El sábado 10 de marzo de 2012 Ricky Rubio se lesionaba de gravedad en la rodilla de su pierna izquierda en el partido que enfrentaba a su equipo, los Minnesota Timberwolves, contra Los Ángeles Lakers de Pau Gasol. Tras las primeras exploraciones se confirmaban los peores temores: rotura de ligamento cruzado y entre 6 y 9 meses de baja.
Se ponía así fin a una de las mejores temporadas de un rookie español en la NBA. Rubio, además, había sido el jugador español con mayor impacto mediático en su primera temporada en la liga americana. Culpa de ello la tenía tanto su juego espectacular como su gran rendimiento, llegando a ser compoarado con una leyenda como Pete ‘Pistol’ Maravich. Incluso, el de El Masnou fue protagonista de un ‘tweet’ del probablemente mejor jugador de la NBA del momento, LeBron James:
Y es que sus números en la temporada pasada eran de los mejores entre todos los rookies, compitiendo por el Rookie of the Year (ROY) con jugadores como Kyrie Irving. Los 10.6 puntos, 8.2 asistencias y 4.2 rebotes conseguidos en su primera temporada le valieron un puesto en el partido de los jugadores de 1º y 2º año del All Star Weekend, en el que fue protagonista con 12 puntos y 7 asistencias, algunas de ellas espectaculares:
Así, tras una lesión tan difícil muchos veían difícil que Ricky volviera a exhibir el nivel mostrado en su primer año, y más cuando, en sus primeros partidos, se mostraba errático en el tiro, tomando además malas decisiones en la dirección del equipo.
Sin embargo, con el paso de las semanas, tras recuperarse de unos dolores de espalda y con el permiso de los médicos de no volver a jugar con restricción de minutos, el español ha mejorado ostensiblemente sus números, convirtiéndose en uno de los líderes de un equipo que le necesitaba más que nunca por la plaga de lesiones que les acecha.
En los últimos cinco encuentros, Ricky promedia 14.4 puntos y 10 asistencias, colocándose de esta manera en los primeros puestos de la Liga en esta clasificación. Esta clasificación tiene aún más mérito si se tiene en cuenta que ha tenido que enfrentarse a varios de los mejores bases de la liga, como son Kyrie Irving, Mike Conley, Raymond Felton, Jason Kidd, Tony Parker o el novato Damien Lillard.
Su asignatura pendiente, por el contrario, es la de ayudar a su equipo a ganar partidos, ya que sólo han podido salir vencedores en uno de los cinco últimos. En la tesitura en la que se encuentran los Wolves, con una larga lista de jugadores lesionados, Ricky se encuentra en una situación inmejorable para seguir mejorando su rendimiento y recuperar del todo su físico, pues los Playoffs ya quedan muy lejos, y la mayor pretensión de la franquicia es la de coger un buen pick del próximo Draft.
Por el momento, Ricky volverá a jugar este fin de semana el partido entre jugadores de primer y segundo año, que se mezclarán en dos equipos para jugar lo que a todas luces es una pachanga, pero que siempre sirve como escaparate para todo Estados Unidos.
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