El verdadero cambio de los Clippers: el mejor equipo de Los Ángeles

Quien dijera al comienzo de la temporada NBA, hace mes y medio, que al entrar en diciembre Los Ángeles Clippers serían el mejor equipo de la Conferencia Oeste, seguramente habría recibido unas cuentas carcajadas en la cara.

Las predicciones de ESPN los colocaban fuera de Playoffs (y por bastante) y nosotros los teníamos como ‘peleones’, atisbando su compromiso como equipo, pero con pocas opciones de postemporada en un Oeste donde se daba por hecho que habría varios equipos barriendo a los de la parte baja de la tabla. Pues ni uno ni lo otro. Los Clippers son líderes de su conferencia con un récord de 13-6.

Fin de ciclo: Blake Griffin se marcha a los Pistons

¿Y cómo ha llegado hasta aquí un equipo que en 2017 desmanteló su proyecto, traspasando a Chris Paul en verano y posteriormente haciendo lo mismo con Blake Griffin en invierno? Pues es una de esas incógnitas que hacen tan atractivo el baloncesto. Si tiramos de estadística y de nombres propios podemos decir varias cosas de estos Clippers, pero ninguna que justifique semejante desvarío. Por ejemplo:

  • Que Tobias Harris es un All-Star (y barato, 12 millones) que no supieron ver Magic ni Pistons.
  • Que Gallinari es otro All-Star solo frenado por las lesiones.
  • Que si un tipo tan serio como Avery Bradley ha decidido renovar será por algo.
  • Que tienen el mejor banquillo de la liga, que aporta 55 puntos por encuentro.
  • Que en este banquillo hay dos sextos hombres: el conocido, Lou Williams y el chico nuevo, Montrezl Harrell.
  • Que tienen al rookie con el nombre más molón del Draft, y que además está haciéndolo genial: Shai Gilgeous-Alexander.
  • Que tiene un banquillo donde hay una rotación de más de 10 hombres.
  • Que cuentan con Marjanovic y Gortat para amenizar los entrenamientos con luchas de gigantes.
  • Y que tienen a Doc Rivers, a fin de cuentas considerado uno de los mejores entrenadores de la liga hasta hace nada.

Los Clippers han ganado hasta ahora a Warriors, Grizzlies, Bucks, Rockets o Spurs. Todos equipos que supuestamente deberían ser mejores que ellos. Y qué duda cabe que en su situación actual tiene parte de culpa la mini crisis de los Warriors o la crisis con mayúsculas que han tenido los Rockets. En definitiva, que los Clippers deberán caer en la clasificación tarde o temprano. Sin embargo, hay algo que demuestra que esta franquicia como tal ha cambiado, y va mucho más allá que su posición en la tabla.

Los Clippers: de equipo perdedor a no querer perder

Durante toda su historia, pero especialmente desde su llegada a San Diego en 1978, los Clippers han sido una franquicia perdedora. En 48 años de historia, solo han estado 13 veces en Playoffs y de ellas 7 han sido desde 2011, tras la llegada de Chris Paul. Es, seguramente, el peor equipo de siempre.

En 48 años de historia, solo han estado 13 veces en Playoffs y de ellas 7 han sido desde 2011

Los que se iniciaran en la NBA a finales de los 90 y primeros 2000 recordarán aquellos Clippers de comienzos de milenio con Lamar Odom, Elton Brand (rookie del año), Darius Miles, y después Quentin Richardson, Andre Miller o Corey Maggette. Un equipo joven y con progresión, y también una banda de chicos que eran carne de dejarse llevar en plena época del hip-hop más duro y los pantalones anchos. Como prueba, esta portada de SLAM:

La maduración a duras penas del equipo hizo que pisaran Playoffs en 2006, pero qué duda cabe que el verdadero cambio llegó con Chris Paul, su ‘lob-City’ con DeAndre y Blake, y la llegada al banquillo de Doc Rivers. La compra de la franquicia por parte Steve Ballmer, cofundador de Microsoft y que fue la más cara del momento dejaba clara una cosa: este equipo ya no era pobre ni valía tan poco. Los Clippers, molaban.

Los Clippers, han cambiado su genética de un ADN perdedor a uno ganador.

Sin embargo todo esto se fue por los aires con la salida de CP3 rumbo Rockets y el posterior desmantelamiento del proyecto con la salida de Griffin y, este verano, DeAndre. Pero en su respuesta a este ‘borrón y cuenta nueva’ está el verdadero cambio de los Clippers. El año pasado, sin estrellas, podrían (o incluso deberían) haber tanqueado, pero estuvieron luchado por los Playoffs hasta el final. Este curso más de lo mismo. Este equipo, los Clippers, han cambiado su genética de un ADN perdedor a uno ganador. O al menos al de uno al que no le gusta perder.

Esperando a 2019 enseñando músculo

¿Será Doc Rivers, será Steve Ballmer? Lo cierto es que renovaciones a la baja como la de Avery Bradley o Lou Williams hacen pensar que además de la ciudad hay algo en el proyecto que seduce a jugadores serios y contrastados. El año que viene tendrán margen salarial para contratar a Kawhi Leonard o Jimmy Butler, por ejemplo, y lo hacen enseñando que son ya un equipo bien armado.

Estos Clippers, aún en las duras, ya no pierden como antes. Y ese es quizá el gran secreto y el gran cambio en el que hoy es el mejor equipo de Los Ángeles.

Víctor Millán: Escribo mucho y soy de Zaragoza. Director de Sweet Hoops.
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