La sombra de Phil Jackson

Cómo se puede medir la cantidad de imposiciones que puede hacer un entrenador de la NBA para ocupar o no un banquillo. Pues seguramente por la cantidad de anillos de campeón que luzca en sus manos, y por los precedentes de carácter e imagen en la liga que le precedan. Phil Jackson ha vuelto a saltar a la palestra NBA después de casi dos años pasando desapercibido. Solo sus declaraciones sobre la calidad de Kobe, su rivalidad con Jordan, o la reciente publicación de su nuevo libro daban alguna noticia acerca del entrenador más laureado de toda la historia de la competición, que esta semana parece haber manejado sus hilos para dejar claro que quiere volver desatando un cadena de circunstancias que parecen estar cerca de acabar con el Maestro Zen sentado en el banquillo de los Knicks o, como no, en el de sus familiares Lakers.

Y es que, había ganas de volver a saber de él. Desde que el máximo mandatario de los Lakers, Jim Buss -cuñado de Jackson para más inri-, decidiera hace dos temporadas causar un problema de salud a Jack Nicholson anunciando que ‘pasaba’ de contratar a Jackson para contar con los servicios de Mike D’Antoni empezó un impasse indefinido en la que toda la NBA sabía que el para muchos mejor entrenador de la historia iba a volver.

Con 11 anillos como entrenador (6 con Bulls y 5 con Lakers) y otros dos como jugador de los Knicks, Jackson se ha valido a sus 68 años de su estatus para dejar caer declaraciones en distintos foros cual anciano que sabe que por respeto nadie le va a contestar. Ahora, ya recuperado de sus problemas de salud, parece que está interesado en volver a la pomada tomando un cargo de ‘mandamás’ al modo de Pat Riley en los Heat, y estaba claro que esta vez con más necesidad que nunca, tanto Lakers como Knicks volverían a llamar a su puerta.

Por el momento, según publica el New York Post, la franquicia de la Gran Manzana es la que está mejor colocada para tenerlo en sus despachos. El acuerdo parece inminente según esta rotativa, algo que desdicen otras alegando que Jackson solo está buscando tensar la cuerda para que los Lakers le hagan una oferta acorde a su currículum. Cabe recordar que hace dos años, con la salida de Mike Brown, los Lakers desdeñaron la vuelta del Maestro Zen debido a que solicitaba un sueldo «imposible» y una serie de condiciones como la de no viajar con el equipo en los partidos de fuera de casa. Sin embargo, con un cargo algo más alejado de las canchas -se habla de Presidente de Operaciones aunque bien podría ser ‘Jefazo Máximo’- parece que ahora no hay excusas posibles para no tirar la casa por la ventana por Jackson. Knicks y Lakers, Lakers y Knicks, dos franquicias míticas que pasan por sus peores momentos y a las que ha ido a seducir el hombre que nunca se fue, y que de seguro, de concretarse alguna de las dos opciones, no dejará títere con cabeza.

Víctor Millán: Escribo mucho y soy de Zaragoza. Director de Sweet Hoops.

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