Nos quedamos sin Finales. Esta afirmación, que también podría plantearse en forma de pregunta, es la que sobrevuela ahora mismo a todos los aficionados de la NBA. Los Warriors se impusieron 118-113 a los Cavaliers en Ohio para poner el 3-0 en la eliminatoria. El mismo partido decisivo que hace un año bordaron los Cavs para comenzar a trazar una remontada que acabó llevando el anillo a la cuna de LeBron.
Pero como se ha ido viendo, este curso es distinto, y principalmente lo es por Kevin Durant. El alero anotó un triple frío y decisivo que impulsó un parcial de 11-0 en los segundos finales. Los Cavs, que se habían mantenido en el partido con ventajas en el último cuarto gracias a otra actuación sobrehumana de LeBron y unos minutos de circo de Kyrie Irving (77 puntos entre ambos), erraron 8 tiros al final.
Y es que viendo el partido daba la impresión de que, a pesar de mucho sacrificio, este le tocaba llevárselo a los Cavs. Tuvieron sus ventajas y cambiaron algo las fórmulas (Tristan Thompson jugó bastante menos, mientras que Korver disputó más minutos). Como resultado de este small-ball, los Cavs mejoraban en el primer tiempo sus registros en los rebotes de ataque, principalmente gracias a Love y LeBron.
Pero nada fue así. Si hace un año pasó a la historia la imagen de LeBron taponando a Iguodala, este será recordado por la mano que metió el MVP de las Finales de 2015 sobre James con 116-113 en el marcador para desbaratar las opciones de prórroga. Antes había sucedido lo de siempre, Curry (26) y sobre todo el criticado Klay Thompson en los partidos anteriores (30) vieron el aro como una piscina, pero fue por encima de todo el nuevo invitado en este duelo clásico, Kevin Durant (31 puntos y 57% de acierto en triples) el que rompió la igualdad.
En los últimos días se está hablando sobre si KD puede reclamar el puesto de mejor jugador actual sobre LeBron dadas sus actuaciones. El debate está encima de la mesa, pero quizá haya que darle una temporada más para abordarlo con más bases. Lo que es cierto es que aquellas Finales de 2012 entre los Heat y OKC que acabaron con un LeBron consolando a un joven Durant, ahora se están dando la vuelta.
¿Ganará algún partido Cleveland?
El viernes de madrugada podremos ver un capítulo más de estas por ahora descafeinadas finales. Los Warriors ya son el primer equipo con un 15-0 en PlayOffs, y pueden cerrar el anillo con un 16-0. Sería una gran victoria para ellos, pero quizá una anomalía monótona que costaría ver para muchos aficionados. Es lógico pesar que los Cavs tienen capacidad y orgullo para ganar al menos un partido, pero la experiencia hasta ahora nos ha dicho que incluso cuando lo tenían de cara como el de este miércoles, acaba decantándose por la cantidad de armas de un equipo de videojuego. Veremos si esto acaba demasiado pronto.