No era un farol. Dennis Rodman y un conglomerado de exjugadores de los Estados Unidos jugaron este miércoles un partido en Corea del Norte como regalo de cumpleaños del líder y dictador Kim Jong-Un. El combinado americano, formado por el propio Rodman y jugadores como Kenny Anderson -ex de Nets, Blazers o Celtics entre otros-, Cliff Robinson -ex de Blazers o Pistons- o Doug Christie – ex de los Kings- , se enfrentó a una selección con los mejores jugadores norcoreanos, en un encuentro que desde Estados Unidos ha llegado cargado de polémica.
Pero, lejos de ser un partido serio, el juego y todo lo que le rodeó estuvo cargado de ese toque kafkiano que rodea la uraña república de Corea del Norte. En un pabellón abarrotado y perfectamente ordenado, Rodman rompió la pulcritud cantando a lo Marilyn Monroe el ‘Happy Birthday’ al dictador, fan declarado de la -para él- lejana y antagónica NBA. El choque fue tal que lo primero que se ve en las imágenes es cierta incertidumbre por parte del público, que después intentaría acompañar a Rodman con palmas sin poder escapar del ritmo marcial que les acompaña cada día. «Comenzó como algo bastante surrealista, pero entonces la gente se unió, luego se diluyó un poco, pero parecía un gesto bastante sincero por parte de Rodman», asegura a la agencia Reuters un guía turístico que ha estado presente en el partido.
El choque, según los escasos testimonios que se han podido recopilar, estuvo distribuido de una forma extraña. En los dos primeros cuartos los dos países se enfrentaron, llevándose el duelo el equipo comunista, y en los dos siguientes hubo una pachanga mezclándose ya los dos equipos.
El partido, polémica de Estado
El prisma del partido por otro lado era eminentemente político. Desde Estados Unidos se ha visto en los últimos meses como Rodman simpatizaba y participaba en la vida del país asiático sin prestar demasiada atención a las continuas violaciones de los Derechos Humanos de la que se acusa a Corea. En especial, en lo referente a la figura de Kenneth Bae, un tour-operador de ascendencia americana que fue arrestado en 2002 en el país asiático por causas que se desconocen.
Las continuas preguntas desde los medios americanos sobre la labor de Rodman llegaron a su culmen hace apenas unos días, cuando Rodman estallaba al ser de nuevo cuestionado, alegando que él solo era un «amigo» de Kim Jong-Un y que el partido tenía poco que ver política, unas declaraciones, de las que después de arrepintió el ex de los Bulls, que hicieron peligrar el evento al no resultar tampoco del agrado de sus recién reclutados compañeros.
«Realmente no sé muy bien qué estoy haciendo aquí» llegaría a decir el ex de los Clippers y los Knicks Charles D. Smith, que en un primer momento pudo verse atraído por la rocambolesca aventura de Rodman, la cual, a lo tonto, es el mayor intercambio entre ambos países que se produce en los últimos 60 años. A fin de cuentas, Rodman fue el primero en revelar la edad que cumplía el hermético y maquiavélico Kim Jong-un, 31 años.