La NBA ha estado, estos últimos años, capitalizada por Cavs y Warriors, y parecía que su supremacía no cesaría. Sin embargo, ciertos equipos se postulan como posibles regicidas en sus respectivas conferencias. Los que más posibilidades de cambio de Finales está planteando son los Houston Rockets, con el mejor récord de la NBA y, por consiguiente, mejor que el de los vigentes campeones, los Warriors.
El equipo de Mike D´Antoni han sabido callar a aquellos que desconfiaban del fichaje de Chris Paul y como su llegada modificaría el rendimiento de su jugador franquicia, James Harden. Lo cierto es que el base de Wake Forest le ha venido de perlas a un Harden que está jugando mejor que nunca y es el destacado candidato al título MVP.
Houston Rockets 2017/2018: El cohete de Harden tiene un nuevo copiloto
Segundo mejor equipo en ataque, decimosegundos mejores en defensa, segundos en el SRS (una estadística que mide la diferencia de puntos anotados y recibidos, teniendo en cuenta la dificultad del calendario), acumulan 16 victorias seguidas, la racha de partidos ganados más alta en la actualidad y no tiene pinta que vayan a dejar de pisar el acelerador. Ahora, la cuestión que todos nos planteamos es: ¿Son realmente candidatos, podrán con los Warriors o solo son un espejismo de alternativa? A continuación, exponemos los motivos por los que se pueden dar cualquiera de los dos escenarios:
LOS PORQUÉS DE SER UN CANDIDATO REAL
El ataque más eficiente de la liga:
Son el equipo que más puntos anotan por 100 posesiones, un dato que los coloca a la cabeza en la efectividad de un ataque demoledor. Harden con 31.2 es el máximo anotador de la liga, además de todo lo que aporta que no sean puntos, sumados a los otros cuatro titulares que aportan 10 puntos o más cada uno, tenemos un quinteto que suma 87 puntos por partido, una auténtica salvajada sabiendo que también tienen uno de los banquillos más anotadores de la liga. Un lujo de ataque que se sustenta en el movimiento de balón y en la calidad de sus tiradores.
Un dato a tener en cuenta y que muestra la eficiencia de los Rockets en los uno contra uno y en jugadas individuales es que son el cuarto equipo de la liga que menos asistencias da, lo que hace ver que la mayoría de puntos vienen de jugadas en las que no interviene un segundo jugador para facilitar el tiro, algo que, si bien muestra cierto egoísmo en los jugadores de los Rockets, también demuestran su talento a la hora de anotar.
Un banquillo muy anotador:
Como ya hemos dicho antes, los Rockets son el equipo que más anota por 100 posesiones. Es cierto que los titulares suman muchos puntos pero, ¿y los suplentes?. Pues nos encontramos con uno de los banquillos con mejor rendimiento de la liga. Liderados por un Eric Gordon que roza los 19 puntos por partido, nos encontramos con jugadores como Gerald Green, Mbah a Moute, P.J. Tucker o Joe Johnson que, teniendo menos minutos que las principales estrellas de Houston, son vitales en las victorias de los tejanos. En total, el win share del banquillo es de un total de 12.4, una cifra que los sitúa entre los mejores banquillos de la NBA.
Harden, un jugador diferente:
El hecho de que Harden esté por tercer año consecutivo en la cabeza por la lucha del MVP habla mucho de cómo está jugando. Esta temporada, 31.2 puntos, 5.2 rebotes y 9 asistencias que le valen para tener casi en su mano el trofeo a mejor jugador de la temporada. Y es que, en estas tres últimas temporadas promedia casi 30 puntos, más de 9 asistencias y 6 rebotes, con 44% en tiros de campo y 36% desde el triple. También hay que destacar que, pese a ser múltiples veces caricaturizada su defensa por algunas acciones cómicas en las que no se esforzaba por frenar los ataques rivales, su defense win share esta temporada es de 2.7 de las 12.3 que ha aportado, y tiene un total en esta estadística de 18.8 con la franquicia de Houston. Es, de hecho, uno de los jugadores con mayor win share de los Rockets, el tercero (82.7 victorias), solo por detrás de Calvin Murphy y Hakeem «The Dream» Olajuwon.
Lo sorprendente es que todo esto lo ha hecho en tan solo 6 años con los Rockets, lo que hace pensar en todo lo que conseguirá si se queda toda su carrera en el Toyota Center. Cuarto en puntos, segundo en asistencias, primero en porcentaje en triples, segundo en tiros libres anotados, quinto en robos, primero en el ratio de eficiencia… y todo esto sin estar en el top 10 de jugadores con más partidos con Houston. Su legado es y será legendario en los Rockets y en toda la NBA.
Con todo eso, Harden está mejor que nunca y es el líder indiscutible que avanza imparable en la conferencia más difícil y que se ha puesto más competitiva que nunca, lo que nos indica el superlativo rendimiento de estos Rockets y, por tanto, de «The Beard».
Chris Paul, el complemento ideal al cohete:
Parece que han encontrado en el veterano base el combustible para hacer que la nave tejana por fin vuele en dirección Saturno y sus anillos, y es que Paul no se podía adaptar mejor: 18.8 puntos, 5.6 rebotes y 8.1 asistencias en su primer año con los Rockets, CP3 baila al son de Harden y parecen ser la mejor pareja de baile de la liga, con un rendimiento combinados que no se pronosticaba pues, en cualquier predicción, se anticipaba que ambos saldrían perjudicados estadísticamente de su alianza, pero parece haber sido una metedura de pata importante, pues juntos juegan mejor que separados. Chris, acostumbrado a un baloncesto centrado en filtrar balones a dos interiores dotados de un gran físico pero que nunca brillaron en los momentos clave, ha encontrado por fin un sistema donde su aliado entiende el baloncesto como él.
Ya ha aportado 8 victorias a los tejanos en su win share y está en un máximo de carrera en tiros libres, rebotes y porcentaje de sus tiros efectivos. Un jugador efectivo a ambos lados de la pista, que tiene experiencia en playoffs y, desde luego, está ayudando en esta expedición de los Rockets en busca de un anillo
D´Antoni y su orquesta:
Mike es un tío listo. Ya ha entrenado en Denver, Los Ángeles, New York y Phoenix (con los Suns mejor entrenador del año en la temporada 2004-2005), pero parecía que, tras salir de la franquicia de Arizona, no encontraba una zona de confort, pero tiene pinta de que en Houston la ha hallado. La mejoría de los Rockets pre-Antoni a post-Antoni es tremenda, y este año lo es aún más. Le gusta un movimiento de balón rápido, una estrategia que popularizó en aquellos Suns de Nash y que hoy en día es pan de cada día. Con Harden de ejecutor y Paul de jefe de la orquesta, ha diseñado un equipo a medida para destruir al dragón invencible de la bahía que ya han vencido por partida doble en esta regular season. A pesar de que es una realidad que están aflojando, parece que es este año cuando los Rockets por fín le plantará cara al enemigo número 1 de toda la NBA
LOS PORQUÉS DE SU IMPOSIBILIDAD DE GANAR EL ANILLO
Warriors, rival supremo:
Es el equipo a batir ahora mismo. No hay ninguna otra franquicia que imponga tanto miedo en las canchas rivales como los Warriors. Tienen probablemente la mejor plantilla de la historia de la NBA y con jugadores en su mejor estado de forma, como Durant o Curry. Son el equipo que más anota, segundo con el mejor rating en ataque y el octavo mejor en rating en defensa y dos jugadores con más de 25 puntos. terceros mejores en ritmo… Ya no solo son datos, son hechos que nos han dejado claro que más que un equipo, se han convertido en una dinastía imparable. En el camino de Houston a las Finales tiene que eliminar sí o sí a los Warriors, pues parecen hoy el día el único equipo que puede plantarle cara en toda la liga. En el hipotético caso de pasar, saldrán extra motivados, pero seguramente cansados y heridos de una gran batalla. De momento, ya le han ganado por partida doble este temporada, veremos en playoffs.
Una Conferencia Oeste muy salvaje:
Entre tercero y sexto hay partido y medio, y al octavo tres partidos y medio. Todo puede cambiar en esta súper competitiva conferencia en la que cualquier equipo es capaz de hacérselo pasar mal a los top del Oeste. Nuggets, Thunder, Jazz, Clippers o incluso Spurs o Wolves son potenciales rivales de unos Rockets que pueden salir magullados de estos cruces y, en el más que probable caso de que pasasen de ronda, todo se hará incluso más competitivo. Si bien los Warriors es la punta del iceberg, para llegar hay que avanzar por toda una montaña de hielo que hace todo lo posible por derribarte.
Dependencia del dúo dinámico (y de Capela):
Es obvio que Harden y Paul son las piezas claves del equipo y que, por lo tanto, cuando uno de los dos no está el equipo sufre. Los playoffs exigen mucho físicamente y quien sabe, las lesiones esta temporada no han dejado de acosar a jugadores relevantes. La realidad es que casi todos los equipos han tenido o tienen uno de sus jugadores más importantes lesionado. Ya le pasó a los Rockets, pero quien sabe la voluntad de la dichosa fortuna. Además, el cansancio puede hacer mella en el cuerpo de Chris Paul, que ya no es tan joven como antaño en New Orleans.
A estos dos jugadores también podemos sumarle la tremenda influencia de Clint Capela en el equipo. 8 de wins share, 14.4 puntos y 11 rebotes, 1.8 tapones, 65.5% en tiros de campo y un 3 en el más menos, datos que muestran lo tremendamente infravalorado que está el pívot de los Rockets. Su aportación a Houston es innegable y es más que evidente que se merece una renovación por el tremendo esfuerzo ofensivo, reboteador y sobre todo defensivo que está aportando.
Demasiado lentos para esta NBA:
No hay que malentender esto, los Rockets tienen un ritmo promedio en la NBA, pero van a tener un problema contra equipos con mucho mayor ritmo, como los Warriors, los terceros en este ránking, por la decimosexta posición de los de Houston. Y es que, si bien se asemejan al equipo de La Bahía en una cantidad tremenda de tiradores y puntos por partido, sumado a su intimidante defensa, se diferencian en que en los Warriors todo surge de manera espontánea y veloz. Mientras, en Houston, las cosas no son tan rápidas. Son un equipo con más paciencia, que prefieren las jugadas de «isolation» y que susodicho jugador, normalmente Harden, se tome su tiempo para ejecutar a su víctima. Esto, si bien no tiene por que ser un problema, puede convertirse en uno si la serie se prolonga, pues son estos pequeños detalles los que pueden acabar de inclinar la balanza.
Es cierto que estos Rockets están haciendo historia y es un hecho, pues tan solo tienen 15 derrotas hasta ahora. un hito sorprendente, pero quizá nos estemos excediendo al osar acabar con el imperio de los Warriors. Todo se tendrá que ver cuando las verdaderas batallas sean luchadas y entonces, y solo entonces, sabremos si estos Rockets eran solo una odisea que se queda a la deriva, o si realmente son un cohete que se dirige a lo más alto de la galaxia baloncestística.