No sale de una y se mete en otra. El que es considerado por muchos como el mejor europeo en la historia de la NBA no sonríe desde que consiguiese el anillo hace dos temporadas. Las cosas empezaron mal para el ala-pívot en el lock-out cuando mientras sus compañeros se enfrascaban en reuniones de horas para revisar sus sueldos, el teutón disfrutaba de la vida sencilla que le aportaba el sillón-ball birra en mano, como reconoció posterioremente. Pero las cañas no perdonan y el pobre Dirk se tiró gran parte de la temporada en un bajo nivel, llegándosele a ver bastante fondón.
Cuando consiguió volver a su mejor nivel una lesión maldita en la rodilla le ha apartado de participar activamente en el día a día de su equipo durante lo que llevamos de temporada. Y lo pero de todo, Dirk no está acostumbrado a estar sentado en el banquillo y no lo lleva nada bien. Esta redacción por encima de los éxitos deportivos se centra en lo humano del deporte que es mucho y asistimos traumatizados a una escena sobrecogedora. Novitzki se ha olvidado de beber en una botella y eso afecta gravemente a su vida y a su matrimoni0. Lo que van a ver a continuación puede herir su sensibilidad.
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