Toda la fe que une a Jabari con Chicago

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El 26 de junio de 2014 los Milwaukee Bucks seleccionaron a Jabari Parker (1995) como segunda elección del Draft por detrás de Andrew Wiggins. El alero, formado en Duke durante un año, era para muchos la verdadera joya de aquella camada de rookies de órdago. Así lo eligieron sus propios compañeros, que lo veían como favorito para el ROY en la encuesta previa de la temporada.

Cuatro años después, Jabari ya no jugará para Milwaukee. Los Chicago Bulls le han ofrecido un contrato de 40 millones en dos años, la segunda con opción de equipo, que los Bucks no han querido igualar. Jabari volverá a su ciudad natal, donde creció en uno de los barrios más humildes a pesar de que su padre Sonny Paker, antiguo jugador NBA, pudo tener la posibilidad de salir de aquel distrito.

La historia de Jabari en la NBA ha sido hasta ahora completamente injusta. Tras 25 partidos en su primer año, una rotura del ligamento cruzado anterior contra los Phoenix Suns lo dejó fuera. Volvió comenzada la temporada 15/16 donde elevó sus prestaciones. El curso superior, ya superado por la figura de Giannis como verdadero referente del equipo, promedió 20 puntos, dejando ver todo lo que prometía. Pero de nuevo su rodilla izquierda. En febrero de 2017 una resonancia advertía de un nuevo desgarro del mismo ligamento con opción de rotura. No volvería hasta hace unos meses, en febrero de este año. En total, Jabari solo ha disputado 145 de 328 partidos posibles en Regular Season.

Palo para los Bucks: Jabari Parker se perderá todo lo que resta de temporada

Con todos estos partidos perdidos, es comprensible que los Bucks no quisieran igualar la oferta de los Bulls. El fichaje de Jabari deja al equipo de la ciudad del viento con un roster joven: Dunn, LaVine, Markkanen, Portis y el novato Wendell Carter Jr., al que ahora se suma Paker como punta de lanza. La ciudad donde nació le dará la oportunidad de mostrar su mejor nivel, el que todavía no hemos podido ver. Algo que todos estamos deseando.

Creciendo en el barrio más conflictivo y entrenando en la Iglesia

Jabari creció junto con su familia en el South Side de Chicago, y en concreto, en el barrio de South Shore, la zona más deprimida y conflictiva. Allí, el salario medio no supera los 23.000 dólares al año, por los 52.000 que tiene de media el país. Un terreno donde las bandas y los jóvenes afroamericanos descarrilan.

Sonny Parker decidió volver a su barrio tras jugar 6 años en los Warriors de mediados de los 80 y fundó una organización para ayudar a través del deporte a los más jóvenes. No quería sin embargo jugársela con sus hijos, a los que recomendó entrenar en las instalaciones deportivas de la iglesia mormona a la que estaba adscritos en lugar de visitar los playgrounds, donde un roce mal encarado podría convertirse en una trifulca.

Jabari contó algunas de sus experiencias en este barrio en una columna en The Player’s Tribune poco después de llegar a la liga:

«Salía de mi casa a por unas patatas fritas y una bebida, pero antes de llegar a la tienda, sonaron los disparos. Me tiré  al suelo por unos segundos y luego comencé a correr de regreso a casa»

La vida del joven Jabari se centró en la iglesia y el baloncesto, ajeno siempre a aquella espiral. Se formó en el instituto Simeon, el mismo que Derrick Rose, y llamó la atención de Duke, que acabaría siendo su trampolín a la NBA tras ganarse todos los focos con unos promedios de 19 puntos y 9 rebotes.

Su fe es el otro gran pilar sobre el que ha sustentado sus meses de recuperación de las lesiones. Parker está ordenado sacerdote, algo normal entre los mormones al cumplir los 16 años, y ha realizado bautismos, una profunda fe que ahora le lleva de vuelta a Chicago, seguramente la única ciudad que pueda sacar lo mejor de sí para que, como su padre, vuelva a ser el ejemplo de que con constancia se puede salir de los ambientes más peligrosos.

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Víctor Millán: Escribo mucho y soy de Zaragoza. Director de Sweet Hoops.
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