Los grandes hitos deportivos se miden por la grandeza de sus nombres, y la intrahistoria de los mismos por la aparición de elementos inesperados. Cleveland ya tiene estos dos elementos, pero aún queda mucha Final por delante.
Los Cavaliers se impusieron anoche por 91 a 96 ante unos Golden State Warriors a los que parece que les empieza a fallar alguna conexión. Los de Steve Kerr hicieron lo más difícil, ganar a los Cavs con Irving incluído y un LeBron excelso, pero parece que ahora son los de Ohio los que se han acostumbrado a hacer de las dificultades proeza, merced de un LeBron que volvió a explorar los límites de las mejores actuaciones en las Finales de la NBA (40 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias en 46 minutos) y de un Matthew Dellavedova que ya es un héroe para la grada de Quicken Loans Arena.
El base australiano ha aprovechado la baja de Kyrie Irving para, después de disputar solo 9 minutos en el primer encuentro, crecer como la espuma hasta firmar anoche 20 puntos y frenar en buena parte a Stephen Curry, que solo pudo anotar 3 puntos en toda la primera parte. Con estos mimbres, es normal que los Cavs llegaran a tener una ventaja cercana a los 20 puntos al comienzo del tercer cuarto, pero ahí apareció el otro factor que puede determinar si lo que estamos viendo, la fuerza que hace de las urgencias LeBron y compañía, que sin duda alguna será el cansancio.
Los Warriors aprovecharon el bajón en el rendimiento de los de David Blatt en el tercer cuarto para que, ahora sí, gracias a un Curry que consiguió sacar su mejor cara, se pusiera muy cerca en el marcador después de que el MVP anotara 5 de 8 en triples en el último cuarto. Su suma hasta los 27 tantos llegó sin embargo demasiado tarde, y los Cavaliers pudieron poner el 2-1 en la serie justo cuando menos opciones parecían tener.
123 puntos en 3 partidos para LeBron, récord histórico
Y es que por los Warriors las cosas parecen no acabar de funcionar. Prueba de ellos es que anoche fuera el hasta ahora casi inexistente David Lee uno de los impulsores del intento de remontada, anotando 11 puntos en 13 minutos. Steve Kerr parece que tendrá que reordenar sus piezas si quiere coger a sus rivales, mecidos por la mano de un LeBron dipuesto a superar todos los registros.
Con su actuación de anoche, LeBron ha conseguido 123 tantos en los tres primeros partidos de unas Finales, récord absoluto, solo seguido precisamente por el héroe de antaño de sus ahora rivales, Rick Barry, que tenía el anterior culmen con 122 en el año 1967, el último anillo de los Warriors.
El próximo capítulo de esta serie de héroes y cenicientas seguirá el jueves en Cleveland.