Celtics-Bulls: El drama de Isaiah y lo injusto que puede ser a veces el baloncesto

Las dos primeras noches que llevamos de estos PlayOffs NBA 2017 se han visto capitalizadas por una noticia. Y es de las peores. La muerte el pasado fin de semana de Chyna Thomas, hermana pequeña de 22 años del base de los Celtics Isaiah Thomas, se ha tragado por completo la actualidad.

La hermana del pequeño base falleció por un choque de madrugada cuando conducía por las carreteras de Tacoma, cerca de Seattle. Un palo ante el que su hermano respondió casi de forma automática asegurando que jugaría el primer partido de la eliminatoria de los suyos contra los Chicago Bulls. Una decisión que entendemos que tomó en caliente, en una huida hacia delante, y que nos ha dejado la que a buen seguro será la imagen de estas eliminatorias.

Isaiah decidió jugar con los suyos y ante su público. Un hecho que le honra más en una temporada en la que ha acabado como tercer máximo anotador de la NBA (28,9 puntos por encuentro) y que ha llevado a su equipo a ser líder del Este de nuevo desde 2012, culminando así una reconstrucción express nunca antes vista en la liga desde que el equipo verde decidiera desprenderse -ahora con el tiempo, con todo el sentido del mundo- de sus dos buques insignia durante la última década: Pierce y Garnett.

Thomas es un jugador que siempre ha tenido que remar contracorriente, por lo que no cabe mayor sorpresa en lo que hizo al anunciar estar presente. Con su 1,75 metros de estatura, fue elegido en la última posición del Draft de 2011. Ha pasado por equipos donde no se sabía muy bien si iba a tener rol de segundo base, jugador espectáculo o microondas. Lo que está claro es que hasta su llegada a los Celtics, pocos veían en él un base que pudiera ser All Star, como lo es ahora.

Thomas arrancó el duelo contra los Bulls como una flecha, anotando un triple desde 9 metros nada más arrancar y luciéndose, como si la mejor versión de su capacidad de ataque fuera lo único que podía evitar que los espectadores se fijaran en sus ojos vidriosos que se notaban cada vez que la cámara se centraba en él.


Sin embargo, y a pesar de sus esfuerzos (33 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias) con muy buenas rachas y porcentajes de tiro, su equipo acabó sucumbiendo ante unos Bulls donde la experiencia se impuso.

Lo injusto no es que los Celtics pierdan el primer partido

¿Habría sido un broche de oro que Thomas, además de estos números, acabara ganando el partido con un un buzzer-beater? Pues está claro que sí. Pero en el fondo, qué más da. Lo peligroso para los Celtics no es que hayan perdido el Game 1, es que aunque Thomas diera su mejor nivel este domingo los Bulls mostraron un aspecto de equipo mucho más hecho que, a pesar de ser el octavo clasificado en el Este, puede tener las mismas opciones de pasar la eliminatoria contra los campeones del Este.

Los Celtics han conseguido ser primeros en un año en el que los Cavs se han dejado llevar. Y los Bulls octavos en un curso en el que han tenido de todo en el vestuario y en la cancha. Ni los primeros son los mejores de la costa del Atlántico, ni los Bulls el octavo equipo del Este.

La injusticia del basket, por lo tanto, no está tanto en que en el primer partido, a pesar de la proeza de Thomas, los Bulls ganaran, sino en el devenir que puede tener en la serie un equipo que ha sido primero pero que se ve ahora frente a Jimmy Butler y Dwyane Wade. El primero, un top-5 de la NBA para muchos. El segundo, el hombre con la mano más firme una vez que la temporada cruza al tramo de las eliminatorias.

Está claro que queda un mundo por jugar, y que a los Celtics les sobra calidad para dar la vuelta a esto, al igual que a los Bulls líos para perderse por completo. Pero ahora con la eliminatoria en contra el verdadero reto para los hombres de Stevens pasa por recomponer a un grupo al que ha golpeado de forma inesperada el drama extradeportivo, y que dentro de la cancha ha visto además como se llevaban otro palo importante. Por suerte, si algo le sobra a Isaiah, y a la camada de jóvenes talentos de los Bulls, es eso. Orgullo.

Víctor Millán: Escribo mucho y soy de Zaragoza. Director de Sweet Hoops.
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