Cuando LeBron dejó Cleveland se dijo que Kyle Korver abandonaría también pronto el equipo. El tirador, de 37 años, ha tardado, pero ya ha encontrado un destino. En la noche del miércoles al jueves fue traspasado a los Utah Jazz a cambio de Alec Burks y dos segundas rondas. Pasamos a analizar un traspaso que deja claro que el tiro de Korver aún tiene un alto precio.
Los Jazz, un equipo necesitado de todo, pero sobre todo de triples
Los Utah Jazz firmaron el curso pasado una campaña increíble, finalizando quintos del Oeste y dando más que guerra en Playoffs. Pero este curso, tras un verano casi sin cambios, la cosa no funciona. Andan con un récord de 10-12, antepenúltimos de su conferencia, y con muy malas sensaciones.
Donovan Mitchell, el rookie maravilla del año pasado, ha bajado un peldaño (algo no preocupante) y jugadores como Ricky, Ingles o Favors tampoco están al nivel, al igual que Rudy Gobert, su ancla defensiva y del proyecto.
Los Jazz están mal en defensa, la base donde cimentaron su éxito el curso pasado. Hoy reciben 107,5 puntos por 100 posesiones, cinco más que el curso pasado, cuando tuvieron la mejor estadística en este registro. Pero también están muy mal en ataque y especialmente en el triple, un arma que este equipo nunca ha explotado al nivel de la liga, pero que sí fue vital especialmente gracias a un acertado Joe Ingles.
Este curso los Jazz están promediando un 32% de aciertos desde la línea de 3, cuando el curso pasado elevaban este porcentaje hasta el 36,6% tirando incluso dos veces menos por partido. Simplemente, no les entra, y eso repercute en todo, en un Gobert que también se cansa más en las luchas de los rebotes ofensivos tras fallo, y que por lo tanto defiende con más cansancio.
Aquí la llegada de Korver, que ya fue jugador de los Jazz entre 2007 y 2010, supone lógicamente triple. A sus 37 años sigue promediando más de un 46% y es uno de los grandes especialistas en el catch&shoot. Se espera que abra espacios en todos los sentidos. Que aporte en defensa, ya es bastante menos probable por edad y por fundamentos, pero si como decimos a los Jazz les va mejor atacando, también les irá mejor en defensa. El único problema, es el alto precio que han pagado por él.
Alec Burks, un jugador aprovechable que nunca ha sido aprovechado
A Cleveland además de dos segundas rondas llega Alec Burks, un escolta con posibilidad de jugar de base (esteba siendo entrenado por Raúl López en Utah), que tiene aún 27 años y un salario módico de 11,5 millones que acaba este curso. Los Cavs podrán renovarle si cumple. Un jugador que fue puesto número 12 en primera ronda en 2011, pero nunca se ha consolidado.
Eso sí, Burks puede ser un jugador útil en ambos lados de la cancha. Su mejor temporada fue la 13-14 donde se fue a los 14 puntos por partido promediando además un robo y, como decimos, es joven. ¿Han pagado demasiado los Jazz por un jugador de 37 años dejando escapar a uno de 27 con posibilidad de renovar a la baja? Quizá sí, pero también es una muestra de lo caros que son los triples en la NBA actual.