Empieza la Summer League en la NBA, cita algo descafeinada pero que sirve para ver a los nuevos prospectos, obligados a lucirse. Primero en Orlando (del 5 al 11 de julio) y luego en Las Vegas (11 al 21) los equipos prueban a sus nuevas elecciones del draft y a sus jugadores a prueba en unos partidos que, ante la evidente falta de estrellas, pueden resultar irreconocibles, pero en los que habrá franquicias -como Boston, Philadelphia, Orlando, Cleveland o Milwaukee- que causan gran expectación debido a la gran cantidad de jugadores jóvenes que acumulan en su roster.
El primero en llamar la atención de todos ellos ha sido Nerlens Noel. El pívot de los Sixers, que se pasó su temporada de rookie en blanco debido a su lesión, firmó en su primer partido ante los focos 19 puntos, 2 rebotes y 4 robos, unos buenos números que no obstante, no pudieron evitar que su equipo cayera ante los Orlando Magic de Víctor Oladipo, convertido en rey ante tanto novato (18 puntos y 6 rebotes).
Además, la primera jornada también nos dejó ver a los nuevos Celtics, en los que el sophomore Kelly Olynyk acabó con 20 puntos y 8 rebotes y Marcus Smart, que debutó como hombre verde con 10 puntos, 5 rebotes y 5 robos, aunque también con 0 de 5 en triples. Enfrente estuvieron los Miami Heat B, en los que sí que se pudo ver al protegido de LeBron James, el base Shabazz Napier, que acabó con 12 puntos pero también con 8 pérdidas.
Sin embargo, el mejor de la primera jornada fue el sophomore de los Pistons Kentavious Caldwell-Pope, que acabó con 26 puntos en la victoria de los suyos ante Houston.
Esta es una muestra de lo que puede ver en la Summer League de Orlando, a la espera de que después, en la sede de Las Vegas, se añadan nuevos equipos, teniendo así la oportunidad de ver a más nuevos rookies: Andrew Wiggins, Jabari Parker, Julius Randle, o la evolución de algunos jugadores de segundo año: el fallido número 1 del 2013, Anthony Bennett y otros como Trey Burke o Giannis Antetokounmpo.