El ala-pívot de los Wisconsin Badgers ha sido galardonado con el John R. Wooden, que reconoce al mejor jugador universitario del año. El jugador promedió 18 puntos por partido, 8.2 rebotes, y 1.5 tapones por encuentro, liderando a su universidad a la primera presencia en una final universitaria desde 1941. El dorsal 44 será siempre recordado en Wisconsin y será retirado, ya que se trata del jugador que más galardones ha conseguido de la historia de la universidad. Una historia increíble la de este senior, que hasta hace prácticamente dos temporadas no entraba en los planes de su hasta ahora entrenador Bo Ryan.
El proyecto de Ryan ha conseguido colarse entre los más destacados de las dos últimas temporadas, con Kamisky y el fino alero Sam Dekker, quien ha confirmado su presencia en el próximo draft. La fortuna no ha querido que esta gran generación acabe con éxito a pesar de que eliminaron en la Final Four al que estuvo apunto de confirmarse como el mejor equipo de la historia: los Kentucky Wildcats de Calipari. Poco importó que estuviesen a solo dos pasos de haber terminado una temporada imbatidos. La gloria fue finalmente para los Duke Bluedevils del carismático Okafor, presumible número 1 del draft y ‘freshman’ estrella de la liga. Finalmente ha pesado trayectoria sobre esta temporada concreta, como ya ocurriese con el ganador del año anterior McDermott (Creighton) actual jugador de los Chicago Bulls y que no ha conseguido encontrar su sitio en el esquema de Thibodeau.
Otros de los que se colaron en el Top 5 de la votación de este premio fueron Willie Cauley-Stein (Kentucky), Jerian Grant (Notre Dame) y D’Angello Rusell (Ohio State).