Dallas Mavericks: reinventarse o morir

Tras lograr contra pronóstico el anillo en 2011 contra la versión 1.0 del Big Three de Miami, el dueño de los Mavs, Mark Cuban, parece sacar de su garaje cada verano la demoledora y empieza a destruir el proyecto deportivo que comenzó el pasado junio. Y es que tras juntar un equipo campeón, con todo lo que ello conlleva, las piezas de aquel conjunto abandonaron el barco y aunque algunas han vuelto recientemente, otras desaparecieron del mapa y otras brillan con diferentes equipos.

Cuban siempre se ha caracterizado por su fanatismo, su implicación y su excentricidad, pero a veces esa locura que parece recorrer su cuerpo le hace cometer malas gestiones. Y aunque repetir un anillo a corto plazo es algo al alcance de muy pocas franquicias, Dallas siempre se ha mantenido en la élite del salvaje Oeste aún con proyectos que vuelan por los aires año tras año, algo que para Rick Carlisle y Dirk Nowitzki no debe ser nada fácil de digerir.

La nueva temporada comenzaba como siempre, más de la mitad de la plantilla cambiaba de aires y la necesidad para rodear a Dirk de grandes jugadores crecía ante los rumores de retirada. Fue él el primero en dar un paso al frente en verano y decidir renovar muy a la baja para darle a Cuban la flexibilidad que le permitiese acometer fichajes. Así fueron llegando los primeros refuerzos como Richard Jefferson o Al-Farouq Aminu, que cubrían las bajas de Carter y Marion. También llegaron al equipo Jameer Nelson para tapar el hueco de José Calderón, que fue traspasado para lograr la vuelta de un pilar clave del anillo: Tyson Chandler. Se firmó a un gran agente libre como Chandler Parsons, quizá algo sobrepagado, y volvió otro héroe del título como J.J. Barea.
La temporada por tanto comenzaba esperanzadora y con los deberes hechos en los despachos.

 


Entrada ya la competición, los rumores sobre la salida de Rajon Rondo de los Celtics iban creciendo, y los Mavericks no querían dejar pasar la oportunidad de reforzar el punto más débil que tenían en su quinteto, así que lanzaron una oferta por el introvertido base, la cual para sorpresa de muchos Danny Ainge aceptó. Los de Carlisle perdían profundidad en el banquillo tras desprenderse de Wright, Crowder y Nelson, pero ganaban un guard que si recuperaba el hambre de antaño catapultaba a los Mavs al grupo de favoritos al campeonato. Para poner la guinda al pastel, Amar’e Stoudemire también se sumaba al proyecto tras desvincularse de los Knicks.

Hasta la llegada de Rondo, las cosas en la ciudad texana pintaban bien. Marchaban entre los cuatro primeros de la Conferencia y eran uno de los mejores ataques con grandes porcentajes de acierto y una buena química en el vestuario. Cuban pensó que con el ex-celtic añadirían un plus en defensa, manteniendo la buena dinámica ofensiva. Pero ni una cosa ni otra, el ataque de Dallas bajó hasta situarse entre la media del resto de equipos y la defensa no mejoró especialmente, además no supo encajar en el vestuario y mucho menos con su entrenador, con el que tuvo más de un roce por su sorprendente pasividad. Sus estadísticas personales también se vieron reducidas a las que hacía con Boston y el equipo pasó a situarse en la cola de los puestos que dan acceso a Playoffs a las pocas semanas de que se iniciasen.


El panorama por tanto no era muy halagüeño y toda la emoción que supuso traer al 4 veces All-Star se vino abajo enseguida, además que acabara contrato a final de temporada no hacía pensar que seguiría vistiendo la camiseta de los Mavericks durante mucho tiempo, y eso quedo confirmado durante la eliminatoria contra Houston.
Dallas llegó a la última jornada con la seguridad de acabar 7º del Oeste, lo que todavía no sabían era su rival en 1ª ronda que podían ser los Clippers, Spurs o Rockets y personalmente creo que les tocó la opción más factible.
El equipo de Harden llegaba con las bajas de Beverley y Motiejunas pero pronto vimos que Howard había recuperado su nivel de Orlando. También nos dimos cuenta rápido de la confirmación que Rondo ha perdido su amor por el baloncesto, al menos de momento, y es que tras un mal primer partido puso punto y final a su etapa en Texas con un espantoso segundo, cometiendo errores infantiles y tomando decisiones sin sentido. Para poner la serie más en contra, Chandler Parsons recayó de sus problemas en la rodilla y quedó apartado para el resto de partidos.
La serie se trasladó a Dallas y allí Carlisle se vio obligado a plantear algo nuevo, e introdujo a Barea y Aminu en el quinteto titular y apunto estuvo de poner el 2-1 en la serie, esa victoria local llegó ya demasiado tarde en el cuarto juego y con todo ya prácticamente decidido, pues Houston remató a sus vecinos en el quinto y definitivo partido.
A partir de aquí ya tocaba pensar en la siguiente temporada, y si los veranos suelen ser calientes en los despachos de Dallas, este no va a ser una excepción.
El caso de Rondo ya está resuelto y el jugador será agente libre sin restricciones, la cuestión es ¿quien va a apostar por el base viendo lo mostrado en los últimos años? Seguro que pretendientes tendrá pero probablemente no al precio que él pretendía.
Parsons acabó pasando por quirófano para corregir los problemas que ha arrastrado en el tramo final de temporada en la rodilla y que no le han dejado mostrar todo su potencial, probablemente se pierda el inicio de la nueva campaña, así que otra nube negra. Pero aquí no acaban los problemas, Monta Ellis, Tyson Chandler, Aminu, Jefferson, Stoudemire, Barea, Villanueva o Smith acaban contrato. Los 3 primeros se han antojado fundamentales durante la temporada y su renovación es prácticamente obligatoria, Ellis y Aminu tienen la Player Option para seguir, cosa que el alero ya ha rechazado y el escolta es probable que también ya que buscarán contratos más altos.
Soy partidario de renovar a Barea ya que encaja perfectamente en el estilo de Carlisle. Stoudemire ha aportado buenos minutos en ataque y viendo el escaso mercado de hombres altos puede ser una opción interesante, los demás deben ser prescindibles y apostar por talento joven puede ser una buena solución.
Ty Lawson, LaMarcus Aldrige o DeAndre Jordan ya han sonado con fuerza en la rumorología de los Mavs y Dirk ya ha declarado que no le importaría salir desde el banco en el caso que llegase el All-Star de los Blazers, nativo de Dallas.
Nos esperan pues unos meses donde Cuban intentará tocar todo lo que pueda, unos meses donde seguramente veremos a Nowitzki de nuevo con la camiseta de Alemania y unos meses donde los aficionados de este equipo como yo, estaremos deseando escuchar el pistoletazo de salida al nuevo curso para despejar todas las incógnitas. #MFFL

Sergi Concha: Estudiante de Periodismo Deportivo. Editor de SweetHoops.com. Puedes escucharme en Banana Boat Podcast.
Related Post