El base de los Houston Rockets y fenómeno social desde hace dos temporadas, Jeremy Lin, disputó este domingo un partido muy especial. Su equipo se trasladaba a Taiwan, la tierra de sus padres para medirse a los Indiana Pacers dentro del grupo de amistosos NBA Global Games.
Lin, que conmocionó al mundo en la primavera de 2012 con una gran explosión de juego en los Knicks después de ser un jugador de segunda, lució bien en tierra asiática, acabando el encuentro con 17 puntos, 4 asistencias, 3 robos y un notable 3/4 desde el triple, para ser el principal protagonista en la victoria de su equipos (98-107).
Por cierto, pese a haber pasado dos años de la explosión del jugador y que la pasada campaña el base no luciera a su mejor nivel, el fenómeno de la ‘Linsanity no ha acabado’, este mismo octubre saldrá a la luz un documental en el que se cuenta la historia de Lin, cenicienta particular de la NBA.