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Cuando LeBron se volvió Hulk: vuelve la polémica por las camisetas con mangas
El motivo era evidente. ‘The King’ había fallado diez tiros en los primeros compases del partido.
Sabíamos que a LeBron no le convencían ni mucho menos las camisetas con mangas, pero esta semana dejó una imagen ante todos los aficionados que le ha hecho un flaco favor a la intención de la NBA de ir introduciendo poco a poco esta nueva versión de uniforme.
El pasado miércoles, en pleno partido contra los Knicks, LeBron sorprendió a propios y extraños cuando, cual Hulk, destrozó las sisas de su camiseta con rabia. El motivo era evidente. ‘The King’ había fallado diez tiros en los primeros compases del partido.
Y lo cierto es que el iracundo gesto funcionó. LB acabó con 23 puntos como máximo anotador de los suyos, que a la postre se llevaron el partido.
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La historia sobre la controversia de las camisetas con mangas no es ni mucho menos nueva. Desde que en febrero de 2013 los Warriors fueran los primeros en probarlas, la NBA ha ido incorporándolas poco a poco a más eventos: terceras equipaciones, All Star, partidos del día de Navidad…
La intención es clara, y hasta es comprensible. Para cualquier aficionado de andar por casa es mucho más usual llevar una camiseta con mangas cortas que una de tirantes. Se abre mercado y se le da la opción al aficionado de llevar una camiseta de su equipo favorito como lleva cualquier otra prenda deportiva más normal. Pero desde su implantación los jugadores -y también muchos aficionados- se han sumado a unas críticas, a veces silenciosas, contra las nuevas indumentarias.
El primero en dejar una imagen similar a LeBron no fue ni mucho menos una estrella de este calado. Fue Beno Udrih, cuando jugando en los Knicks en la temporada 13-14 se remangó las mangas tras fallar un triple.
Tras la escena del pasado miércoles, al ser preguntado por los medios, LeBron contestó de forma muy diplomática que «si las camisetas con mangas le gustan a los aficionados las seguiré llevando. Simplemente estaba frustrado», confesó. Unas declaraciones que distan mucho de las que hizo tras un partido contra los Spurs en 2014, cuando aún jugaba en Miami, en las que dijo que «cada vez que tiro es como si me estirara por debajo del brazo, no deja mucho margen de error».
Por el momento, Adam Silver ya declaró hace unos meses que si los jugadores lo pedían, se plantearía retirarlas. Y parece que los caminos de la NBA van por ahí. De hecho, el año pasado las camisetas del All Star volvieron a su versión sin mangas, al igual que pasará este año con las de Navidad.
El debate, como vemos, sigue muy abierto…
