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Draft 2014: Un déjà vu de once años
Las comparaciones son odiosas, pero cuanto más se acerca el día del Draft, más me viene a la memoria el ya pasado Draft de 2003.
[dropcaps round=»no»]L[/dropcaps]a noche del Draft de la NBA suele ser el último jueves de junio y, casualmente, tanto en 2003 como en este 2014 el último jueves de junio fue y es el día 26. No es la única coincidencia, ni la única en la que influye la suerte, también hace once años los Cavaliers ganaron el sorteo y, por tanto, el derecho a escoger con el número 1 del Draft. Por encima de fechas y elecciones, las comparaciones entre los jugadores de la generación de 2003 y los de la generación del 2014 es tan grande que parece un déjà vu de once años.
Las comparaciones son odiosas, pero cuanto más se acerca el día del Draft, más me viene a la memoria el ya pasado Draft de 2003. Para muchos fue el mejor Draft de la historia y es que nos dejó nada menos que ocho All-Stars y unos cuantos jugadores de rol que han sido muy importantes. La comparación tiene su lógica, y es que hay muchas conicidencias entre lo que pasó hace 11 años y lo que puede pasar en unos días.
Aquel jueves 26 de junio de 2003 era elegido con el número 1 por los Cleveland Cavaliers un joven alero de Akron (Ohio) de tan solo 18 años. Una década después, ese joven ha cumplido con todas las expectativas que generó en su etapa de instituto: 4 premios al MVP de la temporada, 2 títulos… todos sabemos de sobra lo que ha conseguido LeBron James. Concidencia o no, hace unos cuatro años empezamos a escuchar el ‘run run’ de un ‘Nuevo LeBron’. No por juego, no por parecido físico, tampoco porque fuera de Ohio, sino porque generó una expectación mediática en el instituto solo comparable a la que generó LeBron en su época en St.V-St.M.
Hablamos de Andrew Wiggins. Para muchos debe ser el elegido por los Cavaliers en su primera elección el día 26, como ya pasara con LeBron. En cualquier caso, ningún jugón lo es tanto si no tiene a un gran rival con quien competir. En el instituto, LeBron tuvo que enfrentarse a un chaval muy bueno de Oak Hill llamado Carmelo Anthony. Once años después tampoco es necesario contar la historia de Melo, pero acabó siendo elegido en el número 3 de aquel Draft de 2003. A Wiggins también le salió en seguida un competidor en el instituto, y todavía mantiene la competencia con él por el número uno. Dicho competidor, casualmente, ha sido comparado con Melo en multitud de ocasiones, aunque en este caso sí que ha sido su estilo de juego. Nos referimos a Jabari Parker, que ha ganado muchos puntos para ser número 1 o 2 del Draft gracias a la lesión del más suculento pívot de esta hornada de jugadores.
En aquel Draft de 2003 se coló un pívot entre las dos estrellas más codiciadas. Un pívot que no tuvo éxito y que fue el único de los seis primeros que fracasó en su periplo por la NBA. No era estadounidense, y las lesiones han sido una constante durante toda su carrera. Algo nos suena la historia si recordamos al compañero de Wiggins que empezó a destacar este año en Kansas. Un pívot camerunés con un talento increíble que, hasta hace unos días cuando se conoció que iba a ser baja durante seis meses por una lesión, sonaba fuerte en el Draft, incluso por encima de su compañero Wiggins y de Jabari Parker. Joel Embiid asusta ahora, y las franquicias temen que sea el Darko Milicic, aquel que fue elegido con el dos de 2003, de 2014.
Los elegidos entre el 4 y el 6 del Draft de 2003 fueron nada menos que Chris Bosh, Dwyane Wade y Chris Kaman. Un ala-pívot, un escolta y un pívot que han llegado a ser muy importantes en la liga, llegando los tres a All-Stars, y Bosh y Wade también a campeones de la NBA en 2 y 3 ocasiones, respectivamente. De nuevo la casualidad (y los mocks) nos dicen que los elegidos en esas posiciones este año probablemente serán dos interiores: Noah Vonleh y Julius Randle; y un base-escolta: Dante Exum. El siguiente en discordia es Marcus Smart, un base con una calidad y un talento increíble pero con una cabeza que puede ponerle en problemas tanto en su elección como en su futura carrera y, aunque aquí el símil se agota, los siguientes en ser elegidos en 2003 también fueron dos bases: Kirk Hinrich y T.J. Ford.
Además de los mencionados, aquel Draft nos dejó a jugadores muy buenos elegidos muy abajo. Tres llegaron a ser All-Stars: David West (elección 18), Josh Howard (29) y Mo Williams (47). Otros no llegaron al partido de las estrellas, pero han tenido una gran relevancia en la liga y un puesto muy importante en sus equipos. Destacan entre ellos: Nick Collison (elección 12), Luke Ridnour (14), Boris Diaw (21), Carlos Delfino (25), Kendrick Perkins (27) o Steve Blake (38), además de cuatro tiradores de primer nivel como han sido y algunos son: Jason Kapono (31), Matt Bonner (45), James Jones (49) y, sobre todo, Kyle Korver (51). Este año también tenemos a grandes tiradores en la lista como Doug McDermott o Nik Stauskas, y seguro que muchos jugadores dan la sorpresa y se convierten en robo del Draft, como ya vaticinan la mayoría de expertos al considerar que un Draft con tantas estrellas puede hacer que se preste menos atención a los elegidos abajo y se les presione menos, dejándoles tener una mayor progresión.
Que acabe estando a la altura de aquel gran Draft de 2003 es algo que solo comprobaremos con el paso del tiempo y, aunque ninguno hasta el momento ha superado a aquel de hace once años, tampoco ninguno había generado tanta expectación como el del próximo jueves 26.