Mejor temporada de Rockets, de Raptors, unos Celtics milagrosos… y sin embargo, al llegar a la pantalla final, el videojuego muestra a los mismos personajes. Seguramente porque sean los que más superpoderes tengan.
Los Golden State Warrios se impusieron este lunes a los Houston Rockets a domicilio en el séptimo partido de las Finales del Oeste, venciendo por 92-101 tras llegar a acumular una desventaja de 15 puntos. Clasificados, se encontrarán una vez más en la Final con LeBron James y sus Cavaliers, quienes hicieron lo propio con los inefables Celtics, a los que pareció poder su juventud en el juego definitivo. Lo que estamos viendo es histórico (ya lo era cuando se midieron por tercera ocasión el año pasado), pero es que además no se habían visto dos finales de conferencia con séptimos partidos desde 1979.
Ambos llegan tras superar temporadas complicadas, especialmente en los Cavs, donde tras cambiar al equipo por completo en invierno han exprimido a LeBron hasta hacer habitual que juegue los 48 minutos. Los Warriors, por su parte, encontraron por fin un rival digno en el Oeste; pero estos Rockets, lastrados sin Chris Paul, ya no lo eran tanto.
Todo cambió durante Regular Season para que nada cambiara al final.
Houston mata al triple y murió al triple
Como decimos, sin CP3, los Rockets pese a esto plantaron más que cara a los Warriors. Al descanso vencían 54-43 tras acumular una ventaja que llegó a subir a los 15 puntos.
Clint Capela y PJ Tucker se comían a los Warriors al rebote -tanto ofensivo como defensivo- y por un momento la eliminatoria pareció quedar encarrilada, con Klay Thompson además con problemas de faltas y un Durant que parecía estar desubicado. Eric Gordon, brillante en los primeros minutos, hacía que la baja de Paul quedara anulada. Pero no amigos, como ya ocurrió en el sexto y ha pasado durante estos Playoffs, el tercer cuarto mortal de los Warriors volvió a aparecer: 33-15 en ese parcial y los Rockets viendo como languidecían tras casi alcanzar la proeza.
En este parcial influyeron notablemente los triples de Stephen Curry en el cuarto (acabó con 27 puntos y 7/15 desde el triple) la recuperación de un Durant que aprovechó su emparejamiento con Gordon, y la lectura de partido de Kerr, que en el cuarto periodo apuró para limitar las opciones de remontada de Houston con un ‘hack-a-Capela’. Su 42% de acierto en el tiro libre en la eliminatoria lastró varios ataques, hasta que los Rockets murieron.
Sin embargo, si bien esta crónica titula por el ‘hack-a-Capela’, sería injusto decir que los Warriors no fueron mejores que los Rockets. Sí que simboliza, no obstante, lo mucho que tuvieron que remar para remontar el partido. El verdadero causante de la demolición de la ventaja fueron los propios Rockets y el planteamiento de D’Antoni. O mejor dicho, que el equipo ya no tenía gasolina para más.
El equipo que más tira de tres de la liga empezó el partido con un 6/14 desde la larga distancia, a lo que siguió una serie de 27 lanzamientos sin acierto ninguno. Al final, 7/44 desde la línea de 3, insuficiente para ganar un partido al mejor equipo de los últimos años.
D’Antoni apostó por mantener su carta: lanzar triples sin parar, pero el cansancio de sus jugadores y su rotación de apenas 8 hombres (y Joe Johnson y Anderson solo sumando 13 minutos entre ambos) dieron al traste con la intentona. No se puede decir que sea una decisión mala, los Rockets hicieron lo que han hecho durante todo el curso, y si en aquella paupérrima serie de 27 triples errados hubieran entrado 2 consecutivos, el rumbo del partido podría haber cambiado. No fue así, y los Warriors cerraron el partido.
Pese a esto, hay que nombrar a unos Rockets que fueron mucho más que Harden (44 pts). Capela (20+9) dominó la primera parte, mientras PJ Tucker (14+12+ 4 robos) estuvo presente en todos los lugares de la cancha junto con Gordon (23). Murieron matando y muertos por el triple, y quién sabe qué podría haberles pasado con CP3 en cancha. La suerte del campeón.
Este jueves se inician las finales entre Cavs y Warriors, las enésimas entre ambos, esta vez simbolizadas de la forma más pura por ‘El Superhombre’ vs. ‘El Superequipo’. Los Warriors son claros favoritos, pero solo diremos que queremos que esto empiece ya.