Este verano vivimos el que, sin duda, ha sido el fichaje más sonado en la liga desde ‘la decisión’ de ‘King’ James de irse a Miami en 2010. Kevin Durant dejaba la ciudad que le había visto crecer profesionalmente hasta convertirse en uno de los mejores jugadores del planeta, para irse al equipo de moda, el equipo ‘ye-ye’, el equipo de los triples imposibles. Los Golden State Warriors.
Con esta incorporación, los de la bahía de Oakland se convertían no sólo en el equipo referencia de la liga, si no también en el máximo aspirante al anillo (si no lo era ya), mejorando incluso los increíbles números de la temporada pasada, la del récord de 73-9, lo cual no es poco decir.
Es cierto que alguna duda surgió en la afición tras las dos duras derrotas en las primeras semanas de competición ante Spurs y Lakers por 29 y 20 puntos respectivamente, pero parece que eso no hizo más que servir de incentivo un equipo que, a partir de entonces, ha cogido velocidad de crucero.
Desde la derrota en LA, los Warriors solo han dejado escapar un partido y se han colocado con un porcentaje de victorias que los llevaría a acercarse mucho al récord de la temporada pasada.
Ningún analista, antes de comenzar la temporada, podía pensar por un instante que un jugador con la inmensa calidad de Durant no fuese a mejorar a los Warriors. Sin embargo, ¿cómo mejorar a un equipo que viene de rozar la perfección, de realizar la mejor temporada regular de la historia, que tiene en su equipo al MVP de las dos últimas temporadas, o a un jugador capaz de meter 60 puntos en sólo tres cuartos, o a uno de los jugadores más completos de la liga como es Green?
Aunque todos tendrían que poner un poco de su parte, parecía obvio que la mejor opción era que Durant se adaptase al estilo de Golden State, y no al revés, aunque para ello tuviese que bajar los números que solía promediar en Oklahoma.
Sin embargo, había una opción más que (casi) nadie había contemplado ¿Y si, no sólo Durant se adaptaba perfectamente al juego de los Warriors, no sólo el equipo mejoraba hasta llegar a unas cotas históricas de excelencia ofensiva, si no que además KD podría realizar la mejor temporada en ataque de su vida?
Quizá esto suene exagerado si hablamos en términos absolutos. La medía anotadora de Durant ha bajado de 28’2 a 26’5 puntos por noche. Además, su número de lanzamientos a canasta (16’9) y su uso ofensivo (27’4%) son los más bajos en toda su carrera.
Pero por otro lado, si hablamos en términos de eficiencia ofensiva, Durant ha alcanzado este año un nivel de excelencia difícilmente alcanzable por cualquier otro mortal.
Esta temporada, KD está tirando mejor que nunca. Lanza con un 55’3% de acierto en tiros de campo, un 61’1% en ‘tiro efectivo’ (estadística que mide la efectividad sumando tiros de dos y de tres mediante una fórmula matemática que compensa el mayor valor de los triples) y un 66’7% en ‘tiro real’ (igual que el ‘tiro efectivo’, pero además le suma los tiros libres). Todos estos datos son los mejores de toda su carrera.
Pero para tener estos porcentajes, ¿en qué se basa su juego?, pues bien, quizá la pregunta debería ser: ¿en qué no se basa? ya que parece que al ex de los Thunder no hay nada que no se le de bien. Da la impresión de ser capaz de atacar el aro de mil maneras diferentes y todas con la máxima eficacia.
Aclarado
Una de las grandes armas de Durant. Produce 1’21 puntos por cada posesión en que realiza esta jugada (ppp), tan solo superado por Isaiah Thomas (1’32) y Kyrie Irving (1’26) en toda la liga. Además, está lanzando con un 50’9% de efectividad en este tipo de jugada. El año anterior con Oklahoma promediaba 0’99 puntos por posesión y un 44’1% de acierto.
En transición
Si algo les gusta a estos Warriors, además de tirar triples, es correr. Lideran la liga en esta categoría Blake Griffin y DeMarre Carroll, ambos promediando 1’45 ppp, y pisándoles los talones encontramos a Durant con 1’44, y con un porcentaje del 66’7%. [Año anterior: 1’32 ppp y 62’3%]
Al poste
Tampoco la técnica de los hombres altos le es esquiva. Jugando de espaldas al aro también lo encontramos entre la élite de la liga, promediando 1’07 ppp, tan solo por detras del jugador de los Jazz, Derrick Favors (1’12) y con un acierto del 55’6%. [Año anterior: 1’23 ppp (1º de la liga) y 60’9%]
Tiro tras bloqueo
En la especialidad de tirar tras salir de un bloqueo, podríamos decir que Durant tiene al enemigo en casa, ya que el mejor jugador de la liga en esta categoría es su compañero Stephen Curry, promediando 1’57 ppp. Aun así, los 1’16 ppp de KD le sitúan como el tercero mejor de la liga, tras el propio Curry y Gordon Hayward (1’37), con un porcentaje del 50%. [Año anterior: 0’97 ppp y 45’3%]
Tiro liberado
Si algo caracteriza al juego de los Warriors es el movimiento de balón, lo que permite un gran número de tiros liberados. A pesar de esto, en esta categoría no encontramos a Durant en el podio de la liga, formado por Channing Frye (1’55 ppp), Pau Gasol (1’49) y George Hill (1’47). Sin embargo, sus 1’35 ppp le sitúan en un honroso noveno puesto de la liga, con un excelente 68’9% de acierto en este tipo de tiros. [Año anterior: 1’13 ppp y 56’4%]
Este es sólo parte del repertorio de ‘Durantula’, pero más que suficiente, por sí solo, para hacer a cualquier equipo aspirante a todo. Y si además le unimos a los Curry, Thompson, Green y compañía, lo único que podemos hacer es sentarnos en nuestro sillón y disfrutar de este equipo, llamado a hacer cosas históricas.
*Datos sacados de Stats.nba.com. Filtro de al menos dos intentos de cada tipo de jugada por partido.