En cuestión de días la NBA ha vuelto a cambiar por completo y todo por un sólo hombre. El mismo que hace cuatro años revolucionó el mundo del baloncesto al anunciar en un programa en directo llamado ‘The Decision’ que se marchaba a Miami Heat para ser campeón junto a Dwayne Wade y Chris Bosh.
LeBron James vuelve a casa. Y odiado o admirado, debe reconocerse la grandeza de un hombre que si bien puede ser discutido como el mejor de los tiempos, pasará a la historia como el jugador que más impacto ha tenido jamás sobre la liga. Bill Rusell, Magic, Bird, Jordan; todos fueron símbolos que hoy copan el Olimpo de la mejor liga del mundo, pero su legado se centró en el equipo que les drafteó.
El Rey rompió el corazón de todo un estado cuando decidió marcharse a la cálida South Beach en un sueño megalómano diseñado por el gran Pat Riley. Nunca antes se juntó tanto talento en torno a un Big Three, aunque algunos fans de Boston podrán quedarse con su nada desdeñable trío Pierce-Garnett-Allen. Éste último también acabó uniéndose a la fiesta para sumar el segundo de los dos anillos que consiguió esta dinastía, presente en las cuatro finales en las que los tres militaron juntos.
Fans de pega, franquicia a lo Marbella … Mezcla de tres tenores con veteranos reconvertidos como Shanne Battier, Mike Miller, Rashard Lewis o Andersen. Odiados o amados, lo cierto es que no he podido menos que dedicarle cuatro párrafos de mi artículo a uno de esos equipos que estudiaremos en la historia de este deporte. De nuevo, mis disculpas para tantos campeones. Pero la mejor franquicia desde los Lakers de Kobe y Shaq ha sido Miami.
¿Y ahora, qué?
LeBron llega a un equipo que fue una depresión constante, una casa de líos, un jardín de problemas hasta que el chico de Akron quiso volver a casa. Ahora son candidatos a todo. Jugarán con el bueno de James dos números uno como Kyrie Irving, que viene a ser llamado a convertirse en uno de los mejores bases de la liga, y a Andrew Wiggins, que viene siendo considerado su sucesor. Eso sin olvidar al también número uno Anthony Bennett y a los talentosos número tres Dion Waiters y Tristan Thompson. Y cómo no, su buen amigo Anderson Varejao, que le esperó sólo en el muelle de San Blas.
El futuro no está claro. En el aire, un traspaso por Kevin Love. Los Cavaliers ahora son los principales candidatos para hacerse con sus servicios pero el medio de pago está claro: el joven padawan Wiggins. De momento se descarta esa opción. Blatt quiere al pick de Kansas. Pero un sign&trade puede resultar demasiado apetitoso para Gilbert.
Novias no le faltan a Love. Celtics y Warriors también andan detrás de sus pasos y los de California tienen, a priori, más bienes que sacrificar. O parecen más decididos a ello. Los de Oakland han ofrecido a Klay Thompson y los de Massachusetts regatean hasta por Sullinger. La apuesta más arriesgada es la de Lakers, quienes tras ser plantados por Carmelo Anthony, se han quitado las penas con un despreciado Jeremy Lin.
Un clavo saca a otro clavo y estos dos necesitan cariño. Por lo menos llevarán espectáculo al Staples. Kupchak esperará a que Wolves no vendan y que Love acepte su oferta. De momento, renovaron a Jordan Hill.
¿Quién lleva los pantalones?
En casa de Anthony dicen que Lala. Rumores aparte, Carmelo sólo estuvo considerando dejar su actual casa en Manhattan por los lujos de Los Angeles. Houston primero y Chicago después, quedaron descartadas. La una posiblemente por no reunir los requisitos de la señora Anthony, la otra porque Melo supo interpretar el mensaje que le lanzó un evasivo Rose: «Ven si quieres, pero aquí manda mi p…» Persona… Persona.
Se queda, dicen, porque Phil Jackson y su pupilo Fisher le han prometido construirle un equipo competitivo. Tendrán rondas de draft y cuando se libren de Stoudamire y Bargani le traerán una figura.
Aviso a navegantes, todos los focos apuntan a Marc Gasol. De momento ahí le espera su compatriota Calderón, que se lleva sus migas a la Gran Manzana a cambio del regreso de Tyson Chandler y el ‘pistolero’ Felton. No han andado flojos los de Cuban esta postemporada y también firmaron a Parsons. Uno de los jugadores peor pagados de la liga hasta el momento.
Y como todo queda en familia, volvemos al clan Gasol, porque Pau habrá pasado un infierno las últimas temporadas en Hollywood, pero ha sido tratado como un sultán este verano. A elegir: Lakers, Thunder, Spurs, Knicks, Bulls. Se quedó con los últimos. Posiblemente por recuerdos de una adolescencia marcado por MJ. Probablemente porque al fin podrá jugar en su puesto natural con un gran cinco respaldándole como Joakim Noah. Además se le unen dos tiradores como Mirotic y McDermott por sin un día tiene la muñeca tonta.
Los grandes perdedores
Está claro. Aquí las víctimas son los plantados, comenzando por Miami Heat. Tras perder a LeBron, se hacen con Luol Deng a cambio y a la vez le birló a Chris Bosh a Houston, convirtiéndole (paradójicamente) en el jugador más caro de la liga. Un Big Three más descafeinado pero que aún tendrá opciones de dar guerra.
Los Rockets no levantaron cabeza pero tenían Plan C: Trevor Ariza. Los Wizards se cubrieron las espaldas a su vez con un veterano Paul Pierce, que puede mantener a los de la capital en la cresta que vivieron la temporada pasada.