Tras una recuperación deportiva meteórica los ciudadanos podrían despedirse de los Bucks si no financian el nuevo pabellón con sus impuestos. La franquicia ha pasado de la desolación más absoluta a ser una de las que más potencial tienen en el este.
No en vano, ha sido el ex de los Pistons Greg Monroe el último en añadir valor a los de Wisconsin al decantarse por los Bucks por delante de los mismísimos Knicks de Phil Jackson. Y no fue por cualquier cosa: les considera un equipo con mucho mayor potencial. Y tiene razón.
Éste no es el primer talento que roban en la Gran Manzana. El entrenador novato Jason Kidd también les eligió después de su desencuentro con los Nets de Jay-Z. El legendario base ha impuesto un sistema defensivo y de sacrificio en sus pupilos y ha sabido sacar los mejor de sus jóvenes talentos como Kris Middleton, Giannis Antetokoumpo o John Henson. El primero ha subido espectacularmente su valor en la agencia libre este verano y el griego podría convertirse en un All-Star en el futuro de contar con su progresión.
Jabari Parker, la elección número dos del Draft 2014, demostró mejores dotes que el mismísimo Andrew Wiggins durante varios momentos de la temporada antes de que su temporada se arruinase por la rotura de su ligamento cruzado anterior. Los informes apuntan a que su recuperación va viento en popa.
Un lavado de cara necesario
Acababa la temporada 2013-2014 y los Bucks se convirtieron en el triste relevo de los Sixers como el peor equipo de la liga. El nuevo comisionado de la NBA Adam Silver se lo dejó bien clarito el verano anterior. Los Bucks dejarían de ser equipo de la NBA si no cambiaban su actual pabellón, el Bradley Center. A pesar de su cuidado parquet, lo cierto es que se trata de un recinto más propio de los años noventa que de la actualidad.
El riesgo era enorme en un estado como Wisconsin en que el fútbol americano, con los míticos Green Bay Packers, se lleva casi todo el protagonismo, al que le sigue el beisbol – Sí señores, el beisbol-. Sin embargo, sus nuevos propietarios Wesley Eddens y Marc Lasry han sabido sacar lustre a esta franquicia, aportando el 50% del capital para un nuevo estadio. El resto (250 millones de dólares) depende enteramente de los ciudadanos de Milwaukee y de sus impuestos.
Para tentar a sus vecinos, los Bucks se han puesto muy guapos, con un nuevo logo y equipación de gusto exquisito. Bien por ese diseñador, bravo por ese sastre.
Existen novias en caso de ‘Buckxit’
Haciéndonos eco del famoso ‘Grexit’ que está sacudiendo toda la prensa mundial, hemos seguido todos los rumores que circulan en torno a la posible fuga de la mítica zamarra que lucido míticos como Oscar Robertson, Lew Alcindor (Kareem Abdul-Jabbar) o Ray Allen entre otros.
Sorprende descubrir que suena más la pecaminosa ciudad de Las Vegas que la mismísima Seattle. Hay muchas ganas de que vuelva los Supersonics en el sentir general de aficionado, pero cabe recordar que entre tanto casino sobran ‘bucks’ (‘pavos’ en Estados Unidos, o sea, pasta) y que el principal valuarte de los Sonics, Steve Ballmer, es el actual presidente de los Clippers.
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