Kristaps Porzingis: Los unicornios existen

Todos los aficionados a la NBA recordamos aquella noche de draft de 2015 dónde los seguidores de los Knicks se llevaban las manos a la cabeza al ver la elección, con el número 4, de aquel completo desconocido en EEUU de nombre impronunciable: Kristaps Porzingis

Silbidos, abucheos, cámaras enfocando a niños llorando, nada era suficiente para mostrar la profunda decepción que sentía todo Nueva York al ver como Phil Jackson había “desaprovechado” su elección con un europeo del que nadie sabía nada.

Rendidos al unicornio

Los lamentos duraron, hasta que se vistió de corto, desde entonces Porzingis sólo ha hecho que demostrar, partido tras partido, cuan equivocados estaban todos los que dudaron de él. Un 2,21 de aspecto desgarbado, empeñado en botar como un base, tirar como alero, machacar como el mejor de los dunkers y taponar como cualquier bestia defensiva.

Pronto lo avisó alguien que sabe de esto, el actual MVP de las finales, Kevin Durant:

“Tenemos a muchos chicos que son atléticos, grandes y fuertes, pero él es un jugador con habilidad. Puede tirar, puede elegir la jugada correcta, puede defender, es un ‘siete pies’ que puede tirar de tres puntos… Es como un unicornio en esta liga. Tienes que respetar lo que está haciendo. Esto es New York, donde todo está bajo el microscopio, pero él está progresando mucho a gran velocidad y seguro que va a ser una fuerza”.

Las dos primeras temporadas del nuevo unicornio de la liga, de gran nivel, siempre se vieron empañadas por el mal rendimiento de su equipo, los continuos líos en los despachos y todo lo referente al traspaso de la estrella del equipo, Carmelo Anthony.

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— Kristaps Porzingis (@kporzee) October 31, 2017

Una vez tanto Carmelo Anthony rumbo a Oklahoma, como Phil Jackson, abandonaron el barco Knickerbocker, este quedaba sin capitán. Quien sino, Kristaps Porzingis, en la que parecía una operación que conllevaría tiempo y madurez, se puso a los mandos de la nave, y de qué manera.

En una NBA cada vez más hecha para jugadores totales, capaces de hacer de todo sobre una cancha de baloncesto, Kristaps está destacando cada noche.

Posiblemente bajados de una nave espacial Giannis Antetoukonmpo y Ben Simmons, comandan junto a Porzingis la nueva era, dónde el letón de sólo 22 años, ya está peleando por todo. A día de hoy, nadie deja de considerar a Porzingis una superestrella NBA, no han hecho falta más que 13 partidos para que demuestre que no le queda para nada grande el liderazgo de una de las franquicias más legendarias de la NBA.

Poniendo su nombre en la historia de la NBA

El jugador de los Knicks estableció algunas marcas históricas en sus primeros partidos de esta temporada, algunos de ellos marcas que se registran en los anales de la franquicia de la Big Apple, otros en toda la NBA:

Esto son sólo números a tener en cuenta, aunque ya ha sido elegido jugador de la Semana por primera vez en su carrera y ha declarado que va a por el premio de “jugador más mejorado”, y por qué no, el MVP.

Kristaps, tiene a los Knicks con un impensable balance de 7-6 a estas alturas, coleccionando exhibición tras exhibición, highliths noche tras noche, y lo más importante, levantando al Madison como hace tiempo nadie lo hacía.

Un día de repente, tapona en su propia canasta, corre la cancha con sus 2,21 y acaba haciendo un mate increíble. La siguiente jornada, con 3,3 segundos en el reloj, coge el balón en el triple, hace saltar a su defensor, amaga el pase y le da tiempo a dejar una bandeja y conseguir la victoria. Da espectáculo, mucho. De momento sus Knicks ganan, y no poco. ¿Cuál es su techo? Nadie lo sabe.

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— Sweet Hoops NBA (@SweetHoopsNBA) November 5, 2017

Phil Jackson dejó a los Knicks en muy mal lugar en su salida, pero algo se debe tener en cuenta, él y sólo él, consiguió descubrir que los unicornios existen.