El momento de valorar a Rajon Rondo

Las opiniones cambian a menudo en función de las impresiones que desprende la realidad. En el deporte, como en la vida, la opinión mayoritaria, la euforia o una inercia positiva ayudan a empujar el carro de las ilusiones hasta que este encuentra un escollo en el camino. Hace unos meses tanto el que escribe como la mayoría de la comunidad Celtic aplaudían los movimientos realizados por Danny Ainge y el acierto en reforzar los viejos y seguros cimientos del equipo con nuevos puntales.

Ahora, a mitad de temporada, los Boston Celtics están en el último puesto que da acceso a Playoffs. Situación comprensible teniendo en cuenta el aumento de nivel de varios equipos en el Este, pero realmente peligrosa si detrás están unos 76ers que previsiblemente darán un salto de calidad con la vuelta de Andrew Bynum.

La lesión de Rajon Rondo enterró para muchos las últimas opciones de postemporada de los verdes, que desde la ausencia del base han ganado los cuatro partidos que han disputado. La buena racha tras la lesión puede tener dos lecturas: 1, como posibilidad de que Rondo en realidad perjudique el juego del equipo (argumento que se basa en la estadística de que los Celtics reciben menos puntos sin él en pista) o 2, como una nueva versión del enorme orgullo de este equipo.

Rondo esconde en demasiadas ocasiones un juego excesivamente egocéntrico bajo la solidaridad implícita de la asistencia.

El tiempo inclinará la balanza hacia un lado u otro, pero mientras tanto, se pueden sacar algunas conclusiones ya asentadas con el paso del ecuador de la Regular Season antes de valorar el verdadero paralelismo entre esta racha positiva de los Celtics y la baja de su base All-Star.

1.- La renovación en el puesto de dos que siguió a la salida de Ray Allen parece no haber cuajado. Ni Terry, ni mucho menos Courtney Lee han conseguido llenar el hueco del tirador. Además, la guinda del pastel en verano, Leandro Barbosa, tiene un carácter mucho más residual de lo que se pensaba en el sistema de Rivers.

2.-La aportación de juventud y banquillo ha disminuido cuando lo que se buscaba era prevenir una situación como la que se dio el año pasado en las Finales de Conferencia, cuando los Celtics contaron con una escasa rotación de 7-8 jugadores importantes. Pierce y Garnett, un año mayores, han tenido que volver a echarse al equipo a la espalda, pero este año con bastante más frecuencia y en una temporada más larga que la del lockout pasado. Ni Sullinger (6 pts, 6 reb) ni el mencionado Lee, ni Jeff Green parecen poder descargar de trabajo anotador al bueno de Paul Pierce, que para colmo empieza a ver como su salida es señalada como punto de partida para una renovación que ahora se empieza a tantear. El ejemplo más claro de este bajón es Brandon Bass, el cual ha pasado de promediar 12.5 puntos y 6 rebotes durante la temporada pasada a 7.5 puntos y 5 rebotes en la actual.

Sin embargo, en el último partido contra los Clippers los jugadores de banquillo aportaron a los Celtics 51 puntos. ¿Será la motivación de no contar con Rondo? ¿O simplemente juegan mejor sin él?

Con estos condicionantes se pueden empezar a plantear las dudas que deja Rondo como piedra angular del futuro Celtic: El base es uno de los jugadores con más talento en la liga. Sus exhibiciones entran ya en la historia y se ha convertido en una auténtica máquina de realizar triples dobles (5 esta temporada), sin embargo, durante su participación este curso le hemos visto cambiar de una función más anotadora a comienzo de temporada hacia una mucho más catalizadora (de la que de por sí tiene), sin llegar a dejar claro con que rol aporta más al equipo. Rondo esconde en demasiadas ocasiones un juego excesivamente egocéntrico bajo la solidaridad implícita de la asistencia. Condición que, junto con sus continuas salidas de tono revelan el carácter sin formar del jugador.

Los Celtics tienen este año la labor de responder a la pregunta de si se ha acertado con la continuidad del tronco del equipo, o por el contrario se ha retrasado un año una transición que debió comenzar el verano pasado. Transición que a su vez debería plantearse el verdadero valor de Rondo como pilar de un equipo que puede quedar huérfano de potencial anotador durante las próximas temporadas. Toca decidirse por Massachusetts.

Víctor Millán: Escribo mucho y soy de Zaragoza. Director de Sweet Hoops.

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