Memphis Grizzlies: Los invitados inesperados

Todos los años hay algo en la NBA que se repite. Un equipo de los que se espera que tenga que pelearse por uno de los últimos puestos finales de PlayOffs se mete de lleno al principio como uno de los mejores equipos de su conferencia y de la liga. El año pasado, ese equipo fue Portland, pero este año Memphis quiere ser el invitado a la fiesta, demostrando ser la amenaza que parecía haberse apagado ya.

Para empezar, nada mal. Cinco victorias y todavía ninguna derrota, lo que es el mejor inicio de sus 19 temporadas de historia y que le coloca como el mejor equipo de toda la NBA, empatado con su rival de Conferencia y División, Houston Rockets, que ha arrancado con un 6-0 de parcial.

Para que los Grizzlies hayan conseguido ese inicio se han dado tres factores clave. Primero, ninguna lesión en ningún jugador importante. Todos están y lo están haciendo bien. Segundo, este Marc Gasol es seguramente el mejor que se ha visto en toda su carrera. En todos los sentidos: en ataque y en defensa, bajo los tableros, asistiendo, leyendo el juego… Es el líder claro de Memphis y además lo está demostrando, algo que le había costado en los últimos años. Tercero, todos parecen haberse adaptado a su rol de una forma muy rápida. Marc de líder, Z-Bo arrasando en la pintura, Conley controlando el juego, Allen dirigiendo la defensa de perímetro y provocando contraataques, Carter dando el punto de veteranía y algo magia desde el banquillo necesario… Parece incluso demasiado bonito para ser verdad.

El resultado de todo esto es un rodillo contra los rivales con un juego que aún no está pulido, y eso tiene un gran peligro: las lesiones. Es la segunda vez que lo remarco pero es que a los Grizzlies, como a los Blazers, Nuggets y otros equipos no-candidatos al anillo que han dado mucho que hablar entre los poderosos; la lesión de uno de sus jugadores clave (como les pasó el año pasado con la baja de Marc) trastoca por completo al equipo.

Hace dos temporadas se quedaron a solo un paso de meterse en Las Finales, pero delante tuvieron a unos Spurs a los que solo Miami con un punto de fortuna -y de magia de Ray Allen- pudieron ganar y para ello tuvieron que remontar unas Finales que tenían perdidas en el último cuarto del sexto partido. Lo curioso, es que de los últimos cuatro años, tres veces fueron eliminados con un 3-4, siendo la única que no la del enfrentamiento ante los Spurs que mencionaba antes.

Aún es pronto para hacer cábalas, quedan más de 70 partidos por jugar y todo puede cambiar. Portland también parecía invencible en los primeros 50 partidos del año pasado y conforme se acercaron a los Playoffs se deshincharon. También de Denver se especulaba si podía ganar el anillo un equipo sin ninguna estrella, con cinco titulares de más o menos el mismo nivel. Y, además, en la Conferencia Oeste es difícil incluso pasar dos rondas teniendo al mejor equipo. Pero estos Grizzlies llevan varios años esperando su oportunidad y, de momento, han conseguido el mejor inicio de su historia. ¿Por qué no dejar a los aficionados de Memphis soñar?

Alberto Losa:

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