La jornada del viernes noche nos dejó una noticia terrible a todos los aficionados de la NBA, DeMarcus Cousins, en el mejor momento de su carrera, se ha roto el tendón de aquiles y dice adiós a la temporada. No solo eso, si no que deja a los Pelicans sin el que estaba siendo su referencia, por encima actualmente de Anthony Davis, en el mejor momento también para el conjunto de Luisiana.
Una lesión en el aquiles no es cualquier cosa, seguramente sea la peor lesión que pueda sufrir un jugador de baloncesto. Es probable, aunque sea mucho aventurarse, que Cousins ya no vuelva al nivel que nos tenía acostumbrados, y la lesión llega en la antesala de un verano tremendamente importante para él. Boogie será agente libre sin restricciones en verano y seguramente, junto a LeBron y George, era el jugador con más cartel del mercado. Ahora se abren muchas incógnitas que afectan al propio jugador, a los Pelicans, al resto de equipos que podrían estar interesados y a toda la liga en general.
El lance se produjo en el partido entre los Pelicans y los Rockets, un partido de peso en el oeste y en el que New Orleans se llevó un triunfo de enorme mérito, con triple doble de Boogie por cierto. Apenas restaban 14 segundos para finalizar el choque cuando Cousins peleaba un rebote con Ariza y su tendón dijo basta. Tras varios segundos tumbado en la pista, el pívot se fue a los vestuarios apoyado en dos compañeros suyos. Al poco tiempo la noticia corrió como la pólvora…
New Orleans Pelicans, un presente brillante que se complica
Los de Alvin Gentry estaban firmando una sólida campaña hasta la fecha. 27 victorias y 21 derrotas que les hace ser sextos en el oeste, con solo una derrota menos que los Wolves, que son cuartos y tendrían ahora mismo el factor cancha a favor en la primera serie de Playoffs. New Orleans no tiene demasiado margen de maniobra ahora mismo, los Clippers pueden oler la sangre y están en un buen momento, novenos pero a solo 3 victorias de los Pelicans.
El conjunto de Luisiana había ganado 8 de sus últimos 10 partidos y había sentado las bases, con casi toda la plantilla sana por fin, para un futuro prometedor que sin duda les señalaba como uno de los underdogs en Playoffs. Los Pelicans son un equipo peculiar, juegan con dos bases y dos pívots, y entre medio Etwaan Moore para dar algo de sentido exterior a tal cocktail. Holiday y Rondo forman un backcourt de garantías, con el ex de los Celtics encargándose de la distribución de balón (7,3 asistencias) y del tempo del partido, y Jrue sacrificando su lado más creativo para mostrar su garra anotadora (18,7 puntos). El frontcourt no hace falta ni presentarlo, las Torres Gemelas ya habían empezado a meter miedo en sus primeros compases juntos de la temporada pasada, pero en esta estaban dominando cada noche hasta tal punto que los dos iban a ser titulares en el All-Star.
Davis está promediando 26,5 puntos y 10,4 rebotes, mientras que Cousins ha alcanzado los 25,2 puntos, 12,9 rebotes y 5,4 asistencias (el mejor entre los pívots). Estos números suponen el tope de DeMarcus en rebotes y asistencias y le colocan como el quinto jugador en la historia en promediar 25+12+5. Antes lo lograron: Jabbar, Bird, Barkley y Westbrook, todos ellos fueron MVP esas temporadas.
La situación que se le pone sobre la mesa a los Pelicans es complicada. Por una parte pueden salir beneficiados económicamente de tal desastre, pues los 175 millones por 5 años (35 por temporada) que podían, e iban a ofrecerle en verano, ahora se verán reducidos si se sigue la lógica. Por otra parte existe el riesgo que no quieran poner demasiado dinero y otro equipo decida arriesgarse más pese a la incógnita de su retorno y Cousins decida cambiar de aires.
A nivel deportivo a medio plazo también afecta y mucho. Perder a Cousins esta temporada ya supone un frenazo en seco a sus aspiraciones en Playoffs, iban a ser los primeros en la carrera del Hombre del Saco tras ocho temporadas en la NBA. Además, una posible marcha en verano podría suponer también la salida de Anthony Davis, si ve que el ilusionante proyecto que se estaba iniciando se desmorona, es posible que la franquicia busque empezar de cero y La Ceja, aprovechar sus años de plenitud compitiendo por objetivos mucho más elocuentes.
La última palabra aquí la tiene New Orleans, que va a ser el que mejor sepa como evoluciona el pívot, y de aquí a junio poder evaluar si merece la pena arriesgar e hipotecar el futuro por uno de los mejores jugadores del mundo, o bien reconocer que no volverá a su nivel y reiniciar el proyecto.
Un cambio de aires menos probable
Con la buena temporada de los Pelicans y proyectada a una entrada a Playoffs ente el 5º y 7º puesto, era difícil poder pensar en una salida de Cousins este verano. En todo caso, los rumores hubiesen crecido si el equipo estuviese lejos de alcanzar esa entrada en post temporada o si ahora, ya sin él, empiezan a caer en picado. Con New Orleans como principal emisor y receptor de información sobre el estado de Boogie, los otros equipos siempre estarían con la mosca detrás de la oreja, así que el escenario para un cambio de aires se complica, o al menos, dentro de los parámetros que podían surgir hasta la fecha.
Antes de la lesión ya había salido el nombre de dos equipos que pujarían por sus servicios en verano: Lakers y Mavericks, ambos muy por debajo del nivel actual de los Pelicans, aunque con un importante margen de maniobra salarial para poder ofrecer el máximo al pívot, 130 millones por 4 temporadas. Ahora, se me antoja complicado ver que algún equipo pueda jugársela tanto con Cousins, aunque también pueden verlo como una oportunidad de conseguir al jugador por un precio más económico del que en un principio podrían estar dispuestos a desembolsar y añadir clausulas en el contrato para cubrirse las espaldas.
En Dallas ya se ha visto que no les tiembla el pulso a la hora de firmar jugadores en proceso de recuperación de una lesión importante. De hecho, Wesley Matthews sufrió la misma lesión que Cousins en su etapa con los Blazers, y ese mismo verano estaba firmando un contrato máximo con los texanos. La gran diferencia entre ambos casos es que Matthews siempre ha sido una rata de gimnasio, su recuperación fue vista como casi un milagro por el poco tiempo que estuvo de baja, y aunque sus números y rendimiento descendieron, su mentalidad y obsesión por mejorar le han hecho todavía ser un jugador importante. Algo que no sucede con Cousins, al menos hasta la fecha, ya que sus problemas extradeportivos y su mentalidad “poco sacrificada” pueden resultarle un lastre para un proceso tan largo de recuperación, además de sus 122kg que no ayudan a la causa.
La peor lesión posible en la NBA
Además de Wes Matthews, ha habido otros jugadores importantes que han sufrido esta misma lesión. Elton Brand o Kobe Bryant serían claros ejemplos de ello, el primero sobretodo dada sus similitudes estadísticas y físicas con Cousins podría suponer la mejor comparación para hacer cábalas. Anderson Varejao, Darrell Arthur o DeSagana Diop, son otros de los pívots con la misma lesión en los últimos años, y en algunos casos como el del brasileño, prácticamente acabaron con su carrera.
El pívot de los Pelicans se ha lesionado con 27 años, uno menos que Brand cuando sufrió el mismo problema en 2007. Es de sobra conocido que una lesión en las rodillas, tobillos o casi cualquier parte de la pierna es mucho más difícil de recuperar para un hombre grande, dado al peso que tienen que soportar, pero en los otros dos casos de jugadores exteriores, también se ha notado un detrimento estadístico que se refleja en las siguientes tablas:
Wesley Matthews:
Kobe Bryant:
La fecha prevista de baja es de 6 a 10 meses. Demasiado tiempo sin Boogie. Le echaremos de menos.