Cómo Draymond Green puede estar cambiando el baloncesto sin que nos estemos enterando

Se acaba el 2015. El año que pasará a la historia en el mundo NBA por la revelación de los Golden State Warriors y sobre todo por confirmar solo tres meses más tarde, en la presente temporada, que estamos viendo a uno de los mejores equipos de la historia.

Stephen Curry es sin duda alguna el demonio con cara de ángel sobre el que se cimentan estos Warriors y su leyenda. Y no es para menos, pero existe otro jugador que hasta esta temporada había pasado más o menos desapercibido quizá en parte por su capacidad para hacer todo lo que los demás no hacen. Hablamos de Draymond Green, una especie de mutante llegado desde el planeta de los cuatros abiertos y habilidosos para conformar quizá, el pívot del futuro.

¿Qué hace Draymond Green y qué lo hace tan determinante? Lo primero, vayamos al frío dato. En la presente temporada Green está promediando 14 puntos por partido, 9 rebotes, y 7 asistencias, unos registros que en la historia de la NBA solo han realizado Magic Johnson, Larry Bird en dos temporadas, Grant Hill y Fat Lever*. Todos ellos jugadores cuyo denominador común fue hacer mucho más que lo que se solía requerir a su posición.

¿Cuál es la diferencia entre Green y todos estos jugadores? Pues que es el único interior de todos ellos. Y es que ahí radica el principal factor por el que Green puede cambiar el baloncesto tal y como lo conocemos.

La historia es conocida pero conviene recordarla. Durante las pasadas Finales, los Cavaliers andaban 2-1 en la serie hasta que Steve Kerr decidió dar el giro completo hacia small-ball que hoy todos aplaudimos. Bogut salió del quinteto para dejar al bueno de Green como referencia interior. En la ecuación del anillo de los Warriors entran indudablemente las bajas de Irving y Love en los Cavs así como el gran nivel de Iguodala, pero este cambio de sistema resultó sin duda alguna fundamental.

Sigamos con los datos. Green es el jugador que más pases da (sí, más que los bases, con unos 60 por partido) de estos Warriors del 24-0, y es el primer jugador de toda la NBA en Net Rating, la diferencia que consigue su equipo cuando él está en cacha, con +22 de media según los estadísticas avanzadas de la liga. Pero pasemos a las sensaciones. Basta con ver un partido reciente de los campeones para observar que Green es un quarterback metido a jugador de baloncesto. Domina el bote, las transiciones, el pase, el tiro, la intimidación. En lo que mejor hace es un 4×4 recién sacado del concesionario para subir el peor puerto de montaña compitiendo contra unos 600.

No en vano, el buen resultado de Green en los Warriors radica en buena parte en que el resto de equipos aún no se han atrevido a dar el salto hacia este nivel. A jugar con un cinco con cuerpo de alero (eso sí, cargado de talento y fortaleza) durante buena parte de sus encuentros. La senda que puede marcar la construcción de los quintetos en los próximos años en la NBA, aunque esto no lastre que un center alto y con presencia siga guardando su hueco en cualquier roster.

Hoy el quinteto con Draymond de pívot es el cuarto que más usa Luke Walton (aunque cada vez va a más) y el que más ventaja saca a sus oponentes. Y no es por casualidad. Con él en cancha los Warriors consiguen un +6,5 en puntos anotados frente a sus rivales, muy por delante de lo que consiguen los otros quintetos más habituales. Además, solo en este curso nos ha dejado ya varias actuaciones determinantes, como sus 4 triples-dobles -líder de la liga junto a Rondo-, su partidazo ante los Celtics (donde además de 24 puntos consiguió más de 5 registros en otras cuatro estadísticas) o su labor en la victoria contra los Cavs en la reedición de las Finales del día de Navidad. Fue el máximo anotador, reboteador y asistente de su equipo ante LeBron.

 

Llegando desde abajo

Sus escasos dos metros fueron uno de los motivos que le llevaron a caer hasta la segunda ronda del Draft del 2012, pero para entonces los nuevos chicos grandes ya llevaban un tiempo dándole la razón a esta tendencia. Otro ejemplo de ello es DeMarcus Cousins (a pesar de su cabeza), un pívot cargado de talento puro, quizá no el más determinante, pero sí el único capaz de botar el balón, de hacer un 4 de 5 en triples en un partido, y de seguir manteniendo sus números en rebotes y las stats más ligadas a los hombres grandes.

Son hombres que desanclan el ataque abriendo las opciones de pase de forma fastuosa gracias a su capacidad para hacer daño desde cualquier posición. Y repetimos, Draymond Green da más asistencias que bases como Derrick Rose, Jeff Teague, Mike Conley, Kyle Lowry, o el propio Stephen Curry.

¿Será jugar con un pívot bajito y móvil la tendencia para los próximos años? ¿Sigue siendo Green un jugador infravalorado? Quizá estas preguntas, además del tiempo, solo las pueda responder que aparecieran otros jugadores como el nuevo ‘center’ (si es que se le puede llamar así) de los Warriors, ahora mismo único en su especie.

O quizá no. Y es que también hay que tener en cuenta que Green es también lo que es gracias a su carácter. Dominador del trash talking, del roce, de ganar partidos cuando el cronómetro no está en marcha. Se dice que tras conocerse que Steve Kerr no iba a poder entrenar a los Warriros por sus dolencias de espalda él reunió a la plantilla para conjurarse. Es un líder también. Y como en toda su carrera, de forma inesperada.

* Quizá Fat Lever sea el jugador menos conocido de los que comparten promedios en la historia con Green. Lever fue un escolta que despuntó en los Nuggets a finales de los ochenta. Como muestra basta decir que es el único jugador junto con Jason Kidd y Chamberlain que ha conseguido un 15-15-15 en PlayOffs. Las lesiones le apartaron de las canchas antes de tiempo, sino, seguramente estaríamos hablando de uno de los mejores jugadores de los noventa.

Víctor Millán: Escribo mucho y soy de Zaragoza. Director de Sweet Hoops.

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  • En mi opinión, Draymond Green y Steph Curry coniven en una perfecta simbiosis. Los numerazos y actuaciones de Green no se podrían entender sin el papel de Curry en el equipo y viceversa. La cantidad de desajustes defensivos provocados por Curry en cada partido facilitan el papel de pasador o finalizador de Green y allí es donde el 23 brilla con luz propia. Es increíble la cantidad de decisiones acertadas que toma cada partido, ya sea saliendo botando después de rebote, doblando el balón o penetrando a canasta. Todo esto hace que, a su vez, Green también genere muchos desajustes en la defensa rival de los que se aprovecha el resto del equipo.

    Aún así, pienso que lo que realmente hace especial a Green es la intensidad que le pone a todas las acciones. Creo que no me estaría equivocando si dijera que es el jugador más intenso de toda la NBA. Está claro pues que su increíble merito es que haga todas esas cosas tan bien teniendo en cuenta que siempre está jugando al 100%. ¡¡JUGÓN!!

  • Soy al único que se le a pasado por la cabeza que green debería jugar de base??

      • No has visto a Magic??
        Con esa tremenda altura y jugaba de base así que no es tan estupido como crees no?

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