La cara oculta del éxito de Luka Doncic

El talento debe ser visto como el ingrediente más indispensable para el éxito, pero el éxito también depende de cómo se gestiona ese talento.

Esta frase de Allan Schweyer bien podría definir las primeras semanas de Luka Doncic en la NBA. A nadie le sorprende lo que estamos viendo sobre la cancha, donde ya es probablemente el jugador más importante de una plantilla necesitada de triunfos igual que del aire para respirar.

Detrás de los 19,4 puntos, 6,5 rebotes y 4,5 asistencias por noche hay mucho más. Porque esos números podrían ser ostensiblemente mejores si Luka tuviese el balón en sus manos más tiempo, si el sistema de Carlisle en estas primeras semanas no le perjudicase tanto, si su química con los compañeros fuera mejor, si los problemas físicos no hubieran aparecido, si los veteranos le respetasen más… Pero como todos estos factores son propicios a la reversión, aguardemos los próximos meses para ver al esloveno en plenitud. Y entonces, asustémonos de verdad.

No hay vida en las calles de Dallas

Para el típico seguidor de redes sociales, que se crea su propia opinión en torno a lo que ve y escucha en Instagram o Twitter, Luka Doncic es un tipo aburrido que se pasa horas jugando al Fortnite en su tiempo libre y que no se molesta en conocer la ciudad. Puede tener parte de razón, y así lo expone al mundo él mismo en su perfil donde día sí y día también muestra sus batallitas al Fortnite. Partidas con gente de allí: Macon, Antetokounmpo, Dennis Smith, Hernangómez… Y gente de aquí: Yusta, Radoncic…

Para algunos, pasar tanto tiempo en la consola es una nueva forma de crear química y un vínculo de amistad con gente de la liga. Casi todos los jóvenes en la NBA están enganchados al videojuego y esa tendencia ha encendido las alarmas en el seno de algunas franquicias. El Washington Post lanzó un artículo sobre el tema hace varias semanas donde se recogen varias declaraciones de preparadores físicos de algunos equipos, que muestran preocupación porque algunos jugadores están realmente enganchados al juego y eso les lleva a trasnochar y rendir menos.

En una entrevista concedida a Gigantes, Luka reconoce que echa mucho de menos a sus compañeros en el Madrid y asegura que “Aquí (Dallas) todo es diferente. Juego más de lo que quiero al Fortnite. Entrenamos dos o tres horas por la mañana, y el resto del tiempo lo tengo libre. Muchas veces, me vengo por las tardes a tirar. Siempre está abierto y hay alguien para entrenar”, sentencia el esloveno.

Sin embargo, Carlisle no está preocupado por la situación fuera de la pista porque conoce bien la historia de Dirk Nowitzki en sus inicios, pese a no vivirla en primera persona. “Cuando Dirk llegó no conocía a nadie. Estaba sólo en una ciudad y en una cultura diferentes. Luka me recuerda a él, le va a costar más la vida aquí, que jugar al basket. Pero Dallas es el sitio perfecto, la ciudad es más pequeña de lo que parece y siempre hay alguien dispuesto a echar una mano”.

Buscando la química con Dennis Smith Jr

Si de algo presumían los Mavs cuando escogieron a Doncic en el Draft era de tener uno de los backcourts más excitantes de la liga. Por juventud, calidad, proyección y por lo diferentes que eran el uno del otro jugando y por ende la gran pareja que podrían formar. Sin embargo, y pese a ser muy pronto todavía (insistimos) han bastado un puñado de partidos para demostrar que quizá esa química no se construye de un día para otro como algunos presuponían y que quizá haya bastantes obstáculos en el camino.

Todavía no había empezado la temporada cuando Dennis Smith habló abiertamente de su relación con Luk (así le llama de forma cariñosa) y aseguraba que su química era excelente pese a haber realizado apenas algunos entrenamientos conjuntos. “Vivimos en el mismo bloque de apartamentos. Nos llevaremos muy, muy bien fuera de la cancha”, aseguró el base. Pero de momento no tenemos constancia que hagan nada juntos fuera de la pista y tras las palabras anteriores de Doncic menos.

Por el momento, el plan ejecutado por Carlisle ha sido el de tener al sophomore de creador y al rookie de ejecutor. Pero es de suponer que con el paso del tiempo los papeles cambiarán de protagonista y Smith será el que finalice y Doncic el que genere. El plan de momento no beneficia a uno ni a otro. Smith ha pasado de 5,2 asistencias y 2,8 pérdidas a 3,8 y 3,4. Y Doncic no alcanza el 40% de acierto en triples con casi 7 intentos por noche.

De sobras es conocido que Dennis no es un playmaker al uso. Su toma de decisiones siempre ha sido cuestionada y su capacidad de implicar a los compañeros todavía parece lejos de lo que se puede esperar de una futura estrella de la liga. Sin embargo, Carlisle le ha dado las llaves y lidera al equipo en % de usage con un 26,4%, dos puntos por encima de un Doncic mucho más eficiente cuando tiene el balón en sus manos. El entrenador de los Mavs le gusta jugar con dos o incluso tres generadores en pista, incluso en momentos puntuales le hemos visto con cuatro pequeños y un único interior. Eso provoca que en demasiadas situaciones de juego Doncic no intervenga y se quede esperando en la esquina, donde promedia un 60% de acierto en el triple.

Pero limitarse a tener a Luka como un tirador abierto es desaprovecharle, por eso cuando comparte cancha con Barea, al que también le gusta amansar el balón, el equipo mejora. El periodista Enrique García, publicó tras la última derrota de los Mavs ante los Knicks, el % de pases que hace y recibe Doncic de sus compañeros. Unos datos que no sólo evidencian una falta de química con Smith Jr, si no también con Wesley Matthews, uno de los pesos pesados dentro del vestuario y pieza referencial para el base de Fayetteville.

Barea le ha pasado el balón a Doncic casi el doble de veces (63) que Matthews (35), habiendo compartido pista casi un cuarto de tiempo menos que Wes (67 minutos por 234). Igualmente Doncic le ha pasado el balón casi lo mismo a Barea (42) que a Mattewhs (45).

Y es que en el 33,6% de las ocasiones Ironman Matthews busca a Smith, algo que evidencia que o bien no confía en Luka o bien no quiere que le robe protagonismo a su amigo. Sin embargo, pese a que Doncic y Smith se buscan entre si, sus porcentajes cuando se pasan el balón están lejos de cuando reciben de otros compañeros. Dennis promedia un 30,8% en triples y un 41,2% en tiros de campo cuando recibe de Luka. Y Luka promedia un 40% en triples y un 40,8% en tiros de campo cuando recibe de Dennis. El dato todavía es peor cuando el emisor del balón hacía el esloveno es Matthews: 33,3% de tres y 38,9% en tiros de campo.

¿Problemas con los veteranos?

Los datos anteriores muestran una falta de entendimiento con Matthews, que aunque dentro de la pista pueda resultar un lastre en ocasiones para el equipo, fuera de ella es uno de los jugadores más valorados por su ética de trabajo y por ser una gran ayuda para los jóvenes que llegan. Más allá de eso, las primeras semanas de Doncic también han dejado algún que otro roce con DeAndre Jordan, que pese a llevar lo mismo que él en el equipo, también es una pieza importante en el ecosistema que pretenden construir en Dallas.

Parecía también evidente que contar con un pívot de las características de Jordan beneficiaria directamente a Smith y Doncic, que vivirían aprovechándose de los pick&roll del ex de Clippers para destrozar defensas rivales. De momento esa arma no la están sabiendo explotar en Dallas y en muchas ocasiones es DeAndre el que genera juego para ambos exteriores cuando sale de la pintura. Precisamente por esos problemas en el sistema ofensivo de Doncic y sobre si su rol debería incrementar fue preguntado Carlisle, aunque quiso centrarse en la alarmante defensa (sexta peor con 116,8 puntos recibidos) “Las preguntas sobre el ataque son realmente insignificantes para mí”.

Hubo un lance del juego, durante el partido ante los Knicks, donde Doncic tenía claramente controlado un rebote, que a la larga hubiera supuesto su primer doble doble en la NBA, sin embargo, Jordan llegó por detrás para darle un ligero empujón y hacerse él con el rebote. Luka se quedó mirando a la grada y al banquillo como buscando respuestas e incluso Mark Cuban hizo algún gesto de desaprobación a la jugada. Preguntado por ello, Luka no pudo evitar sonreír y aseguró que “No me preocupa”, aunque claramente la acción demuestra que algo pasa.

En otro partido, ante los Spurs, Doncic se fue hasta los 31 puntos y en un momento del segundo cuarto con los Mavs 13 abajo, el esloveno clava un triple y se le lee en los labios “Give me the fucking ball. Otro signo inequívoco que no buscan lo suficiente al 77. Normalmente es durante las primeras partes cuando menos participa en el juego y en las segundas mitades se destapa incluso siendo el principal artífice de muchos intentos de remontada de los texanos. La rotación de Carlisle, normalmente bastante fija y cuadrada, tiene a Luka como un elemento fijo en el tercer cuarto, donde apenas descansa. No obstante es el jugador que más juega del equipo con 34,8 minutos por encuentro y por supuesto lidera el ranking entre los rookies con casi tres minutos más que Ayton.

Es probable que Doncic, igual que todos, esté esperando como agua de mayo el retorno de Nowitzki a la cancha. De momento el alemán está en un discreto segundo plano en el banquillo vestido de traje. Le hemos visto dándole algún consejo a Luka, pero sin duda donde mejor se entenderán será en la cancha. Carlisle deberá modificar la rotación para darle algunos minutos al alemán para que poco a poco entre en dinámica y casi seguro que la mayoría de esos minutos serán con el esloveno en pista y a partir de ahí, puede que la química con el resto vaya mejorando.

Por último, Doncic ya ha acumulado algunos problemas físicos que le han ido mermando a lo largo de las semanas. Empezó con unos dolores en la espalda con los que ha ido jugando sin mayores problemas, aunque recientemente también se ha juntado una torcedura de tobillo que le hizo perderse algún entrenamiento y ser duda para el must win game ante los Wizards. “No quiero perderme ningún partido”, asegura el esloveno. Nosotros tampoco queremos que te los pierdas.

Sergi Concha: Estudiante de Periodismo Deportivo. Editor de SweetHoops.com. Puedes escucharme en Banana Boat Podcast.
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