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Kevin Love: Vivir a la sombra del Rey
Jugando solo 2 minutos menos que en Minnesota Love ha bajado su media de puntos en casi 10. Denostado, su futuro al lado de LeBron es una incógnita.
Jugar al lado del mejor del mundo puede ser una bendición y un sueño para muchos jugadores de la NBA, desde luego te hace mejor jugador y te permite estar en la orbita del campeonato, sino que se lo pregunten a Wade, Bosh o recientemente a Irving, pero a Kevin Love esa suerte no parece acompañarle, más bien todo lo contrario.
El pasado verano, Cleveland Cavaliers traspasó futuro por presente. El flamante número uno del draft Andrew Wiggins y la anterior primera elección, Anthony Benett hicieron las maletas rumbo a Minnesota Timberwolves a cambio del pilar fundamental del equipo en las ultimas temporadas, Kevin Love. Este movimiento disparó a los de Ohio en las apuestas para hacerse con el anillo, ya que tras la vuelta a casa de LeBron y los mandos de Irving se unía un Love que venía promediando unos números al alcance de pocos pero que sin embargo no había sido capaz de llevar a su equipo a los playoffs.
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La temporada empezó gris para los Cavs viendo como sus piezas no terminaban de encajar y acumulaban derrotas que les alejaban de la cabeza del Este. Sin embargo, a mitad de temporada se hicieron con tres jugadores que catapultaron a los hombres de David Blatt a ser lo que las previsiones vaticinaban; un equipo temible. La llegada de Iman Shumpert, J.R. Smith y Timofey Mozgov reforzó los lunares que tenía el equipo: defensa, tiro exterior y juego interior, y en un abrir y cerrar de ojos Cleveland se colocó solo por detrás de los Hawks en la cabeza de la Conferencia.
A pesar de realizar una segunda parte de temporada espectacular, sigue habiendo un punto negro en el año de Cleveland. Kevin Love. El ala pívot no ha conseguido acoplarse al sistema de juego que más que Blatt imprime James; la única función de Love en el equipo es abrirse o quedarse posicionado en la línea de tres y lanzar, porque en defensa es de sobra conocido su déficit. Así es bastante difícil ganarse la confianza del entrenador, de la afición y de la estrella del equipo. Love no se siente cómodo en un rol que no sea el de acaparar todo el sistema ofensivo de su equipo como hacía en los Wolves, ahora no es ni siquiera una segunda espada y eso ha provocado un cierto desaire entre el vestuario y el ex UCLA.
Los números lo dicen todo y es que jugando solo 2 minutos menos de lo que lo hacía en Minnesota ha bajado su media de puntos en casi 10 (26.1ppp a 16.8ppp) y en más de 2 la de rebotes (12.5rpp a 10.1rpp) a esto hay que añadirle las declaraciones cruzadas de las últimas semanas que ha habido con “El Rey” donde Kevin ha admitido que el MVP lo merece más Westbrook que su compañero o que no son los mejores amigos y que todavía están buscando la forma de entenderse, mientras que James parece estar frustrado con la actitud de Love y su poca predisposición a integrarse al grupo, además de no aparecer en la mayoría de fotos que suben los jugadores a las redes sociales haciendo piña. Para colmo, la mayoría de ocasiones el entrenador decide sentarle en los minutos finales y recientemente él ha admitido estar jugando con espasmos en la espalda prácticamente desde el inicio de campaña.
Parece claro que Love no ejercerá su opción de jugador para seguir una temporada más en Cleveland y buscará ser agente libre, los rumores apuntan ya a los Knicks o los Lakers como posibles destinos donde, sobretodo en los últimos, podría volver a sentirse el gran referente sin nadie que le haga sombra. Veremos si en los primeros playoffs que va a disputar en su carrera el #0 se revaloriza o sigue mostrando una imagen de un jugador apático y desmotivado.