«Cuando dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida»
Pablo Picasso
No sabemos si los Spurs tienen en su vestuario un cartel que señale esta frase del genio malagueño, pero bien podría ser. Los San Antonio Spurs pusieron este miércoles la directa demostrando por qué son son el equipo con el mejor récord de la liga y por qué llevan más de 15 años en la élite. El equipo de Popovich pasó por encima de los jóvenes Oklahoma City Thunder apalizándolos en el segundo partido de la serie (77-112) y poniendo el 2-0 en unas Finales de Conferencia que parecen demasiado encaminadas.
Los texanos volvieron a engrasar su maquinaria hasta el punto de llevarla a la perfección. Tony Parker -autor de 22 puntos y 5 asistencias- lideró a un equipo coral en el los de siempre no fallaron. Duncan propició su perenne doble-doble, y Ginobili y Diaw ayudaron desde el banquillo con 11 puntos cada uno. Faena que, para más inri, remató Danny Green anotando 7 triples. El resultado, una paliza demoledora que tuvo su germen en los cuartos centrales, cuando los Spurs firmaron un parcial de 67-36. Ahí es nada.
La herida de Ibaka
Por Oklahoma, ni Durant ni Westbrook tuvieron su día. Entre ambos apenas acertaron para sumar lo que en días normales aporta uno de ellos por separado. 30 puntos repartidos a partes iguales con una estadística en tiros de campo del todo desconcertante: 13 de 40.
Pero sin duda alguna la lacra de estos Thunder volvió a centrarse en la pintura, donde la ausencia de Ibaka se hace insalvable. Con Parker caracoleando por la zona como por el salón de su casa, los Spurs dominaron la estadística de todos los aspectos fundamentales del juego: 53 a 38 en rebotes, 7 de 3 en tapones (Ahí está Ibaka), y un 50% en tiros de campo sobre un 39% del rival. Inapelable.
El espíritu de 2012
Ahora, para los Thunder, solo les queda agarrarse a los dos partidos que disputarán en casa y esperar que Scott Brooks empiece a demostrar por qué es el entrenador de una de las mejores plantillas de la liga rememorando lo que pasó hace tan solo 2 años. En 2012, con Harden aún mojando sus barbas por OKC, los Thunder consiguieron remontar un idéntico 2-0 a los Spurs en las finales de Conferencia. Poco y mucho ha pasado desde entonces, pero desde luego no son las mismas circunstancias.