A punto de cumplirse la tercera semana de competición, aún es pronto para sacar grandes conclusiones acerca de casi cualquier tema, pero sí que nos ha servido como muestra y nos ha dejado ver la propuesta de algunos equipos, el juego que pretender desarrollar o su estado de forma.
Uno de los equipos que más han sorprendido y dado de que hablar en los primeros partidos han sido los Oklahoma City Thunder.
Muchas eran las dudas que levantaba el equipo de Donovan ahora que el hombre clave de los últimos años en la franquicia hizo las maletas hacia la soleada California. Todos teníamos claro el indiscutible liderazgo de Russell Westbrook, las estratosféricas estadísticas que el base iba a asegurarnos y que serían uno de los juegos más rápidos de la liga, pero más allá de eso, todo eran dudas.
Sin embargo, el comienzo del equipo no ha podido ser mejor. Cinco partidos han tardado en conocer la derrota y tuvo que ser después de un back to back y en la cancha de uno de los transatlánticos de la liga, los Warriors.
Vamos a intentar analizar el exitoso comienzo de campaña de los Thunder más allá del efecto Westbrook, y vamos a hacerlo a través de las estadísticas avanzadas.
Lo primero que nos llama la atención cuando miramos las estadísticas es que nos encontramos al equipo de Oklahoma como uno de los peores ataques de la liga. Es el tercer peor equipo de la liga en el ‘rating ofensivo’, que mide los puntos que anota un equipo por cada 100 posesiones, con 94 puntos, sólo por delante de Pelicans y Sixers. Peor incluso nos les encontramos en la clasificación de ‘tiro real’. Esta clasificación mide el porcentaje de tiro uniendo tiros de dos puntos, de tres y tiros libres, mediante una fórmula matemática que da a cada tiro su valor real. Tan solo los Orlando Magic están por debajo del 49’7% que promedian los Thunder.
Entonces, ¿cómo puede irle tan bien a un equipo con uno de los peores ataques de la liga?
Una de las contestaciones fáciles sería hablar del nivel de los rivales hasta ahora. Sixers, Suns o Lakers no parecen grandes rivales, pero la victoria en el Staples ante una de las mejores defensas de la liga hasta ahora, como es la de los Clippers, hace que nos replanteemos esta opción. Así que intentemos indagar más en las estadísticas avanzadas.
El ataque
Si seguimos mirando, llegamos a la clasificación de ‘ritmo’. Esta clasificación nos marca cuántas posesiones utiliza cada equipo durante un partido y nos dice la velocidad de su juego. Aquí vemos como líder destacado de la liga a los Thunder con más de 105 posesiones. Vemos también que una de cada cinco posesiones de los Thunder son en transición. El porcentaje más alto de la liga. Esto nos da una idea de la palabra más importante en su juego: correr.
Para mantener este ritmo de partido, los Thunder son uno de los equipos que más utiliza a su banquillo. En casi todos los partidos han llegado a utilizar a doce o trece jugadores y casi siempre por encima de cinco minutos el que menos. Incluso Russell Westbrook, si excluimos el partido ante los Suns que se fue a la prórroga y en el que el base se fue a los 45 minutos, está promediando unos 32 minutos de juego. Hasta 45 jugadores de la liga promedian más que esos 32 minutos ahora mismo al contrario de lo que podría parecer viendo su influencia en el equipo y en el juego.
Dicen que el futuro de la liga está en el lanzamiento de tres y muestra de ello son los finalistas de las dos últimas temporadas. Pero claro, no todo el mundo tiene a Curry en su plantilla, así que parece que Donovan ha pensado que, si no vas a estar entre los mejores, mejor olvidarte del tema y centrarte en lo que mejor sabes hacer. Así, vemos que solo un 25% de sus tiros llegan desde el triple (Houston es el líder con un 42% de sus tiros), que es el equipo que menos tiros liberados anota (sólo un 12% de sus tiros) y que es el cuarto equipo que menos anota tras asistencia. Por otra parte, es el equipo que más anota al contragolpe y el tercero que más anota en la pintura tras Wizards y Bucks.
Con todo esto podemos deducir, incluso sin ver los partidos, que la base del juego de los de Oklahoma es poca circulación de balón, tirar mucho y llegar hasta el aro. Pero ya hemos visto anteriormente otros equipos con este juego y con peores resultados (Philadelphia la temporada pasada, por ejemplo). Así que tiene que haber algo más.
La defensa
Y no es difícil darse cuenta que, para que este tipo de juego se convierta en efectivo, hay otra faceta que es imprescindible dominar: la defensa. Y es que, valga la obviedad, sólo puedes correr si primero has robado el balón.
El crecimiento en este sentido del equipo ha sido notable, hasta el punto que podemos encontrarlos en cuarta posición en ‘rating defensivo’ permitiendo únicamente 95’2 puntos por cada cien posesiones, colocando además hasta tres jugadores entre los diez mejores de la liga en este apartado entre los que juegan al menos 30 minutos por partido (Adams tercero, Oladipo séptimo y Westbrook décimo).
Y no solo eso. Además les encontramos en la élite defensiva (terceros de la liga respectivamente) en las dos zonas del campo más decisivas. Permite únicamente un 54% de canastas en los cinco pies (metro y medio) más cercanos al aro, y un 29’4% desde la línea de triple.
Además es cuarto en pérdidas provocadas al rival con 17’2 y tercero en rebotes y en ‘porcentaje de rebote’ (porcentaje de rebotes atrapados sobre el total disponible).
Aun encontramos un último dato destacable. Los chicos de Donovan llegan ‘enchufados’ al final del partido. Si sólo contamos los datos de los últimos cuartos de los partidos vemos que su ‘rating ofensivo’ pasa de 94 a 105 puntos, y el ‘rating defensivo’ de 95 a 82 puntos, segundo de la liga en este periodo del partido, lo que, además, le coloca tercero de la liga en el ‘net rating’ (diferencia entre rating ofensivo y defensivo) con un más que destacable +23.
Las próximas semanas serán decisivas para saber si los Thunder pueden mantener el nivel mostrado hasta ahora, pero si consiguen mantener el ritmo y la defensa mostrados hasta ahora, las estadísticas avanzadas nos dicen que serán un equipo que dará que hablar.