintos. Spurs y Hawks incluían entre sus filas a dos jugadores de esta condición. El equipo campeón gozó como hace largas temporadas del talento de Manu Ginóbili, al que se le sumó el siempre regular desempeño del brasileño Tiago Splitter. Mientras que por Atlanta se consolidó la figura del pívot dominicano Al Horford, All Star en pasadas ediciones y líder absoluto del elenco que lo contratara en 2007. También formó parte de la plantilla el mexicano Gustavo Ayón, aunque emigró para formar parte del Real Madrid tras una correcta participación.

La herencia latina se dejó sentir en muchas duelas a lo largo de la temporada. Greivis Vásquez, base venezolano que supo deslumbrar a punta de doble dobles a los seguidores de los Hornets, trabajó arduamente para Kings y Raptors a lo largo de los meses, y pese a que no pudo consolidar su nivel de titular, sí se ha convertido en una excelente opción de armador secundario para el cuadro de Toronto.

Nené Hilario, el centro brasileño que parece haber encontrado su lugar en Washington, disputó para los Wizards 53 partidos promediando 14 puntos y siendo una de las referencias en la pintura de su equipo, complementando su labor de gran forma con el gigante polaco Marcin Gortat.

Los argentinos Pablo Prigioni en Knicks, Luis Scola en Pacers y Carlos Delfino en Bucks, han sabido adherir a sus compañeros, como buenos campeones olímpicos que son, toda la experiencia necesaria para sobrellevar el peso de cada campaña. Es así como el veterano/novato base y el hábil interno continuarán con sus roles de suplentes estelares en las franquicias del Este, mientras que el alero de Santa Fe se encuentra aún sin club tras ser cortado por los Clippers.

En otra senda aparecen jugadores cuya aparición si bien no fue particularmente destacable, sí interpretan o han interpretado importantes roles para sus entrenadores, como es el caso del centro brasileño Anderson Varejao, pilar importante de Cleveland en las pasadas campañas y objeto de debate para su incorporación a la presente, o el base J.J. Barea, puertorriqueño que ha sabido secundar a Ricky Rubio en la conducción de los Timberwolves tras sumar un importante grano de arena en el campeonato obtenido con Mavericks.

Otros nombres a señalar son los pívots Vitor Faverani y Samuel Dalembert, brasileño y haitiano que han sabido posicionar su nombre dentro de la liga, el primero continuará fortaleciéndose a su corta edad en la pintura de unos inciertos Celtics, mientras que el experimentado hombre de largo recorrido defenderá desde ahora el tablero de los Knicks tras la partida de Chandler.

El último nombre de la lista de latinos en la NBA corresponde al también dominicano Francisco García, alero que ha encontrado en los Rockets un espacio para demostrar sus habilidades de tiro a distancia y defensa, ganándose varios minutos en cancha por ello. La siguiente campaña continuará, a sus 32 años, jugando para Houston.

En 2014/15 debutará únicamente un latino en la competición, se trata de Orlando Sánchez, hombre interno nacido en República Dominicana que firmó para New York Knicks. Por su parte Leandro Barbosa, el escolta brasileño que obtuviera el premio al Sexto Hombre del Año en 2007 selló su retorno a la categoría máxima con su incorporación a los más que interesantes Warriors de Golden State.

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Matias Garcia:
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