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Jason Kidd 'planta' a los Nets y se va a Milwaukee
Kidd hace las maletas y emigra al frío estado de Wisconsin, donde dirigirá a los Milwaukee Bucks, en un proyecto sin tantas urgencias y con más recorrido.
Prematuramente. Éste sería el adverbio perfecto para describir el periplo de Jason Kidd al frente de los Brooklyn Nets. Uno de los proyectos más ambiciosos que se recuerdan, al menos económicamente -102,5 millones comprometidos en 2014 y ya 88,5 en 2015- termina de una forma prematura e inesperada después de la fuerte apuesta de Prokhorov por un entrenador novato, en un desaire de los que pocos se recuerdan en un entrenador de tan poca trayectoria.
Kidd hace las maletas y emigra al frío estado de Wisconsin, donde dirigirá a los Milwaukee Bucks, en un proyecto sin tantas urgencias y con más recorrido, pero en un mercado más pequeño, y en un lugar donde se necesitará paciencia y donde no gozará de los privilegios que buscaba y por los que se precipitó su salida de los Nets.
Porque cabe recordar que la situación se bloqueó en el momento en que Kidd, tras un primer año dubitativo, buscó convertirse en el presidente de operaciones deportivas, sin éxito alguno, puesto que Prokhorov prefirió dejar al actual general manager, Billy King, en el puesto. Además, le abrió la puerta de salida, al permitirle negociar con otros equipos.
Compensación para Brooklyn
Así, después de varios días de negociaciones entre ambos equipos, Kidd se marcha a los Bucks, mientras Brooklyn recibirá dos segundas rondas de draft, una de 2015 y la segunda de 2018 o 2019. Pero, paradójicamente, no pasará de ser un entrenadro principal, sin los privilegios que buscaba en los Nets. De esta manera, no se comprende bien su movimiento, pues llega a un equipo sin pretensiones deportivas en estos momentos.
Eso sí, será el encargado de hacer evolucionar a todo un Jabari Parker, novato pero con pretensiones de estrella, o a Giannis Antetokounmpo, un diamante por pulir, del que todavía no se sabe con certeza en qué posición jugará. Kidd asume así los mandos de un equipo con necesidades distintas al anterior, pero aunque no se le demanden resultados, tendrá que dar un paso al frente y dar razones para su continuidad; sus primeros pasos como entrenador principal no han sido los mejores.