Cleveland Cavaliers: No hay defensa que valga

Corría la temporada 2003-2004 cuando LeBron James cosechó su, hasta hoy, primer y único record negativo transcurridas las primeras jornadas de la fase regular. Por aquel entonces, también en Cleveland, James formaba quinteto con Ricky Davis, Jeff McInnis, Carlos Boozer y Zydrunas Ilgauskas, muy lejos del que forma hoy junto a Derrick Rose, J.R. Smith, Jae Crowder o Kevin Love, a los que hay que añadir a Dwyane Wade, Tristan Thompson, Jeff Green, Iman Shumpert o Isaiah Thomas, todavía recuperándose de su lesión.

Aquel primer equipo de LeBron empezó la temporada con un balance de 2-7, finalizando con un 35-47 que supondría la primera de las únicas dos veces que “El Rey” no ha pisado los Playoffs. Hoy, 14 años, 3 anillos y 4 MVP después, el alero de los Cavs vive una situación que guarda similitudes con aquel lejano pasado, aunque solo sea en forma de balance y estadística. A día 7 de noviembre los Cavaliers dibujan un 5-6 en su casillero, marchando decimosegundos en el Este y habiendo perdido contra rivales muy inferiores como: Knicks, Nets, Magic o Hawks.

Hay muchas razones por las que este inicio de Cleveland es absolutamente inesperado y desastroso, pese a que no hay duda que acabarán retomando el vuelo y lucharán por sus cuartas Finales consecutivas, las sensaciones a día de hoy son bastante negativas, dejando entrever alguna fractura en el vestuario que ya se venía divisando desde la temporada pasada, aunque por aquel entonces los resultados maquillaban la cara interior del equipo.

La peor defensa de la liga

Actualmente los Cavs poseen el peor Defensive Rating (puntos recibidos por cada 100 posesiones) de la liga con 112,4 puntos y el peor Oponnent Effective Field Goal %  (porcentaje efectivo de tiros de campo del rival) con 56%; además están por debajo de la media en puntos concedidos tras pérdida (17,8) y en la pintura (44,6). Son el segundo equipo que menos balones roba (6,2) y tan solo promedian 4,4 tapones por partido, justo la mitad que los Warriors, líderes en esta faceta.

La plantilla de Cleveland bien es cierto que no está diseñada especialmente para defender, donde tan solo sobresalen, además de James, Shumpert y Thompson como únicos especialistas defensivos. Para colmo, ambos jugadores han sufrido problemas físicos que les han impedido disputar algunos partidos. Pese a ello, no hay excusas. En cada una de las 6 derrotas han concedido un mínimo de 112 puntos al rival, siendo las más sangrantes ante New Orleans e Indiana, donde recibieron 123 y 124 puntos respectivamente. Pero, quitando las dos primeras victorias consecutivas, en los otros tres triunfos cosechados hasta la fecha encajaron 112, 122 y 119 puntos. Un auténtico drama.

La única victoria de verdadero mérito fue la lograda ante los Bucks en la segunda fecha, donde lograron una diferencia de 19 puntos, las otras cuatro han sido realmente ajustadas. La noche inaugural ante los Celtics, la terrible lesión de Hayward desinfló los ánimos de todos los jugadores verdes que pese a ello estuvieron cerca de lograr la victoria, la siguiente fue ante los Bulls, uno de los peores equipos de la NBA donde también tuvieron que pedir la hora, y la última gracias a una de las mayores exhibiciones de LeBron (y tiene unas cuantas) merced a sus 57 puntos que solo sirvieron para ganar de 8 a los Wizards.

Desajustes continuos que provocan missmatches constantes, ayudas que llegan tarde, pasividad, pérdida de la marca rival, nula intimidación… son muchos los factores que determinan el mal momento de los Cavs en defensa, y no se antoja dar con una cura de forma rápida.

JR Smith y Tristan Thompson, desaparecidos

Son los grandes señalados porque entre los dos suman 30 millones de salario, más de un cuarto del total de la plantilla y porque están considerados como dos de los jugadores más importantes del roster, claves en la consecución del título en 2016.

La llegada de Wade y su posterior titularidad hizo disparar las alarmas en la cabeza de Smith, que lejos de aceptar el cambio de rol se limitó, a regañadientes, a intentar revertir la situación pese a su lógico enfado. Sabemos que la mente de J.R. no es la de un jugador normal, por su cabeza pasan miles de cosas en un solo segundo, y quizá el verse relegado a un segundo plano le pasó más factura de la prevista. Pese a ello, Lue rápidamente volvió a colocarle en el quinteto titular, pero para entonces quizá ya era demasiado tarde.

Su porcentaje de tiro es para echarse a temblar, un 27,9% en tiros de campo (el peor del equipo) y un 23,4% en triples (solo mejor que el de Wade). 6,6 puntos por partido en 28,2 minutos, el tercero que más disputa, y como no, un autentico coladero en defensa. Smith nunca había bajado del 34% en TC (temporada pasada) y a excepción de su año rookie siempre había superado el 30% en triples. Solo en dos temporadas había bajado de los 10 puntos de media, la temporada pasada y la de su año sophomore, por tanto, pese a que esto acaba de comenzar, hay motivos suficientes para preocuparse con J.R.

El caso del pívot es también llamativo, fuera del equipo unas semanas por lesión, Tristan ha participado en 8 encuentros, 5 de ellos como titular. Sus minutos han ido decreciendo al ritmo que sus estadísticas y su intimidación se han hundido como un azucarillo: 21,6 minutos, 4,4 puntos y 6,1 rebotes. Tan solo ha colocado 4 tapones en el doble de partidos disputados, cuando en los mismos partidos la temporada pasada ya había colocado 12. Los 3 apartados estadísticos son los mínimos en su carrera, además de un paupérrimo 45,5% desde la línea de personal, donde siempre se había mostrado como un tirador más o menos fiable con cuatro temporadas superando el 60%.

Sin Irving nadie pone el toque diferencial

La vida le sonríe a Kyrie Irving mientras ve, desde lo más alto del Este, como sus ex compañeros viven en una profunda depresión. Los 25,9 puntos y 6 asistencias de Irving no los ha recogido nadie en Cleveland, aunque bien es cierto que ese papel está reservado para Isaiah Thomas, mientras se recupera alguien debía haber tomado más responsabilidades.

LeBron no puede hacerlo todo solo, pese a que podamos ver exhibición tras exhibición del #23, la edad pasa factura, y cargar con el peso del equipo noche tras noche hace mella en cualquiera. La vuelta de Thomas se espera como agua de mayo, aunque el base no va a solucionar ni mucho menos los problemas defenisvos del equipo.

Irving es actualmente el mejor ladrón de la liga con 2,2 robos por noche, casi un 35% de los que promedian los Cavs esta temporada (6,1). Kyrie era diferencial en el ataque de Cleveland cuando James descansaba o simplemente se tomaba una tregua ofensiva, además de ser el jugador más creativo de la plantilla, tenía mil y una formas de castigar al rival con su tiro tras bote, tras dribbling, penetración, reversos…un librillo de recursos al alcance de muy pocos en la NBA, de ahí lo vistoso del juego de los Celtics ahora.

Wade y Rose podrían ser esos jugadores que aportasen algo diferente al ataque de los Cavaliers, pero lo cierto es que también están lejos de su nivel pese a tener una línea estadística correcta. Su juego es plano y previsible, no dejando lugar a la sorpresa, donde Kyrie era, y es, un mago.

Tyronn Lue tiene los días contados

A medida que pasan los días el contador de vida de Lue parece ir hacía atrás. Al más puro estilo de la película In Time, el entrenador de Cleveland parece tener que agarrarse a cada victoria para sumar algo de tiempo en su casillero, mientras se va retrasando algo inevitable, su marcha de The Q.

Llegó con dudas, con los rumores de una mala relación con LeBron, de su poco gen competitivo y falta de liderazgo. Ni el título logrado desvaneció tales acusaciones, y ahora, con su equipo cuesta abajo, pocos aficionados en Cleveland todavía confían en él. La crónica de una muerte anunciada está más cerca que nunca de producirse, aunque mientras se va esquivando, sin saber muy bien el por qué, en la cabeza de muchos de nosotros estará: ¿Quién puede encajar en el vestuario de los Cavs? La pregunta guarda una difícil respuesta que probablemente ni el mismo Koby Altman sepa a día de hoy.

Hasta el momento no ha podido dar con la tecla, cambios de quinteto constantes (hasta 4 diferentes con 9 jugadores que ya han sido titulares), declaraciones cruzadas con algunos jugadores, malas decisiones en minutos finales y un sistema defensivo que hemos visto, dista mucho de lo que se le exige a un proyecto como este.

Lo que está claro es que en Cleveland necesitan un cambio de timón, pese a que en un equipo donde esté LeBron poco importe la figura que sujete la pizarra y luzca el traje en la banda.

Probablemente este artículo y este record de 5-6 se desvanezca en menos que Embiid ingenia un nuevo tweet o los Ball son portada por alguna polémica, pero las dudas y las sensaciones van a quedar ahí, pese a que Cleveland acabe arriba y deje todo esto en una simple anécdota de otoño.

Sergi Concha: Estudiante de Periodismo Deportivo. Editor de SweetHoops.com. Puedes escucharme en Banana Boat Podcast.
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