Quedar apeados de los playoffs en la última jornada no ha mermado en la moral de los Nuggets, más bien todo lo contrario. Desde las oficinas de la franquicia se han propuesto dar un salto de calidad para que en la temporada entrante no queden los deberes por hacer hasta el último día. Quieren estar entre los ocho mejores desde ya, incluso antes que el balón eche a volar en octubre, y de momento, al menos en los despachos, parece que ya lo están.
En Colorado se está montando un proyecto ambicioso que precisamente ha empezado por traspasar a algunos de los pilares del equipo durante estos últimos años. Se marchó Wilson Chandler y sus 12,8 millones hacía Philadelphia y se han marcado Kenneth Faried y Darrell Arthur y los 21,2 millones que cobraban entre ambos. Todo ello, 34 millones, han desaparecido de las cuentas de los Nuggets para esta temporada y les permite un sustancial ahorro en el impuesto de lujo, donde precisamente entraron para asegurar la continuidad a largo plazo de dos de sus máximos estandartes: Nikola Jokic y Will Barton. El pívot firmó 146,5 millones, el máximo, para 5 temporadas; mientras que el alero aceptó 54 ‘kilos’ por 4 años.
Nikola Jokic renueva con Nuggets: el día que un burrito arruinó su Draft
Con ello tienen asegurada una base joven y de talento hasta al menos la 2021-2022, ya que la otra gran figura, Gary Harris, también selló su acuerdo multianual hace unos meses. A eso hay que añadirle el contrato de Michael Porter Jr, la gran apuesta del Draft y que si le respetan las lesiones podrá ser una pieza fundamental a largo plazo para el equipo. Para competir desde ya, también han incorporado a Isaiah Thomas, en una jugada a priori magistral con nulo riesgo: un año por el mínimo, unos dos millones. El ex base de los Lakers será la referencia desde el banquillo y dará descanso a un Jamal Murray en pleno crecimiento. Todo ello sin olvidar la batería interior del equipo con Paul Millsap y Mason Plumlee. Mimbres de sobra para soñar en grande.
Olvidar el pasado para asegurar el futuro
Siempre es doloroso tener que despedirse de jugadores que llevan casi toda una vida en la misma casa. Aquellos jugadores que prácticamente puedes nombrar como familia en una NBA donde cada vez más, cuesta ver proyectos a largo plazo. Faried, Chandler y Arthur son ese tipo de jugadores. El primero de ellos no ha conocido otra camiseta en la NBA que no sea la de los Nuggets. Desde que lo seleccionasen en el número 22 del Draft de 2011, Manimal ha sido una de las caras de la franquicia más allá de sus inconfundibles rastras o sus vuelos sin motor. Aunque desde hace un par de temporadas su rendimiento experimentó un descenso considerable y ha estado envuelto siempre en rumores de traspaso, todavía con 28 años podrá volver a demostrar su valía en unos Nets en plena reconstrucción. El ser expiring le da la oportunidad de hacer un buen año para firmar un suculento contrato la próxima temporada.
Faried alcanzó su pico en la 13-14 con 13,7 puntos y 8,6 rebotes, culminado con el Mundial con Estados Unidos donde fue uno de los jugadores más destacados e incluido en el mejor quinteto. Desde entonces, un bajón progresivo que ha alcanzado sus mínimos en la temporada que ha acabado con 5,9 puntos y 4,8 rebotes. Ahora en Brooklyn deberá ganarse los minutos con Hollis-Jefferson, Ed Davis y Jarrett Allen.
Darrell Arthur, ha cumplido a las mil maravillas en sus cinco campañas en Denver partiendo desde el banquillo. Un sólido interior que nunca se arruga ante nada y que deja un gran cariño en el Pepsi Center tras llegar de Memphis. Seguramente sea el menos carismático de los tres, pero es de ese tipo de jugadores que se ganan a todo el mundo en poco tiempo. Para los Nets también será una importante pieza en la rotación interior y otro contrato que liberarán el próximo verano para firmar, o al menos persuadir, a grandes agentes libres. Wilson Chandler por su parte, ha cumplido su séptima temporada y media en Denver después de llegar a mitad de temporada en la 10-11 traspasado por los Knicks. Siempre por encima de los 9 puntos y los 4,5 rebotes, se perdió toda la temporada 15-16 por una grave lesión, aunque regresó a gran nivel. Se va de los Nuggets siendo el tercer máximo triplista de la historia del equipo y dejando la sensación que, estando en forma, es uno de los aleros más completos de la liga. Sin tener nunca el status de estrella, está entre los mejores del tercer escalón de la NBA.
La arriesgada apuesta del Draft
Michael Porter Jr era hace un año el número 1 del Draft de 2018 casi con unanimidad, pero una grave lesión de espalda truncó todos sus planes. Aún así, casi todos los mocks le colocaban dentro de los 10 primeros puestos por potencial y sin querer hacer demasiado caso a los informes médicos más alarmistas. No parecía posible que los Clippers le dejaran escapar teniendo dos selecciones consecutivas en el 12 y el 13, pero ocurrió, y los Nuggets seguramente descorcharon el champagne antes de decidir que era su apuesta en el número 14. Porque probablemente en ningún escenario hubieran esperado que les cayese tal diamante en el último puesto de la lotería, pero la suerte les sonrió.
Algunos periodistas ya han especulado con que pueda perderse toda la temporada por esos problemas físicos. De momento no ha participado en la Summer League y la franquicia no ha comentado nada al respecto. Parece poco probable que se pase en blanco todo un curso, aunque los Nuggets irán con pies de plomo para cuidarle al máximo. Ha caído en una franquicia ya totalmente construida y diseñada para ganar, por tanto no deben tener prisa alguna para contar con el excelente rookie.
Isaiah Thomas quiere volver a ser grande
De 200 millones a 2. Ese es el recorrido de un Isaiah Thomas que en un año ha pasado de ser ídolo del Garden, pasar sin pena ni gloria por los Cavs de LeBron, repudiado en Lakers a firmar por el mínimo con los Nuggets. En Denver va a tener un ecosistema que le permitirá brillar desde el banquillo, con un Mike Malone, que ya le entrenó en los Kings, que le ha asegurado un rol importante en ataque siendo sexto hombre.
Los de Colorado dan un salto importante de calidad con IT en sus filas y añaden más madera a un backcourt ya de por si potente con Murray y Harris, que promediaron 32,8 puntos por partido combinados. Thomas, con 29 años, tendrá una temporada para volver a ganarse el respeto de la liga, algo con lo que parece obsesionado viendo sus últimas publicaciones en Instrgram, y podrá volver a aspirar a un mayor contrato el próximo verano.
Juancho Hernangómez, ¿El gran beneficiado?
«Yo les había dicho que otro año sin jugar no lo podría aguantar, que si para ellos no contaba, había otros equipos con interés», así de contundente se mostraba Juancho en una entrevista concedida a Marca hace unos días. Es evidente que el papel del español ha sido prácticamente residual a lo largo de la temporada en Denver, en parte por la gran competencia en su puesto. Ahora, los traspasos de Chandler, Faried y Arthur, le abren la puerta de par en par de minutos en las posiciones de alero y ala-pívot; en su mano está aprovecharlos. A priori en la posición interior lo tendrá algo más complicado con Millsap y Lyles por delante, mientras que en el 3 estará Barton como titular, con la incógnita de Porter Jr en el banquillo.