Hace dos años Elton Brand colgaba las botas con los Sixers como su última parada. El ex de Bulls, Clippers o Hawks ponía así final a 17 temporadas NBA en las que comenzó como rookie del año 2000 (compartido con Steve Francis) y que acabó lastrada por las lesiones, la misma que sufre ahora mismo DeMarcus Cousins.
Hoy, Elton Brand es el nuevo General Manager de los Philadelphia 76ers. La franquicia lo ha elegido de forma interna después de que ocupara el mismo cargo en los Delaware Blue Coast, su equipo afiliado en la G-League. Su nombre se ha impuesto a otros asistentes de Jazz o Warriors y después de que no salieran adelante los intentos por fichar a Daryl Morey de los Rockets o David Griffin, ex GM de los Cavs.
Brand cierra así el proceso para elegir nuevo director de fichajes de los Sixers después de que en junio Bryan Colangelo renunciara. Colangelo se vio envuelto en un escándalo en el que cuentas de Twitter anónimas destapaban asuntos internos de los jugadores y criticaban a algunos como Joel Embiid. Una investigación interna concluyó que Colangelo no era el autor de esos tuits, pero sí su mujer, lo que le obligó a dar un paso al lado.
Retomar y culminar ‘The Process’
Sin embargo, para entender la llegada de Brand hay que echar el reloj atrás a cuando aún era jugador. En ese momento el GM de los Sixers era Sam Hinkie, el diseñador del sistema de tanking y capatación de primeras rondas que tanto desquició a los aficionados, pero que al final ha acabado en un equipo con Simmons, Embiid, Saric y Fultz en la plantilla. Hinkie era el máximo responsable e ideólogo de ‘El proceso’, ‘The Process’.
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Hinkie renunció a su cargo por sorpresa cuando los Sixers ficharon como Jefe de Operaciones al reputado Jerry Colangelo, padre de Bryan, quien acabó poniendo a su hijo como GM. Los Sixers, tras la salida de Hinkie, consiguieron a Simmons en el draft y recuperaron de su lesión a Embiid.
Ahora, la llegada de Brand a las oficinas, se lee como un regreso del poder completo a Brett Brown, el entrenador que desde 2013 dirige el banquillo y que trabajó codo con codo con Hinkie durante aquellos fatídicos años de barbecho y siembra. Es decir, en cierto modo, ‘The Process’ vuelve a las manos de sus padres naturales.
Brand, con una carrera fulgurante en las oficinas, ha demostrado en la participación en varios programas de televisión y tertulias que es un tipo con la cabeza bien puesta. Un hombre que ha compartido banquillo con el propio Brown y con otros jugadores actuales. Su llegada se puede leer como el fin del interludio de los Colangelo, con el hijo ya apartado y el padre retraído ahora solo como Consejero. Nadie le reportará a Hinkie los éxitos venideros de los Sixers, pero al menos ‘The Process’ de nuevo unas oficinas firmes sobre las que se espera que den su nuevo salto los Sixers. Un salto que no va hacia otra parte que ser un contender en la NBA durante los próximos cursos.