Comparamos los salarios que se están repartiendo en esta Agencia Libre 2015 con los que se dieron hace cinco años, cuando LeBron y otra importante hornada salió al Mercado… ¿Estamos ante la edad dorada (monetaria) de la NBA? Parece evidente que sí.
Si se pudiera invertir en jugadores NBA como se hace en materias primas o en la bolsa, muchos inversores cambiarían el parquet de Wall Street por el de una cancha de baloncesto.
El verano de 2015 nos ha dejado otra revolución en el Mercado NBA. Y no solo por los nombres que se ponían en liza, sino por las astronómicas cifras que se han movido. De los 42 millones de dólares por dos años (uno opcional) que se embolsará LeBron James por seguir siendo el hijo pródigo -y no odiado- de Akron a los 110 kilos en cinco años que percibirá Marc Gasol. La centrifugadora económica de la NBA se ha puesto en marcha como se esperaba, y no solo se ve en los billetes firmados por sus mejores estrellas, sino por aquella suerte de anecdotario de meteduras de pata que cada mes de julio nos regala la NBA: Los contratos más desproporcionados y, sobre todo, los que cuentan con percha de ‘bluf’ incipiente.
Y es que son los jugadores de corte medio-alto y los que llegan de firmar su primer gran año en la liga los que en muchos casos marcan la prueba del algodón para los General Managers. ¿Algún ejemplo?. Solo mirando al año pasado nos podemos acordar de Jodie Meeks y los 6,5 millones anuales de los que aún se buscan por la Motown, Eric Bledsoe y sus 70×5 -que ahora se han acordado de reeditar los Suns con Brandon Knight-, o los 27×3 de Stephenson. Y eso que el año pasado pasó sin demasiados sonrojos por los despachos de las franquicias NBA. Sin tener en cuenta ningún barrio de Nueva York, claro.
‘El Contrato’ de Televisión de la NBA y la senda marcada por Stern
Sacar la calculadora de paseo y comparar los salarios que se están repartiendo este verano con los que se dieron hace unas temporadas deja una conclusión evidente: El talento cada vez se paga más caro… y el fondo de armario puede esperar hasta rebajas.
Si se compara este año con el de 2010 -cuando LeBron también salió al mercado junto con Wade, Bosh e incluso un catálogo de jugadores superior al de esta Agencia Libre- nos damos cuenta de que la suma del salario anual de los diez mejores jugadores (aquellos que más han cobrado firmando contratos de al menos dos temporadas) ha subido en casi 30 millones de dólares. Casi un 16%.
En total, en aquella calurosa Agencia Libre que se colapsó con el anuncio de LeBron y su ‘The Decision’ los equipos NBA suscribieron 175,5 millones de dólares anuales a los diez jugadores más cotizados. Desde los 18 millones por cabeza del Big-Three de Miami a los 16,4 de Rudy Gay y los Grizzlies o los casi 20 de la renovación de Stoudemire y que hasta hace nada seguían pagando los Knicks.
Agencia Libre 2010 | Agencia Libre 2015 | ||||
Jugador | Equipo | Salario Medio* | Jugador | Equipo | Salario medio* |
LeBron James | Miami | 18 | LeBron James | Cavaliers | 23,5 |
Dwyane Wade | Miami | 18 | Marc Gasol | Memphis | 22 |
Chris Bosh | Miami | 18 | LaMarcus Aldridge | San Antonio | 20 |
Dirk Nowitzki | Mavericks | 20 | Kawhi Leonard | San Antonio | 18 |
Joe Johnson | Hawks | 20,6 | Jimmy Butler | Chicago | 19 |
Amar’e Stoudemire | Suns | 20 | DeAndre Jordan | Clippers | 22 |
Carlos Boozer | Jazz | 16 | Kevin Love | Cavaliers | 22 |
David Lee | Knicks | 13,3 | Brook López | Brooklyn | 20 |
Paul Pierce | Celtics | 15,2 | Goran Dragic | Miami | 18 |
Rudy Gay | Grizzlies | 16,4 | Paul Millsap | Atlanta | 19,6 |
175,5 | 204,1 | ||||
*El salario se ha obtenido dividiendo todo el contrato firmado entre el número de años. Por ejemplo, Stoudemire cobraba en 2011 16,5 millones con los Suns, pero había firmado un contrato de 100 millones entre 5 años. |
Por su parte, el total de las firmas más buscadas ha ascendido este año hasta los 204 millones de dólares. A ello hay que sumar las cantidades que este verano se han comenzado a renovar de la camada de rookies de 2012 -que el próximo julio podría salir al mercado-. Los 145 millones en cinco años de Anthony Davis, hasta la fecha, el más caro de la historia de la NBA en números redondos son la guinda a un pastel que forma su base con los 54X4 de Michael Kidd-Gilchrist, o los 120 por cinco que está pretendiendo Bradley Beal. Por volver a la comparación. Son números que LeBron y su hermandad del draft de 2003 están consiguiendo ahora.
La inflación de los contratos en la NBA surge evidentemente dentro de un contexto muy claro: el fabuloso contrato televisivo que entrará en vigor en la temporada 2016/2017 y que reportará a las franquicias tres veces más de lo que recibían antes. Además, el cambio de marca deportiva que también está ya apalabrado y que cambiará Adidas por Nike, los 2.000 millones de dólares pagados por Steve Ballmer para comprar los Clippers, o los 200 millones que le pondrá Adidas a James Harden y su barba van en la misma dirección. Es tiempo de cambio, de pillar el dinero y correr. Ay si Bargnani hubiera salido a esta agencia libre como hace tres años. Qué risas.
Pero la situación actual también responde al camino emprendido por David Stern durante los últimos treinta años, y en especial en la última década. La NBA es ahora más global que nunca y, por lo tanto, más ‘esponsorizada’ que nunca. Se prevé que en 2016 el límite salarial pueda ascender a los 90 millones de dólares -ahora está en 70-. Con esto, la NBA daría el mayor salto en su historia en la cantidad que restringe a los equipos para no pagar impuesto de lujo.
El caso LeBron
Peso si todo es más dinero y parece que no falta… ¿quién sale perdiendo con todo esto? Pues parece que serán los jugadores de corte medio. De hecho, ahí radicaba el centro del debate hace solo unos meses. NBA y el sindicato de jugadores, presidido por Chris Paul con LeBron como segundo al cargo, se negaron a la propuesta de la liga de subir el límite salarial de forma más escalonada. Los grandes jugadores -que también son los actuales- quieren que el límite salarial ascienda lo antes posible para pillar su dinero… pero sin que esto comprometa los salarios del resto.
Qué ocurre si aunque suban 20 millones el límite salarial la próxima campaña LeBron vuelve a no prorrogar su contrato y se planta a negociar: Si sacara los 35 por año que se rumorea que puede pretender el próximo verano, a los Cavs solo les quedarían 5 millones más de todo lo añadido para compensar por ejemplo a Mozgov, que acabaría contrato, así como el resto de jugadores mortales que también querrán comerse su parte de la tarta. O las estrellas no ganarían tanto como se pretende que va a pasar, o Chris Paul queda peor de sindicalista que Fernández Villa. Otra opción es que tengamos otros Lockout a la vista.
Y en que en esta línea se han mantenido precisamente los movimientos de LeBron en el mercado los últimos dos años. Firmó por los Cavs con un año con opción a otro, algo que no ejecutó. ¿Se iba a ir de los Cavs un año después de decir que volvía a su casa? Por supuesto que no. Como se esperaba, LeBron firmó otro contrato con los Cavaliers este verano similar al anterior: dos temporadas con la segunda opcional.
De cumplir todo su contrato, su salario supondrá el 35% del límite salarial del equipo. El máximo que puede cobrar un jugador de 10 años en la NBA, algo que también afecta a otro importante rango de grandes estrellas. El resultado, necesitan que suba el límite salarial también lo antes posible.
¿Saldrá de nuevo al Mercado LeBron de cara a la 2016/2017? Todo puede depender precísamente de esto. Si sale el próximo año y el límite salarial sube hasta los 90 millones podría cobrar algo más de 30 el primer año y 35 el segundo. Si cumple las dos temporadas actuales, el límite sube lo que también se prevé (hasta 108 millones) y firma un contrato de larga duración podría llegar a cobrar hasta 50, aunque se arriesga a firmar el trato en 2017, con 33 años. Las diferencias son ostensibles, pero en todo caso, tanto para LeBron, como para Durant, cuanto más pronto suba más seguridad tendrán de cazar el máximo dinero.
Y mientras se deciden, al menos durante este año, Kobe Bryant seguirá siendo el jugador mejor pagado de la NBA, algo que también pasaba ya en 2010. Hay cosas que no cambian.