El milagro inconcluso de John Wall y la gloria de Horford

Hay veces en las que el baloncesto es injusto. O hay jugadores a los que, por mucho que parezca que esa noche van a lograr la machada inaudita, el partido se les acaba viniendo abajo. Este miércoles Washington Wizards y Atlanta Hawks jugaban su quinto encuentro en unas semifinales de Conferencia marcadas por las canastas sobre la bocina y lo apretado de los partidos. Los capitolinos recuperaban para sorpresa de todos a su jugador estrella, John Wall, ausente en los últimos dos partidos por una quíntuple fractura en su mano y muñeca izquierda aparecía en la cancha de los Hawks con un serio vendaje… lo que no le evitó acabar el encuentro con 15 puntos, 7 asistencias y 4 robos, dirigiendo a su equipo que estuvo por delante todo el encuentro.

Pero el baloncesto a veces tiene estas cosas, y esta serie del Este nos lo está dejando claro. Los Hawks, a remolque todo el encuentro, consiguieron un parcial de 14-0 en el último cuarto tan inesperado como impropio de unos Wizards que deberían haber cogido las riendas de los minutos finales. Una canasta en contragolpe de DeMarre Carroll a 14 segundos del final, un triple de Paul Pierce para que no falte su eterno toque de épica, y una aparición galopante de un gigante dominicano que año tras año demuestra que es uno de los mejores pívots de la NBA.

Al Horford apareció cuando nadie lo esperaba para recoger un balón perdido en la última penetración de Dennis Schröder (tan genio como alocado) y anotar a falta de 1.8 segundos la canasta definitiva. Los Hawks ganaron el quinto partido por un solo punto 82-81 y un segundo. Y todo gracias a la aparición estelar de un center que está siendo clave en sus duelos interiores con Nené y Gortat. Anoche Horford se fue hasta los 23 y 11 rebotes para no perder comba. Lo dicho, gigante y constante.

Wall había taponado el tiro anterior de Schröder antes de la intervención de Horford. Habría sido el culmen de una noche memorable.

En la otra cara de la moneda, John Wall se retiró a los vestuarios cabizbajo y sin saber -aunque tendrá que ser así- si estará en el sexto partido de la serie. Ese que puede decidir la eliminación de los Wizards. Tuvo un último tiro desde el centro del campo para intentar lo imposible. Pero esta vez no salió. Si no hubieran tenido esa pájara final, hoy se hablaría de Wall y su pasmosa reaparición. Sin embargo, no busquéis ahí la noticia, porque el baloncesto decidió que fuera Horford en esta ocasión.

(3) Golden State Warriors 98 – 78 Memphis Grizzlies (2)

En el otro partido de la noche, nuevo repaso de los Golden State Warriors sobre los Memphis Grizzlies. Las cosas en esta serie parece que se encauzan en la normalidad después de que los Grizzlies empezaran haciendo «un graffitti sobre la Mona Lisa», según describió el propio GM de los Grizzlies después de que su equipo ganara el segundo y tercer partido.

Y lo peor de todo para los Grizzlies es que parece que los Warriors tampoco se están esmerando para dejarles en evidencia. Ayer Curry se quedó en 18 puntos, centralizando el juego en las transiciones rápidas de Iguodala (18 pts) y Harrison Barnes (14), acompañado eso sí, por el fusilero incansable. Klay Thompson firmó 21 tantos.

Enfrente, los desarbolados Grizzlies tiraron de sus recursos de siempre. Dobles-dobles de Marc Gasol y Zach Randolph aunque con un porcentaje de tiro con el que es muy difícil hacer oposición al mejor equipo de la temporada regular: 40% de acierto en tiros de campo y 27% desde el triples, por el 47% en ambos apartados de los Warriors.

La serie se traslada ahora de nuevo a la ciudad de Elvis, donde puede ponerse fin a esta historia.

Víctor Millán: Escribo mucho y soy de Zaragoza. Director de Sweet Hoops.
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