Esta semana ha sido histórica en la NBA gracias al debut de un larguirucho jugador rubio. Dirk Nowitzki disputó su primer partido del curso el pasado 14 diciembre tras someterse a una operación de tobillo en abril, de la que ha tardado en recuperarse más de lo previsto. Fue en Phoenix, y aunque tan solo disputase 6 minutos, donde le dio tiempo a anotar su clásico fade away, fueron suficientes para convertirse en el primer jugador en la historia en disputar 21 temporadas con el mismo equipo, los Dallas Mavericks.
Dos días después llegaría su debut en casa, en un American Airlines Center que lo recibió con todos los honores. Una sonora ovación y toda la ciudad en pie. Apenas fueron un par de minutos más los que pudo disputar ante los Suns, ya que de momento tiene una importante restricción en su tiempo en pista, y Carlisle no quiere que dispute las segundas partes. Sus guarismos mejoraron algo, 3 puntos y 4 rebotes, aunque los Mavs volvieron a perder y no conocen la victoria desde el regreso de su máxima leyenda. Paradojas de la vida.
Su legado en Dallas empezó en 1998, cuando lograron hacerse con sus servicios tras un traspaso en la noche del Draft. Dirk fue seleccionado en la novena plaza por Milwaukee Bucks, pero enseguida fue enviado a la ciudad texana a cambio de Robert Taylor, que fue la elección en sexto lugar de los Mavericks. Pero poco después de ese histórico debut en la que podría ser su temporada de despedida, hemos sabido que su llegada a Dallas y a la NBA pudo haberse retrasado un tiempo, porque el mejor equipo de Europa por aquel entonces, lo llegó a tener prácticamente cerrado con el alemán.
Alfredo Cazzola, mítico propietario del Kinder Bolonia, ha concedido una entrevista a ‘La Gazzetta dello Sport’ donde ha reconocido que tuvo fichado a Dirk en el verano de 1998. Querían a aquel joven de 19 años para sustituir a Zoran Savic, uno de los mayores talentos de Europa que dejó el equipo siendo campeón de la liga italiana y de la Euroliga. «Sandro Gamba nos había hablado de Nowitzki, ya que le siguió en el Europeo Sub-20. Hablamos con el técnico Ettore Messina y organizamos la reunión«, confesó Cazzola. Una reunión que tuvo lugar en el restaurante de Roberto Brunamonti, general manager por aquel entonces del equipo y a la que acudieron el propio Nowitzki y Holger Geschwinder, gerente y mentor del de Wurzburg.
«Le hice una oferta de 1,5 millones de dólares, muy buena para un chico de 19 años que salía por primera vez de Alemania. Su agente le presionaba para que se quedara un año más en Europa, creyendo que haría bien en jugar una temporada en un equipo europeo», afirmó el propietario del Kinder, que por aquel entonces tenía un importante músculo económico y una gran reputación deportiva. No obstante lograron firmar a jugadores como: Danilovic, Rigaudeau, Nesterovic Ginóbili, Woolridge o Levingston en aquella época dorada de finales de los 90 y principios del 2000. Incluso llegaron a jugar ante Phoenix y Houston en el McDonald’s Open. «Fuimos los campeones de Europa, no éramos un recurso provisional«, resaltaba con orgullo Cazzola.
Pero todo cambió cuando Ross Perot jr, entonces propietario de los Mavericks, se subió a su avión privado para volar a Europa y convencer personalmente a Dirk de que esperara la llamada de los texanos en el Draft. «Tratamos de compensarlo fichando a Peja Stojakovic, pero también prefería la NBA. Así que acabamos incorporando a Zarko Paspalj. Con Dirk hubiésemos dado el golpe del año «, concluyó Cazzola. El resto de la historia ya es de sobra conocido, aunque son los orígenes, en ocasiones desconocidos, los que dan más valor a la leyenda que construye un jugador.