El polémico Dennis Rodman nunca ha dejado de sorprender incluso 15 años después de su retirada. Su última ‘escena’ tuvo lugar en febrero de este año cuando fue de viaje a Corea del Norte gracias a una invitación del propio jefe de Estado Kim Jong-un que, ahora, apenas unos meses después ha vuelto a recibir, pasando de nuevo una semana en el país asiático y confirmando que preparará tres partidos para enero en Pionyang al que acudirán mas ex de la NBA.
Como es normal, tras su primera visita a Rodman le cayeron más palos que aplausos al dejarse ver de forma tan amigable con el dictador de uno de los países más conflictivos e impredecibles de la Tierra. El ex de los Bulls y su «nuevo amigo» se dejaron ver en un partido de baloncesto ‘a la coreana’ -con canastas de ocho puntos en el último minuto- dando como resultado una llamada al orden desde la propia embajada norteamericana.
«Kim es un amigo para toda la vida», dijo ‘El Gusano’ a los periodistas en su escala en China para poner rumbo al país comunista. «Voy a Corea para empezar a trabajar en el proyecto de crear una nueva liga en el país», explicó el jugador, cuyos conocimientos y carácter convencieron al joven presidente Coreano, cuya edad se estima en torno a los 30 años, y del cual se sabe que es un gran fan de la NBA y en especial de los Bulls de Jordan.
Tras esta segunda visita, Rodman volvió a Estados Unidos con un documental de la HBO debajo del brazo y preparado para recibir todo tipo de críticas. “Creo que estoy ayudando a normalizar las relaciones entre los dos países”, apuntó el ala-pívot, gracias al cual, de momento, ya se ha confirmado que el dictador coreano tiene una hija, una información que caía en la rumorología antes de su visita.
El caso de Kenneth Bae
Pero desde su llegada los medios norteamericanos no han dejado de hablar de que podría haber algo más detrás de las intenciones de Rodman. Al parecer el ex de los Bulls podría estar usando sus buenas relaciones para que Corea libere a Kenneth Bae, un tour-operador noteamericano que fue arrestado en 2002 en el país asiático por causas que se desconocen.
Rodman puso en Twitter hace unas semanas unas frases en las que afirmaba sus intenciones: «Estoy pidiendo al líder supremo de Corea del Norte, o como le llamo, ‘Kim’, que haga algo con la situación de Bae”, una afirmación que fue desmentida porsteriormente por la agencia estatal de noticias norcoreana.
Ahora mismo, y a la espera de que Rodman vuelva a irrumpir, la situación de Bae queda en el aire, pero quién sabe si, detrás de lo que muchos califican como la enésima travesura del mítico jugador, existe en realidad el mayor acercamiento de posturas entre dos países antagónicos.
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