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Knicks en caída: El método Zen no liga con Manhattan
Los Knicks han comenzado la nueva era de Phil Jackson con un 77% de derrotas en sus trece primeros partidos.
Los Knicks han comenzado la nueva era de Phil Jackson en los despachos de la NBA con un 77% de derrotas en sus trece primeros partidos, o lo que es lo mismo, un margen de 3-10, que les deja penúltimos de la división Atlántica solo por delante del peor equipo de la NBA: los Philadelphia 76ers (0-11). No es ni mucho menos el comienzo que los fans de la Gran Manzana imaginaban, pero aún queda espacio para la esperanza.
Vaya por delante que New York ha tenido mala suerte con las lesiones en lo que va de temporada. José Manuel Calderón, el que se esperaba fuese el timón de unos renovados Knicks, se lesionó el pasado 21 de octubre. El base extremeño ha tenido que vivir rumores de salida cuando no cuenta ni un mes viviendo en Manhattan. Las habladurías de que Rajon Rondo podría llegar no pueden hacer bien a un jugador que no ha encontrado estabilidad desde que salió de Toronto.
Sin el base titular la realidad de los neoyorquinos es muy gris. Sin sistema, faltos de ideas. Excesivamente dependientes de las actuaciones individuales y la triste sensación de que Carmelo Anthony no consigue dar ese paso adelante que le permita evolucionar de anotador a líder, que pueda guiar a un equipo ganador a luchar por un anillo.
Melo promedia casi 24 puntos con un porcentaje de tiro superior al 45%. Sin embargo, cabría destacar su capacidad asistente como una de las mejoras de su juego en las que tiene que trabajar.
Tras su última victoria ante Denver, los Knicks lograron su tercera victoria y el calendario de próximos siguientes ante rivales menos fuertes como Milwaukee o Minnesota arrojaba algo de esperanza a este comienzo dubitativo de los de la Gran Manzana. Sin embargo, parece que para los de la Big Apple no existen rivales cómodos, acumulando otras dos derrotas ante estos dos equipos, lastrados por las lesiones y con equipos que presumiblemente eran inferiores en caché al de los Knicks.
Ante esto, Derek Fisher debe encontrar ya en su rotación las piezas necesarias para estabilizar la nave antes de que los nervios apremien.
Donde hay vida hay esperanza
Las únicas buenas noticias en torno al equipo del Madison vienen de la rotación, con jugadores que se han descubierto como buenos recambios y podrían en algún momento oportuno servir incluso como piezas interesantes para un quinteto alternativo. Es el caso del pívot Jason Smith y del base de segundo año Shane Larkin. Otros jóvenes como Tim Hardaway Jr. o Cleanthony Early hacen vislumbrar potencial.
Incierto parece el futuro de un equipo que tiene un margen de maniobra muy escaso desde su dirección ténica y que a pesar de haberse hecho con los servicios de uno de los mejores estrategas de la historia de este deporte, no parece tener claro el camino a seguir en sus próximos compromisos.