Isaiah Thomas y Tyler Ulis: ¿una nueva era de bajitos en la NBA?

Este domingo contemplamos uno de esos choques que, aunque no decisivos, nos dejaron algunas de las escenas que se colarán en la hemeroteca de esta temporada NBA. Boston Celtics y Phoenix Suns se enfrentaban en Arizona.

Al frente de los Celtics, Isaiah Thomas, All Star y dueño esta temporada del segundo mejor registro anotador (28,7 puntos), con 43 partidos seguidos este curso por encima de los 20 puntos, y todo ello midiendo solo 1,75.

Para el base de los de verde no hacía falta presentación, pero sí para el hombre que le robó la noche. Tyler Ulis, rookie procedente de Kentucky que hasta ahora no había tenido mucho protagonismo, pero que esta noche se destapó con 20 puntos y un buzzer-beater inesperado aprovechando un (aún más inesperado) error de Thomas.

What. An. Ending!!! pic.twitter.com/LRnmGGOlUq

— Bleacher Report (@BleacherReport) March 6, 2017

Ulis (también 1,75 de estatura) protagonizó también con Thomas una escena un tanto peculiar. Ambos tuvieron que realizar un salto entre dos, posiblemente, el sucedido entre los dos jugadores más bajitos de la historia de la NBA. 

The jump ball we've all been waiting for pic.twitter.com/jZddfFTZlb

— NBA (@NBA) March 5, 2017

Ambos jugadores, cada uno en su medida, representan la pujanza que en cierto modo la NBA ha devuelto a los jugadores de escasa estatura. Normalmente, el basket y la NBA en particular, ha desdeñado a estos jugadores salvo excepcionales casos de talento. Su número en la NBA actual no es ni superior ni inferior a otras épocas, pero sí que está claro que, tras unos años sin un referente ‘bajito’ claro, hoy la liga cuenta con varias excepciones. Y puestos a buscar razones, quizá el protagonismo del triple y el juego exterior tan presente en la actualidad tenga algo que ver. Aunque la presencia también cada vez más destacada de hombres altos que tiran bien de fuera neutraliza esta tesis.

Tanto Thomas (número 60 del Draft de 2011), como Ulis (número 34 de 2016) fueron drafteados en puestos bajos. Y la carrera hasta ahora de Thomas, hecho un trotamundos hasta despuntar en Boston, es también una buena muestra de la inestabilidad de estos jugadores en una liga de gigantes.

Hoy podemos ver otros jugadores que aunque más altos, tampoco dejan de ser personas con una altura normal, como Yogi Ferrell o JJ Barea, ambos con 1,83 en Dallas.

Del caso Boykins a los ‘bajitos’ que la meten para abajo

En la historia reciente, nos encontramos con el caso de Earl Boykins (1,65), que pese a ser un trotamundos, consiguió en 2007 firmar una temporada por encima de los 15 puntos de media. Poca broma.

Jugadores como Nate Robinson (1,75) o Spub Webb (1,68) han contribuido a la función de cuasi-rara avis mediática de los bases de más escasa estatura. Ambos firmaron temporadas de importancia para sus equipos, pero si por algo se les recordará, es por llegar a meterla para abajo y demostrarlo en el Concurso de Mates.

Mención aparte merece Muggsy Bogues (1,60), ídolo en Charlotte durante casi 10 años y parte del elenco inmortalizado de una época en Space Jam. Y también, como no, Calvin Murphy (1,75), jugador de Rockets en los 70 y uno de los pocos (ahora junto con Thomas) que con menos de seis pies puede presumir de haber sido All Star.