Tony Parker ha añadido una muesca más a su revolver. Pese a no tener su mejor partido, el base de los Spurs ha llevado a Francia hasta su primer oro en un Eurobasket. La selección francesa ha dominado el campeonato, demostrando ser los mejores y teniendo claras sus virtudes y como solucionar sus defectos en un momento dado y, sobretodo, ha tenido al mejor jugador del torneo.
‘Olalá’ Parker ha manejado los partidos hasta sin estar en la pista. Su ausencia hacía que las defensas rivales se perdieran entre las otras opciones que manejaba el cuadro francés, otorgándoles una hegemonía que han hecho clara en la final contra Lituania. Ahora, con el regreso de la NBA en el horizonte, tras ser el mejor de su equipo en las pasadas finales, Parker vuelve a reclamar un reconocimiento que por mucho tiempo se le ha negado. Ser nombrado entre los mejores jugadores europeos de la NBA.
Entre los jugadores que postulan a este particular trono parece haberse escapado en los últimos años Dirk Nowitzki. El teutón ha sido el único europeo en llevarse un MVP de la temporada para casa (2011), además de haber conseguido 11 presencias en los All-Star y estar 4 veces en el mejor quinteto de la liga. Su posición como número 1 parece inapelable, pero, ¿Y Parker? El base ha sido durante ya más de una década la segunda constante -tras Tim Duncan- del que muchos piensan que es el mejor equipo del siglo XXI. Los Spurs han conseguido tres anillos guiados por el francés, siendo éste elegido MVP de las finales en el último de ellos (2007), cuando lideró a su equipo en los PlayOffs con 21 puntos y 6 asistencias por partido.
El peso de Parker dentro de este tipo de rankings que buscan el mejor foráneo cae ante la gran losa -y ayuda- de contar con compañeros como Duncan o el argentino Ginobili. Sin embargo, su evolución -y tiene 31 años- aún no ha parado, ganando galones hasta convertirse en la mejor arma de Popovich en las pasadas finales ante los Heat.
Seguramente Parker esté lejos del misticismo de los primeros grandes europeos. Es probable que el peso y la leyenda de los Petrovic, Sabonis o Radja haya sepultado también hasta a Toni Kukoc, el hombre que sirvió de enlace entre la época en la que solo los mejores de Europa llegaban a la NBA, casi a modo de esnobismo, y la actual, en la que los europeos llegan a la NBA para formar parte misma de su cotidianidad.
De todos modos, lo más probable es que los 3 o 4 años de gasolina que le queden a Parker acaben poniéndolo en el lugar que merece. El lugar que merece un tío, cabe recordar, que además de ser un jugón tuvo las narices de poner los cuernos a Eva Longoria.
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