Carmelo Anthony: El juguete roto de los Rockets

Hace apenas una temporada los Rockets eran un equipo temible y respetado. Una alternativa real a unos Warriors que estuvieron muy cerca de eliminarles en la Final de Conferencia. La lesión de Chris Paul truncó ese sueño, pero prometieron intentarlo en la siguiente campaña. Apenas un par de retoques, no de menor calado, hicieron los texanos en verano. Sacrificaron defensa por una (probable) buena dosis de ataque. Mbah a Moute y Ariza abandonaron el proyecto de Houston y Carmelo Anthony se unía a él. Por el camino renovaron a Chris Paul y Clint Capela, movimientos vitales para entender la ambición de la franquicia.

Pero ese cambio ha supuesto el principio del fin, o el fin del principio, porque cuando parecía que los Rockets podrían llamar a la puerta de la súper élite de la NBA, la llegada de Melo ha enterrado todo. Todavía están a tiempo de rectificar su error y de hecho lo harán pronto, pero quizá con una losa demasiado grande encima como para poder quitársela del todo.

Houston ha ganado 5 de sus primeros 12 partidos. Es decir, ya ha perdido 7 cuando se escribían estas líneas. La temporada pasada, su séptima derrota no llegó hasta el 25 de diciembre. Una Navidad que todavía queda a mes y medio ahora. El balance en los 12 primeros encuentros del curso pasado era de 9-3. Pero es que además, los Rockets firmaron un año excelso a ambos lados de la cancha: Primeros en offensive rating (114,7) y sextos en defensive rating (106,1). Esta temporada, con Melo en el equipo, se podría suponer que esa eficiencia en ataque se mantendría, pero ha pasado todo lo contrario: vigesimocuartos en offensive rating (106,1) y vigésimos en defensive rating (111). Además, han pasado de meter más de 112 puntos por noche a no llegar ni a 103. Carmelo effect.

Una tercera pata que ha salido coja

Y bien, claramente Anthony no es el único problema que tienen los Rockets ahora mismo, pero es el mayor. Han lidiado con los problemas físicos de Harden y la sanción de Paul, pero no debe ser excusa para llegar a una situación tan crítica. Al ex de los Thunder apenas le han dado 10 partidos para demostrar su encaje en un equipo que sólo vive de una forma. Porque todavía lanzan más de 42 triples por noche, pero su porcentaje ha bajado casi 4 puntos (36,2% a 32,7%). Carmelo también lanza más de tres que nunca (6,4 de media), pero tiene su peor porcentaje desde la 06/07 (32,8%).

El declive de Melo es evidente. Ya por primera vez en su carrera tuvo que lidiar con ser suplente con los Rockets. Lo hizo porque quería hacer todo lo posible por ayudar a un equipo candidato a darle su primer y ansiado anillo, algo que ya han logrado sus queridos amigos y compañeros de camada: LeBron James, Chris Bosh y Dwyane Wade. Su último año en los Knicks fue horrible (como casi todos) en lo colectivo, pero vistoso al menos en lo individual: 22,4 puntos; 5,9 rebotes y 2,9 asistencias. El siguiente, su único con Oklahoma, fue un aviso: 16,2; 5,8 y 1,3. Y ya éste ha sido la gota que ha colmado el vaso: 13,4; 5,4 y 0,5.

Un dato demoledor: Carmelo ha intentado 121 tiros en sus 10 partidos con los Rockets, de los cuales ha fallado 72. Más que su total en rebotes, asistencias, robos y tapones sumados.

También es evidente que Carmelo no se adapta al rol de tercera espada que ha tenido sus dos últimos años. Acostumbrado a un único foco en Denver y en New York (salvo excepciones puntuales con Iverson o Stoudemire), no ha sabido vivir a la sombra de Westbrook&George primero y de Harden&Paul después. Lo que podría suponer un desahogo ofensivo para las dos principales armas del equipo, ha supuesto que esas dos estrellas hayan tenido que multiplicarse y tapar las carencias del neoyorquino.

Una marcha inminente y un futuro desconcertante

En la NBA se cuentan las horas para que Anthony vuelva a ser agente libre. Melo no puede ser traspasado hasta el 15 de diciembre y parece que la paciencia de los Rockets no va a llegar tan lejos. Algunas fuentes indican que Morey y D’Antoni quieren replantear la situación y ya se han reunido con él para intentar consensuar cómo puede ayudar al equipo. Otros señalan que el corte es inminente y ya van señalando posibles destinos: Celtics, Lakers…

ESPN ha asegurado que dentro del vestuario de los texanos existe la percepción de que Carmelo ya no va a volver a jugar más con ellos. Paradojas de la vida, de ser cierto, su último partido será el que jugó ante los Thunder, donde firmó un paupérrimo 1/11 en tiros de campo y un -22 en pista, su peor dato desde febrero. También dan por seguro que sus agentes ya están llamando a la puerta de varias franquicias para ofrecer a su cliente. Aunque hasta entonces, todavía tiene la defensa de su gran amigo y principal valedor, Chris Paul, que ha asegurado que Anthony “trabaja duro y lo ha hecho bien hasta ahora”.

Tampoco Wade ha querido faltar a la defensa de su amigo: “Estáis haciendo que mi querido Carmelo Anthony parezca el malo de la película, eh? Pues tenéis que parar. Ése es el atajo para no tener que afrontar el problema real”, escribió en Twitter, donde LeBron le respondió con la clásica expresión “facts” para darle la razón. También Irving, que ante la irregularidad de sus Celtics, ha confesado que “Ahora mismo creo que estaría bien tener a un jugador con 14 o 15 años de experiencia que nos ayude en la temporada regular, pero que entienda también que esto es una carrera de fondo, una maratón, y no es un sprint”.

Cada vez van quedando menos novias que quieran comprar un juguete roto. Carmelo sólo quiere demostrar que su tiempo en la NBA no se ha acabado todavía. Quiere una última redención.

 

Sergi Concha: Estudiante de Periodismo Deportivo. Editor de SweetHoops.com. Puedes escucharme en Banana Boat Podcast.
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