Los Warriors han batido ya casi todos los récords habidos y por haber en tres fulgurantes años, tiempo que les ha otorgado dos anillos y unas Finales en las que ya estaban cogiendo el tamaño de la sortija en sus dedos tras ir 3-1 arriba. El equipo de la Bahía además, estableció una nueva marca histórica tras finalizar con un balance de 73-9 en la temporada regular anterior y un 16-1 en los recientes Playoffs.
Parece difícil superarse, pero más difícil parece intentar averiguar donde está el verdadero techo de este “super team”, como diría LeBron. La llegada de Durant les ha dado un sinfín de variantes en un ataque ya de por sí temible y una seguridad en defensa donde hasta entonces Klay e Iguodala tenían un trabajo extra.
Un verano con mucho dinero en juego
Pese a lo que pueda parecer, conseguir un título no implica tener un verano relajado, ni mucho menos, y en el caso de los Warriors este es uno de los veranos más importantes en los últimos años, ya no por posibles refuerzos, sino por retener a algunas de las piezas más fundamentales de la plantilla. Por orden de importancia: Stephen Curry, Andre Iguodala, Shaun Livingston, Zaza Pachulia, David West, Ian Clark, Javale McGee y Matt Barnes, finalizan contrato y Kevin Durant cuenta con una “player option” por algo más de 27 millones.
Con todo esto, los de la Bahía tienen algo más de 68 millones comprometidos para la temporada que viene, pero con la renovación de Curry, que triplicará su salario, ya casi se rozará el tope.
Eso sí, no hay ni habrá ningún culebrón en torno a Steph, ni siquiera suenan equipos que busquen proponerle una millonaria oferta para que sea el pilar del equipo, porque no se concibe unos Warriors sin Curry ni a Curry sin los Warriors, por tanto en ese aspecto no hay debate. Tampoco lo hay en los emolumentos que vaya a recibir, el máximo al que aspira un jugador con su experiencia en la liga, un máximo que merece desde hace años pero una renovación maestra en los despachos del Oracle hace unos años, cuando el base era propenso a lesionarse los tobillos lo impidió en su momento. Ahora firmará por unos 209 millones y cinco años, siendo el primero de 36 millones y progresivo. Merecido, no hay más.
El caso de Kevin Durant tampoco parece que vaya a darle muchos dolores de cabeza a Bob Myers, según adelanta Chris Haynes, el actual MVP de las Finales se saldrá de esa opción de jugador para volver a firmar con los campeones. Ya dejó claro por activa y por pasiva que aceptaría algo menos que un máximo con tal de que el equipo pueda afrontar el resto de gestiones. El interrogante está en la duración del contrato y el montante total.
Con el que puede haber más problemas es con Iggy. Si hace unos días se daba por hecha su continuidad por unos 10-12 millones anuales y un acuerdo multianual, hoy mismo el periodista Shams Charania aseguraba que escuchará cualquier propuesta de otros equipos en la agencia libre. A sus 33 años y tras unas grandes Finales, es posible que otros equipos puedan ofrecerle algo más de dinero y arrancar un último jugoso contrato en su carrera profesional, pero pocos le asegurarán el éxito deportivo que tendría en Warriors, donde además es uno de los líderes del vestuario y su mejor jugador desde el banquillo, aportando un plus defensivo que difícilmente podrían encontrar en otro jugador.
Otra de las incógnitas será Shaun Livingston, que cuenta con un contrato actual de 5,7 millones y debido a unos inicios marcados por las lesiones, nunca ha tenido la oportunidad de tener un gran contrato en su ya extensa carrera, y con su buen hacer en Golden State y con dos anillos bajo el brazo, quien sabe si alguien podría ofrecérselo. La lógica nos invita a pensar que podría seguir unido a la Bahía con un contrato semejante, haciendo uso de la “mid level exception” o incluso por el mínimo si su deseo es continuar.
En la rotación interior es donde más movimiento puede haber, al igual que ya sucedió durante la temporada pasada. Los sueldos de Pachulia, West y McGee son fácilmente superables para cualquier equipo, y los tres (sobretodo los dos primeros) perdonaron mucho dinero el verano anterior para conseguir un título, ahora que ya lo tienen, quizá busquen recuperar parte de ese dinero “perdido” con un buen contrato que les asegure un buen final de carrera.
Por último tenemos el caso de Ian Clark, tercer base del equipo y el que más papeletas tiene para salir. Su temporada ha sido aceptable, sin más, cuando ha tenido que tener algo más de protagonismo ha respondido bien y se ha encontrado cómodo en su rol. Cobrando poco más de 1 millón esta temporada, muchos equipos llamarán a su puerta multiplicando por 6 o 7 esa cifra, y no parece que los Warriors vayan a ofrecerle algo parecido. Con 26 años y un anillo, es momento de buscar nuevos retos.
¿Los Cavs, y alguien más?
Acometida la reestructuración de la plantilla, refuerzos a parte, se da por seguro desde ya que el principal candidato al título la temporada que viene volverán a ser los Warriors, pase lo que pase con sus rivales en verano. La pregunta exacta sería: ¿Hasta cuándo van a ganar los de la Bahía? Pues prácticamente hasta que ellos quieran.
Vamos a analizar los posibles rivales que pueda tener Golden State en un período de 1 a 5 años.
A CORTO PLAZO
- Cleveland Cavaliers: su rivalidad con Warriors está marcando una época y ya llevamos 3 capítulos de esta apasionante historia. A algunos ya les empieza a aburrir, pero asumen que pueda tener más partes que la saga de Harry Potter.
El único problema es que mientras los Cavs parecen no tener mucho por donde poder mejorar, sus rivales van a seguir creciendo, y solo la llegada de un jugador como Wade, Carmelo o los últimos en sumarse a la lista, Paul George y Jimmy Butler, podrían llevar a Cleveland a empatar el marcador a 2.
Mientras tanto ya hay cantos de sirena que apuntan a otra salida de LeBron el próximo verano destino Los Ángeles, pero mientras tanto los Cavs seguirán en la cima del Este.
- San Antonio Spurs: sus opciones pasan por conseguir a Chris Paul en la agencia libre. De momento parece que hay interés mutuo, pues el base todavía de Clippers ha accedido a tener una reunión con los del Álamo, junto a Denver y Houston.
Con la llegada de CP3, unido a Kawhi Leonard y LaMarcus Aldrige, los de Popovich volverían a la élite de la NBA y tendrían un «Big Three» de los más compensados de la liga. En un escenario donde no llegase el base, seguirían estando un peldaño por debajo de la «Dub Nation» a no ser que Kawhi nos sorprenda con otra evolución monstruosa.
- Boston Celtics: Danny Ainge ha sembrado durante años el terreno lleno de tréboles, y los fans de los Celtics piden ya que uno al menos sea de cuatro hojas. El reciente traspaso de picks con Sixers les abre varios caminos: seleccionar a un alero: Jackson o Tatum, seleccionar un base: Fox, Ball (¿?); traspasar el pick 3 junto a otros de los muchos que tienen en los dos próximos años para traer por fin a una ansiada estrella: Butler, George, Davis (¿?) o bien optar por pescar alguno de los agentes libres mas cotizados: Hayward o Griffin.
Cualquiera de los dos últimos caminos llevaría a los Celtics a estar al nivel de Cleveland. Si esta temporada ya lograron el mejor registro en el Este y un 4-1 ante los Cavs con Thomas lesionado, con la unión de otra súper estrella, deberían estar en la pomada.
A MEDIO/LARGO PLAZO
- Philadelphia 76ers: puede que ver a los Sixers aquí chirríe los ojos de alguno, pero la realidad es que en 4-5 años pueden estar muy, muy arriba. Con muchos matices eso sí. El primero será que Markelle Fultz justifique el precio que han pagado los Sixers por él, traspasando su pick 3 y otra 1ª ronda de 2018 o 2019 para poder elegirle en la primera posición. El segundo, que Embiid logre mantenerse sano durante toda una temporada con el nivel mostrado en esta, con ello Phila tendrá un pívot dominante para los próximos años. La tercera y última será ver cómo regresa Ben Simmons y si veremos esa versión semejante a LeBron que nos vendieron desde su etapa universitaria.
Luego habrá otros pequeños detalles que también tendrán mucho que ver en si los Sixers alcanzan esa élite o no, por ejemplo la evolución de Saric o la llegada de algunos veteranos contrastados con el espacio salarial que tienen. Una vuelta de Iguodala podría ser maravillosa.
Sea como sea el momento de los Sixers está llegando, y es hora de recoger todo lo que han sembrado durante tantos años en el desierto de duro proceso.
- Milwaukee Bucks: el equipo del futuro. Será porque tienen a un jugador que parece sacado de siglo XXII, Giannis Antetokounmpo. Y de él dependen las grandes ilusiones de estos Bucks en el presente y futuro, de seguir con su imparable progresión estaremos bien pronto ante uno de los 3-4 mejores jugadores de la NBA, si a eso le sumamos a Jabari Parker, al que las lesiones deben respetarle de una vez y a un núcleo joven como: Brogdon, Maker o Middleton, ¿Quién no va a permitirse soñar con los de Wisconsin?
Necesitarán mejorar su rotación e intentar convencer a alguna estrella para unirse a su proyecto y aspirar así a colocarse entre los 3-4 mejores equipos del Este.
- Los Angeles Lakers: al principio pueden parecer risas, pero si analizamos todo lo que tienen y todo lo que pueden tener, es lógico pensar que en unos años puedan volver a tener un ciclo ganador. Veremos que deciden hacer en el Draft, pero si Lonzo Ball logra encajar en el equipo, el tándem formado con D’Angello, Clarkson, Ingram y Randle puede ser temible, aunque siempre podrán desprenderse de uno de los dos primeros para intentar reforzar otros puestos más necesarios.
La llegada a los despachos de Magic Johnson augura nuevos tiempos en LA y solo queda tener algo de paciencia. De momento Paul George ya ha asegurado que dejará los Pacers el verano que viene y que pretende firmar con los angelinos…
Para acabar dejo una pregunta abierta: ¿Cuántos anillos más lograrán los Warrios en los próximos 5 años?