[tps_header]Por fin, esta noche los focos volverán a iluminar las canchas NBA tras casi cuatro meses de barbecho. La temporada 2014-2015 arranca con la sospecha de querer traer un nuevo status quo a la liga y tiene cara de culpable. Ahora, a unas horas de que empiecen a quedar las cosas claras y después de que este verano haya pasado de todo, echamos el freno de mano para repasar en forma de flash las principales claves que tocará seguir de cerca este nuevo curso baloncestístico. Esto empieza ya: [/tps_header] [tps_title]El Rey vuelve al Reino[/tps_title] Sea por haber perdido la final con Miami, o porque echaba de menos los guisos de su abuela la de Akron, lo cierto es que LeBron James, el mejor jugador de la actualidad, ha vuelto a casa. El 4 veces MVP nos brindó una versión estival del anuncio del Almendro con un 'I'm coming home' que ya está a la altura del fax del 'I'm back de Jordan' y ahora solo queda verle hacer historia. Al lado de LeBron estará el que venía ya de serie, Kyrie Irving, y el extra que dejó de dar amor por Minnesota y plantó a los Lakers para formar un equipo propio de videojuego, Kevin Love. Junto a ellos, una hornada de veteranos dispuestos a sangrar por un anillo que en principio podría esperarles al final de una alfombra roja. O quizá no, y ahí estará la magia. Nosotros dejamos una pildorita: Irving será más importante que LeBron en estos Cavs. [tps_title]Los Bulls, la alternativa en el Este[/tps_title] Este equipo se merece un abrazo y un sopapo en la cara. Con Rose de vuelta tras dos temporadas en escayola, los Bulls cuenta (parece que ahora sí) con su mejor equipo desde la era Jordan. Gasol, Gibson y Noah parece el mejor juego interior de la liga, y solo queda que el hombre en el timón recupere un 80% del nivel que nos dejó en aquel ya lejano 2011. Ni Mirotic, ni McDermott, ni Gasol, ni Jimmy Butler. Estos Bulls son y serán un equipo serio, pero su candidatura al anillo solo depende de un base y sus dos rodillas. [tps_title]Entre magos y dinosaurios[/tps_title] Y el Este será este año de nuevo mucha peor conferencia que el Oeste. Qué duda cabe, pero lo cierto es que esta vez la costa y el interior del Atlántico contará con un par de equipos que al menos pintan muy bien antes de que se compruebe si la pólvora está mojada o no. Los Washington Wizards y los Toronto Raptors prometen vientos nuevos aunque insuficientes para despeinar a los mejores. Este año se hablará mucho de Wall, de DeRozan, de lo que va a molar ver a Pierce de nuevo o de todo lo que anotará Lou Williams desde el frio banquillo de Canadá, pero también cabe el riesgo de que se vuelva a hablar de la enésima temporada en retroceso de Lowry, del contratazo exagerado que le han firmado a Gortat o del nuevo bluf de Valanciunas. [tps_title]Los viejos amigos[/tps_title] Que si Duncan, Parker y Ginobili suman 107 años entre los tres. Que Ginobili está muy tocado físicamente. Que Duncan piensa en la retirada. Son algunos de los habituales clichés, que parecieran sacados de la misma plantilla de algún periodista deportivo y que se oyen y leen de nuevo este año. Razones de muy poco peso teniendo en cuenta el antecedente de la temporada pasada, en la que barrieron en la final a los jóvenes y atléticos Miami Heat. Además, un bisoño Kawhi Leonard (23 años) baja considerablemente la media de edad del Big Four de los campeones, que están deseando volver a pasar desapercibidos. [tps_title]Los más molones, más serios[/tps_title] ¿Y qué pasará en Los Ángeles? Pues que lo que tenga que pasar, lo hará en clave Clippers. El ya no tan hermano pobre de la ciudad californiana cumple años como grupo consolidado y toca ponerles el papel de contender hacia el anillo. El bloque que lideran Chris Paul -para muchos, mejor base de la liga- y Blake Griffin -ya confirmado como mucho más que un matador- lleva cuatro años conviendo juntos y en esta, la segunda temporada con Doc Rivers al frente, debe confirmar todo lo que se ha escrito de ellos. Seguramente los Clippers estén antes de comenzar la carrera al mismo nivel que Cavs, Bulls, Thunder o Spurs, pero ha sido históricamente en PlayOffs, donde el velero se ha encallado. Este es su momento, el año que viene quizá no. [tps_title]Sin Durant... Westbrook promete todo[/tps_title] Y llegó el mazazo. Con Rose y Bryant recuperados después de dos temporadas con muchas estrellas lesionados esta nueva temporada prometía el oro y el moro. Lucha en el Este, en el Oeste, por el MVP... pero se lesionó Paul George. A su baja, irremediablemente dramática, se unió unos meses más tarde la de Durant, quien renunció al mundial precisamente para evitar lesiones y que se perderá el primer mes y medio de competición. Sin lugar a dudas, dos muy malas noticias, aunque en el caso de los Thunder aún se puede mirar desde el lado positivo. ¿O a nadie le apetece ver a Westbrook desatado con todo para él solo? [tps_title]Los 'splash brothers' o el miedo a estrellarse[/tps_title] Seguramente, después de que los Clippers se hayan asentado con Doc Rivers, el equipo más alocado y divertido de la liga (con permiso de los Suns). Los Golden State Warriors afrontan la nueva temporada después de que el curso pasado no cubrieran todas las expectativas. Al mando, un entrenador nuevo que llegó cuando todo el mundo pensaba que seguiría Jakcson y que tiene la misión de encauzar la lluvia de triples que garantizan la pareja Curry-Thompson hasta un peldaño más alto. Veremos cual es el que se marcan. [tps_title]Queremos un quinteto con 3 bases[/tps_title] Y ahora sí, el equipo que todo el mundo quiere ver. Aunque sea solo hasta ver si se estrellan o vuelven a maravillar al mundo. Los Phoenix Suns, hace 365 días el peor equipo de la NBA para todos los analistas incluso por encima de los Sixers, vuelve a prometer circo este año. No sabemos si queriendo o temiendo la fuga de Bledsoe, los Suns se han juntado con un equipo en el que tienen 3 bases titulares y un entrenador dispuesto a probarlo. Los hermanos Dragic, Bledsoe e Isaiah Thomas no saben aún a quién le tocará jugar de alero, pero nosotros sabemos que con ellos vamos a divertirnos. [tps_title]Cuando fuimos/somos/seremos los mejores[/tps_title] Y llegamos al club de los prometeo. Portland Trail Blazers y Houston Rockets comenzaron el año pasado dándolo todo. Los primeros firmando una primera parte de la temporada de ensueño a lomos de Lillard y Aldridge, los segundos, fichando al mejor pívot de la NBAy juntándolo con la barba icónica de la liga. El resultado: Progresa Adecuadamente... El resultado logrado por ambas franquicias en PlayOffs enfrió su presencia como equipos fuertes en la liga, dejando la duda de si eso era todo lo que podían hacer o tenían margen de mejora. Y es que, si ahora nombramos una final de Conferencia Houston-Portland nos sigue sonando tan incierto como probable. [tps_title]Un western de los que apetece ver[/tps_title] Marc Cuban les robó a los Rockets a Chandler Parsons firmando su contrato en una discoteca a lo corrupción en Miami, Nowitzki se bajó el sueldo como bien manda la Merkel, y el pívot que fijó su eje en el anillo de 2011 está de vuelta al rodeo. ¿A alguien no le gusta estos Dallas Mavericks? El equipo de Carlisle inicia la temporada con el banquillo más profundo de la liga, un grupo duro fuerte y un Monta Ellis del que ya nadie se acuerda pero que hace solo dos años estaba al mismo nivel que Stephen Curry. A los Mavericks de este año hay que tomarlos muy en serio. [tps_title]El gran oso se hace viejo...[/tps_title] Y en el otro lado de la moneda, el equipo simpático que todo el mundo quiere y que cuesta decir que van mal, aunque vayan. Los Grizzlies de la temporada 2014-2015 puede ser el último de la dupla Randolph-Marc Gasol (ambos acaban contrato) y aunque seguirá siendo un equipo sólido, el año pasado ya sufrieron y este curso no tantos le ponen ya como seguro dentro de PlayOffs. El tiempo corre para todos, y parece que a estos Grizzlies se les empieza a escapar el tren. [tps_title]… Y las avispas quieren volver a picar[/tps_title] [caption id="attachment_6915" align="aligncenter" width="620"] Logo alternativo de los nuevos Charlotte Hornets[/caption] Pero si unos se van, otros llegarán. Los Charlotte Hornets recuperan nombre (fue un gusto Bobcats), equipaciones, e identidad. La franquicia de Michael Jordan ya creció el año pasado metiéndose en PlayOffs y este año sumarán a Lance Stephenson a la dupla Kemba Walker-Al Jefferson. Piezas no faltan, ahora a dar rienda suelta a la locura. [tps_title]Ricky Rubio y la New Boy Band (Rookies)[/tps_title] Después de una cosecha mala de rookies, como el vino, llega una estupenda. El draft más prometedor desde el de LeBron y Melo desembarca en la NBA. Andrew Wiggins, Jabari Parker, Julius Randle, Marcus Smart... no vamos a seguir. Como todos los años habrá pufos y sorpresas, pero la principal labor de este grupo como generación será demostrar que su llegada es suficiente para convertir equipos mediocres en medianos. Tanto Jabari en los Bucks, como el proyecto baby de Minnesota merecen también su cuota de pantalla, especialmente el segundo, donde además de Wiggo tendremos a un Ricky Rubio que necesitará mejorar sus porcentajes de tiro y agrandar sus galones si quiere esa extensión de contrato que tanto desea. [tps_title]No es época de clásicos[/tps_title] Para nada es época de clásicos. Tanto Celtics como Lakers continuarán por su peregrinaje en el desierto. Los del Este, con Rondo en el disparadero y con la sensación de que esta reconstrucción está siendo demasiado lenta. Los del Oeste, recuperando a su gran capitán pero cayendo si cabe aún más en al desdicha. Este año los dos equipos más laureados de la NBA volverán a recibir muchos palos, veremos si también algún plauso. [tps_title]Ah!... siempre habrá fiesta en la Gran Mazana[/tps_title] Y como no. Vayan bien o mal, nos pasaremos media temporada hablando de los Knicks. El equipo de la Big Apple comienza su año 0 de la era Phil Jackson (el año I, el del verdadero comienzo, aún está por llegar) con Carmelo renovado y el equipo amputado, pero nos gustará verlos, sobre todo también porque por ahí andará José Manuel Calderón con la responsabilidad de poner un poco de cabeza en este Frankenstein neoyorkino. Los Knicks pierden fuerza con respecto al año pasado, y el año pasado mira cómo les fue... Hará falta mucho Zen.