En 2016 DC Comics nos presentaba en el cine al ‘Escuadrón Suicida’, un grupo de antihéroes que conmutaban parte de sus penas criminales a cambio de participar en misiones de alto riesgo para el Gobierno de Estados Unidos.
El origen de estos supervillanos en los cómics nace en los años 50, aunque serían reformados a su versión actual en los 80. La idea de DC era clara, aprovechar toda la atracción que producían villanos como el Joker o Harley Quinn, dejando claro que eran unos dementes, pero que tenían también un lado más que aprovechable para hacer el bien… siempre que se les ofreciera algo importante a cambio.
La llegada de LeBron James a los Lakers ha sido la noticia del verano en la NBA, por mucho que los Warriors la hayan tapado después con Cousins. El ‘Rey’ llega a un nuevo trono, plagado de toda la historia de la liga y con todos los focos mirándolo. Un equipo joven crecido tras años de reconstrucción que necesitaba ahora nuevos complementos para el ejército del monarca. Veteranos contrastados, aguerridos, y dispuestos a enfrentarse a los Warriors a las malas. Y los Lakers, otra cosa no, pero malas pulgas han sumado.
El ‘Escuadrón Suicida’ de los Lakers
Michael Beasley ha sido el último en sumarse al proyecto Lakers-LeBron de Magic Johnson, donde además de jóvenes como Lonzo Ball o Ingram se necesitaba gente con el culo pelado. Y esto es lo que ha salido de la agencia libre. Conozcamos a los miembros del Escuadrón que rodeará al rey por ahora:
- Lance ‘Mad’ Stephenson: antiguo enemigo de LeBron en sus tiempos en Indiana, es conocido por sus soplidos en la oreja del rival, su dribbling descomunal, y sus brazos extensibles capaces de robar balones. Un cortocircuito en su cabeza cuando escuchaba rap demasiado alto le hizo ser impredecible dentro de la cancha, para lo bueno y para lo malo.
- Michael ‘double-double-Mad’ Beasley: excompañero de LeBron en Miami y promesa en su juventud, se dice que consumió algún tipo de sustancia que le hizo enchufar mucho más pero perder del todo la cabeza. La carrera de Beasley ha sido un quiero y no puedo, especialmente en su etapa en Timberwolves y Suns. Llega de la Gran Manzana, una ciudad donde muchos parecen perder la cabeza, aparentemente sereno y con ganas de dar guerra.
- Rajon ‘Triple-Double-Mad’ Rondo: el patriarca de los jugadores impredecibles. Tanto es así, que se dice que Stephenson es su pupilo. Debutó y consiguió el anillo en Boston, donde se enfrentó a una leyenda viva como Ray Allen. Tras convertirse en un héroe con el poder de hacer triples-dobles, pasó por Dallas y Sacramento desterrado. En Nueva Orleans parece haber vuelto a encontrar el orden, pero nadie sabe cuánto le podrá durar.
- JaVale ‘Pincho-man’ McGee: Se decía de él que era uno de los jóvenes más talentosos de la NBA, capaz de poner tapones al cielo, pero su fama cayó en picado cuando nos dimos cuenta de que apenas se enteraba qué canasta defendía y cuál atacaba. En los Warriors ha conseguido ganar enteros como jugador seguro, y ahora llega a los Lakers con la función de espionaje y controlar esa locura que parece haber encauzado en la coletilla que ha lucido las últimas temporadas.
¿Quién tirará de tres en los nuevos Lakers?
La idea de juntar a ‘perros viejos’ como Rondo y Stephenson contra el super-equipo de color de rosa de los Warriors es atractiva para cualquier guionista casi más que para un aficionado al baloncesto; pero los nuevos Lakers 2018/2019 carecen de algo que hasta ahora había sido fijo en los equipos de LeBron: triplistas puros.
James, un jugador que amasa balón y abre espacios por sí solo, es mejor cuando tiene buenos triplistas cerca.
Tanto Rondo (30% en su carrera), como Stephenson (31%) nunca han sido ni de lejos buenos tiradores de tres. Beasley, por su parte, promedia un 35%, y aunque ha tenido buenos años desde la distancia, tampoco ha sido un seguro. En los jóvenes Lakers, Brandon Ingram ha conseguido promediar este curso un 39%, aunque con pocos tiros, Hart (39%), KCP (38%), Kuzma (36%), y Lonzo, gran tirador en NCAA pero de momento no en la NBA, se quedó en un 30%.
No hay tiradores puros ni con vistas en los Lakers -más allá quizá del jugador a caballo con la G-League Andre Ingram- una carencia que nunca se había visto en los equipos de LeBron, donde los hombres en las esquinas para recibir liberado después de que él congregara a los rivales, han sido una constante de éxito.
LeBron y los triplistas, una relación perenne hasta ahora
En 2016 también LeBron James realizaba su gesta más importante. Tras su regreso a Cleveland dos veranos antes, se alzaba con el título de campeón NBA ante unos Warriors que habían marcado el mejor récord de la historia. En aquella temporada LeBron contó con un equipo de héroes alrededor que aunque limitado era noble y bienhechor.
Kevin Love, ala-pívot californiano con poderes de lanzar de tres y capturar rebotes logrados en una larga estancia en tierras norteñas, cuyas habilidades no obstante se van desvaneciendo en cuanto se aleja de ellas, y Kyrie Irving, un mago del balón capaz de pasar de la línea de tres a debajo de la canasta sin que nadie lo vea.
A este tridente se sumaba un grupo llamados ‘los viejos triplistas’: Richard Jefferson (38% en triple), James Jones (39%), Channing Frye (37%) al que se sumaban el alocado JR Smith (40%) y un aussie reconvertido en la figura de Robin, Dellavedova (41%). Era el equipo perfecto para Batman LeBron. Una tesis a la que seguiría, el año siguiente, la llegada del triplista absoluto: Kyle Korver.
La creación de este grupo alrededor de LeBron era clara y heredara de sus anteriores asedios por el anillo. James, un jugador que amasa balón y abre espacios por sí solo, es mejor cuando tiene buenos triplistas cerca.
También lo fue así en sus dos títulos con Miami (Ray Allen, James Jones, Mike Miller, Battier…), por lo que en su etapa Laker, y sin esperanzas de nuevos refuerzos en estos sentidos, LeBron andará débil en este apoyo.
La idea de los Lakers es formar un grupo aguerrido, y quizá con ello veamos un nuevo tipo de juego, incluso en LeBron, más abierto con la idea de forzar también menos su cuerpo. Lo que está claro es que ahora mismo los Lakers cuenta con un ‘Escuadrón Suicida’ seductor, pero que se diferencia mucho de los otros grupos de aliados con los que el #23 se había mezclado hasta ahora. Que empiece el juego.