La maldición de los Clippers y un necesario fin de ciclo

Playoffs-Clippers. Clippers-Playoffs. Una relación de amor más tormentosa que el romance entre Rihanna y Chris Brown, y es que ya van 6 presencias en la post-temporada consecutivas donde los angelinos sufren algún percance, en forma de lesión de sus mejores jugadores u otras historias para no dormir, que les impiden alcanzar, un cada vez más imposible, anillo.

El proyecto que se ha ido formando en los Clippers, consiguió uno de los objetivos: no ser el pariente pobre de Los Ángeles. Los mejores años de la franquicia de Steve Ballmer han coincidido con los peores de sus vecinos, y es que las alegrías de uno son el sufrimiento del otro, y parece poco probable que ambos puedan coincidir en la cúspide al mismo tiempo.

Pero ese objetivo, más de cara a los aficionados pasionales que otra cosa, poco importa al lado del objetivo real: un campeonato. El mismo que ni siquiera han visto de cerca, pues en los últimos años de bonanza, el máximo rango que han alcanzado ha sido una 2ª ronda, cayendo ante los Rockets 4-3 en una remontada épica cuando tenían todo de cara para alcanzar sus primeras Finales de Conferencia.

Un historial de lesiones para echarse a llorar

Para entender realmente el por qué de ese pobre bagaje en Playoffs, hay que contextualizar las situaciones con las que han tenido que lidiar a lo largo de los últimos años en la post-temporada. Gafados, pobre juego o simplemente falta de méritos a parte, lo cierto es que las lesiones han sido el peor enemigo de los Clippers. Desde la temporada 2011-2012, coincidiendo con la llegada de Chris Paul, el equipo es un asiduo a las eliminatorias por el título y han superado siempre el 60% de victorias, pero paralelamente se instauró una maldición de lesiones que persiguen tanto al talentoso base como a Blake Griffin y episodios extradeportivos dignos de un capítulo de Friends desde esa misma temporada hasta la presente, haciendo que uno u otro, o ambos, se pierdan algunos de los partidos más importantes de la temporada.

  • 2014-2015: parecía el año; 56 victorias en temporada regular, su tope hasta esa fecha, terceros del Oeste y eliminando a los Spurs en una serie épica a 7 partidos. Nada podía salir mal no?

En ese 7º encuentro Chris Paul sufrió una microrrotura en su muslo que le impidió jugar los 2 primeros partidos ante los Rockets en la 2ª ronda, volvió en el tercero muy mermado, y lastrado pudo jugar el resto de una serie donde los angelinos lograron ponerse 3-1. Entonces llegó el descalabro en la mente de todos…3-4.

  • 2015-2016: 2-0 ante Portland y la serie parecía encarrilada, pero en el 4º partido todo se vino abajo: problemas en unos isquios que ya le dieron guerra durante la RS a Blake Griffin, y una operación en el tercer metacarpiano de la mano derecha para Paul, les obligaban a ver el resto de la serie desde la barrera y claro; del 2-0 se pasó al 2-4.
  • 2016-2017: 2-1 arriba ante unos Jazz sin Gobert. Pero la victoria salió cara para los de Rivers, ya que Griffin volvió a lesionarse, esta vez en el dedo gordo del pie que le obligará a perderse el resto de Playoffs, aunque a cierre de artículo ya iban 2-3 abajo y con el siguiente encuentro en Salt Lake City…

Repasado ya el historial de lesiones en Playoffs, queda mencionar otras efemérides importantes de los Clippers en post-temporada, como la barrida a manos de los Spurs en 2ª ronda de 2012 tras doblegar a los Grizzlies, unos Grizzlies que en la temporada siguiente lograron su venganza pese a arrancar con un 2-0 en contra y lograr 4 victorias consecutivas para clasificarse; y ya en 2014 los angelinos perdieron en semifinales de Conferencia en una serie ajustadísima ante los Thunder por 4-2, donde dominaban el 5º partido con la serie 2-2 por 7 puntos de diferencia a falta de 45 segundos, una renta que solo a ellos se les podía escapar…

Entre medio de todo esto, el lío racista de David Sterling, antiguo propietario del equipo, el culebrón del verano con DeAndre Jordan, el famoso puñetazo de Griffin al utillero, y un sinfín de hechos paranormales que hacen que los Clippers se hayan ganado un buen puñado de detractores por el camino.

Un staff técnico lleno de nombres ilustres

Si en los últimos años las plantillas de los Clippers han contado con jugadores de la talla de: Chauncey Billups, Eric Bledsoe, Caron Butler, Lamar Odom o los actuales: Blake Griffin, Chris Paul, Jamal Crawford, Paul Pierce o DeAndre Jordan; el staff técnico no se queda corto.

Nombres como: Marc Lavaroni, Howard Eisley, Alvin Gentry, Tyronn Lue, Mike Woodson, Lawrence Frank  o Sam Cassell han acompañado a Vinny del Negro o Doc Rivers al frente de la franquicia angelina. La mayoría de ellos con sobrada experiencia como entrenadores principales, incluso un campeón de la NBA como Lue.

Pero lo cierto es que ni la combinación de un buen cuerpo técnico con una plantilla competitiva ha sido bastante para ellos, y ahora con el crédito de Rivers agotado tras 5 temporadas de sinsabores es hora de sumar un nuevo capitán al borde de la nave.

Las decisiones de este verano marcarán un antes y un después

Con la más que probable eliminación en 1ª ronda a manos de los Jazz, es hora de tomar decisiones drásticas en los despachos, y quizá coincida este necesario cambio de ciclo con el verano más comprometido de los últimos años.

Tanto Blake Griffin como Chris Paul finalizan contrato en junio, y aunque ambos tienen una opción de jugador por valor de 21,3M y 24,3M respectivamente, no parece nada claro que la vayan a ejercer. De optar por salirse de sus contratos y buscar fortuna en otros equipos, los Clippers liberarían de un plumazo más de 45 millones para intentar reforzarse, pero quién querría ir a una franquicia llena de infortunios, sin sus dos principales estrellas y liderados por el señor DeAndre?

Probablemente nadie, y el mercado tampoco ofrece grandes caramelos que puedan cubrir unas bajas de tal calibre como serían las de Blake y Chris. Además otro de los principales puntales del equipo, JJ Redick, será agente libre sin restricciones, y a su edad es probable que busque cobijo en algún contender. Mbah a Moute, jugador clave en el sistema defensivo de Rivers, y Speights, principal puntal en la rotación interior, también tienen opción de jugador para seguir un año más, aunque probablemente busquen un contrato más lucroso.

En resumidas cuentas, el verano de los Clippers puede saldarse hasta con 5 bajas de jugadores importantes, a lo que si añadimos la lógica despedida de Doc Rivers, quedaría una franquicia en proceso de reconstrucción y sin un futuro demasiado esperanzador.

Obviamente todo esto son solo suposiciones, aunque lógicas y necesarias para un conjunto que necesita desprenderse de los problemas del pasado, pulsar el reset y empezar de cero. Sin maldiciones.

Sergi Concha: Estudiante de Periodismo Deportivo. Editor de SweetHoops.com. Puedes escucharme en Banana Boat Podcast.
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