Es un buen jugador de baloncesto, prometedor, pero tampoco de los que los medios pongan su foco desde su época en el instituto como un seguro y futurible talento NBA. Sin embargo, este joven de Utah ha sido eco de varios medios norteamericanos en las últimas semanas únicamente por su nombre. Y no es para menos. Se llama Stockton Malone Shorts.
Como te puedes imaginar este chico, que juega de base en el instituto Copper Hills de West Jordan, en Utah, fue fruto del amor incondicional que sus padres tenían por aquella pareja única que cabalgó a mediados y finales de los 90 en la NBA y que habría pasado aún más a la historia de no ser por un pequeño asterisco*: Michael Jordan.
Hablamos de obviamente de John Stockton y de Karl Malone, seguramente, la mejor pareja de la historia del baloncesto y que llevó al equipo mormón hasta dos Finales NBA.
Stockton Malone, el jugador de instituto, no la pareja, mide 1,92 y en su último partido anotó 17 puntos, lo que junto con otras buenas actuaciones le ha hecho situarse como el prospecto número 9 de su estado, según informa la ESPN.
Hasta ahora, dirás, todo esto está genial, ¿pero a qué padres se les ocurre poner ese nombre tan épico?
Sus padres, Rylan y Kelly Shorts, asistieron en 1996 a un partido de exhibición contra China como parte de la gira de entrenamiento previo a los Juegos Olímpicos de los Estados Unidos. Entre los miembros de esa escuadra del 96 estaban – lo adivinaste – Stockton y Malone, además de Jerry Sloan, legendario entrenador del Utah Jazz, que fue uno de los asistentes del equipo olímpico.
Antes de ese partido,y tal y como contaron los padres al Salt Lake Tribune, Rylan y Kelly estaban de camino al estadio cuando una furgoneta se cruzó en su camino. De ella salieron Stockton, Malone y Sloan para charlar brevemente con los Shorts y firmarles algunos autógrafos.
Al parecer, ambos quedaron prendados de la simpatía de los miembros de los Jazz, porque dos años más tarde, el primer hijo de la pareja nació y recibió su nombre épico: Stockton Malone Shorts.