Al fin, después de 134 días, volvió la NBA. Y no defraudó. La primera jornada de la mejor liga del mundo confirmó que los vigentes campeones siguen siendo los principales candidatos al anillo, y que los Pacers han vuelto a la marcha con un equipo serio de verdad. Pero también quedó espacio para la sorpresa, y es que, en el duelo angelino, los Lakers robaron la banca ante los nuevos y glamurosos Clippers de CP3 y Doc Rivers.
Con un segundo anillo en la mano de LeBron y un tercer título en el techo del American Airlines Arena, los Heat dieron una clase maestra de equipo y continuidad al solucionar su duelo por todo lo alto ante los Chicago Bulls (35-107), conjunto llamado a ser uno de sus mayores rivales en el Este. Ni el esperado regreso de Rose en partido oficial (12 puntos), ni el estirón final que metieron los de la Ciudad del Viento en la segunda parte de la mano de Carlos Boozer (31 puntos y 7 rebotes), sirvieron para trastocar ni un poco el plan de los campeones. Los Heat aprovecharon las fisuras que mostraron los Bulls en defensa -algo extrañísimo y que se debería ir corrigiendo- para endosarles un parcial de 17-0 que dejó el choque finiquitado.
LeBron fue el máximo anotador de los suyos con 17 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes, estando muy bien acompañado por Shane Battier, que anotó 4 de 4 en triples.
Rose arrancó a medias
Por su parte, Derrick Rose se quedó a medias en su regreso a un partido oficial tras año y medio lesionado. Pese a que había roto todos los pronóstico llevando a su equipo a un récord de 8 vistorias y ninguna derrota en la pretemporada, el base no pudo pasar de los 12 puntos, 4 asistencias, 5 pérdidas y 4/15 en tiros (26,7%) en 34 minutos. El MVP de 2011 aseguró que pude cambiar su aportación anotando más tiros e intentando cometer menos pérdidas. De todas formas, la mayor asignatura para Thibodeau parece volver a unir a Rose con los Bulls, esto es, que se entienda con sus compañeros como lo hacía antes de su traumática lesión.
Los Lakers asaltan la banca en el duelo de Los Ángeles
El partido más emocionante del estreno de la temporada fue sin duda el que enfrentó a los Lakers -perdidos tras el fiasco de Howard- con los sus antiguos rivales ‘pobres’, los Clippers, a los que rompieron todos los esquemas imponiéndose por 103 a 116.
D’Antoni apostó por jugar de inicio con dos bases. Nash y Blake ponían en la cancha el esquema que el discutido entrenador ha querido defender siempre, pero no fue hasta la entrada de los suplentes de oro y púrpura cuando se rompió el partido. Mención especial merece el alero Xavier Henry, que con 22 puntos lideró la anotación de los suyos. Los nuevos Clippers de Doc River se vieron superados por los 76 puntos -sí, 76- que consiguió el banquillo rival.
Además, llama la atención sobre manera que jugadores como Pau Gasol (15 puntos y 13 rebotes) o Steve Nash (3 puntos y 5 asistencias) no jugaran ni un solo minuto durante el último cuarto. Sin duda alguna, pocos podían esperar que estos Lakers sin Bryant pudieran dominar de tal forma a los nuevos Clippers, que pagaron su desacierto desde la línea de 3 (38% por el 48 de sus vecinos) y su debilidad a la hora de prevenir el rebote ofensivo (los Lakers capturaron 18).
Indiana cumple con lo establecido
En el partido que abrió la temporada, los Pacers dieron un golpe sobre la mesa al derrotar en Indianapolis a Orlando Magic por 87 a 97. Paul George lideró a los suyos con 22 puntos, siendo acompañado desde la pintura por un Roy Hibbert que acabó el encuentro con 16 rebotes y dando a entender que ha vuelto a su nivel para reclamar su puesto como uno de los mejores centers de la liga.
En los Magic, debutó el pasado número 2 del draft Víctor Oladipo, quien regresaba a su casa en la NCAA firmando unos aceptables 12 puntos y 3 rebotes, eso sí, con un 4 de 11 en tiros de campo, y llevándose el bautizo en la NBA en forma de tapón de Paul George.