Una vez más se cumplió ese dicho tan español de «donde hay patrón no manda marinero». Al igual que en el caso de LeBron James, cuya mujer veía con muy buenos ojos volver a Ohio, la decisión de Carmelo Anthoy ha estado fuertemente influida por su mujer, LaLa, que no quería vivir en una ciudad que no fuera New York o Los Angeles.
Varios nombres son los que aparecen en el horizonte de los Knicks, la mayoría de ellos interiores, una zona debilitada por las lesiones de Amar’e y la mala gestión en los despachos que supuso la llegada de Bargnani el verano pasado. La pieza más deseada es Kevin Love, que para el verano de 2015 dispondrá de una player option -que probablemente ejercerá- y que, aunque mucha gente le sitúa en L.A., podría cambiar de opinión por la presencia en el proyecto de Jackson, sinónimo de éxito en la liga.
Otra posibilidad que se baraja en Estados Unidos es la del español Marc Gasol. El pívot, que termina contrato en 2015, tendría como aliciente para fichar por los Knicks la presencia allí de su amigo José Calderón, que llegó en un movimiento que se intuía atrayente para Pau Gasol y al final lo puede ser para su hermano mediano. LaMarcus Aldridge, all star y uno de los mejores ala-pívots del pasado curso, podría ser una tercera opción, si bien ha dejado clara su intención de continuar su carrera en Portland, o incluso Roy Hibbert, David West o Al Jefferson, los tres con player option para 2015 y que se podrían ver seducidos por el encanto del Madison.
Rajon Rondo, posible objetivo
Pero no sólo los jugadores altos coparán la agencia libre de 2015. En el puesto de base aparecen los nombres de Rajon Rondo, que termina contrato y que probablemente, antes de decidir si continúa en Boston, teste el mercado. El horizonte en este puesto también asoma en Arizona, donde Goran Dragic tiene una player option -que probablemete utilizará dado su bajo salario- y Eric Bledsoe será agente libre restringido. Las tres opciones darían un salto de calidad al backcourt del equipo.
Con estas opciones, se entiende esta decisión de Melo, más enfocada a las próximas temporadas y a la confianza en un Phil Jackson que, en su retorno a New York, tendrá la meta de completar su exitosa carrera convirtiendo a un equipo campeón en el campo, en el banquillo y en los despachos. A ello fía Carmelo sus aspiraciones de anillo. El tiempo dirá si se equivoca.